Muchos consideran que la fe que nos relaciona con Dios, y que nos permite recibir de Él todas las cosas buenas que Él tiene para darnos, es un don o regalo de Dios; basados en Efesios 2:8, donde la Palabra de Dios nos dice:
“…Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe…”
Aquí erróneamente, muchos ministros se equivocan al pensar que cuando Pablo escribe sobre el don, se refiere a la fe. Mas analizando el versículo, el tema central del mismo no es la fe sino la salvación.
Lo que este verso nos dice es lo siguiente:

2. Que la fe es el medio por el cual los hombres recibimos el regalo de la salvación y no por algún otro tipo de mérito nuestro. Por eso Pablo recalca: “…y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
La fe es nuestra respuesta a la gracia de Dios que se nos hace manifiesta para salvación por medio del evangelio, como lo declara el Apóstol Pablo, en Romanos 1:16-17 "No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree, del judío primeramente y también del griego, 17 pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el justo por la fe vivirá».
El evangelio no es poder de Dios para salvación para todos, sino solo para el que cree en el mensaje de salvación que nos trae.