miércoles, 15 de mayo de 2019

¿Quiénes son los 144.000 del apocalipsis?

El libro de Apocalipsis siempre ha presentado desafíos interpretativos. Está saturado de impresionantes imágenes y simbolismos que la gente interpreta de manera diferente, dependiendo de sus ideas preconcebidas del libro como un todo. Hay cuatro posturas ante el libro de Apocalipsis: 
1) Preterista (la cual ve todos o la mayoría de los eventos de Apocalipsis como ya ocurridos hacia el final del primer siglo); 
2) Historicista (la cual ve Apocalipsis como un panorama de la historia de la iglesia desde los tiempos apostólicos al presente); 
3) Idealista (la cual ve Apocalipsis como una representación de la lucha entre el bien y el mal); 
4) Futurista (la cual ve Apocalipsis como la profecía de los eventos por venir). 
Resultado de imagen de ¿Quiénes son los 144.000 del apocalipsis?De estas cuatro, solo la postura futurista interpreta Apocalipsis con el mismo sentido histórico-gramatical que el resto de la Escritura. También es la que mejor se ajusta a la misma afirmación del Apocalipsis de ser un libro profético (Apocalipsis 1:322:7101819).

Así que la respuesta a la pregunta, “¿Quiénes son los 144,000?”, dependerá de qué postura interpretativa elijas respecto al libro de Apocalipsis. Con la excepción de la postura futurista, todas las otras interpretan los 144,000 simbólicamente, como siendo representativos de la iglesia, y el número “144,000” como simbolismo de la totalidad – o sea, el número completo de la iglesia. Aún así, cuando se toma el pasaje como tal: “Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.” (Apocalipsis 7:4), no hay nada en el pasaje que haga interpretar los 144,000 como alguna otra cosa que no sea literalmente el número de 144,000 judíos, 12,000 tomados de cada tribu de los “hijos de Israel.” 

Una iglesia sana

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
La vida de los primeros cristianos
43 Sobrevino temor a toda persona, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas: 45 vendían sus propiedades y sus bienes y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. 46 Perseveraban unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. (Hechos 2;41:47)

Resultado de imagen de Una iglesia sana
Cuando hablamos de iglesia nos referimos al plan divino según el cual, Dios mismo la usaría para llevar a cabo Sus planes en todos los tiempos. Hoy en día, podemos ver muchos grupos llamados iglesias, hay tantos... dice la letra de una canción.  Pero, ¿cuál de todos ellos es en verdad la iglesia de Cristo?  
¿Qué mueve a una iglesia? ¿Cuál es su propósito?:
            1. Una iglesia movida por la tradición: es aquella iglesia cuyo eslogan es: siempre lo hemos hecho de esta manera. 
            2. Una iglesia movida por las finanzas: ¿cuánto costará? En este tipo de iglesias lo más importante son las finanzas y no tanto las personas. Pero la iglesia no está para producir finanzas. Lo importante no es cuánto tenemos en el banco sino más bien a cuántos hemos librado del infierno.
            3. La iglesia movida por los edificios: pagar y mantener el edificio lo más hermoso posible es la meta de esta iglesia. Muchas de estas iglesias no crecen debido a que la prioridad es el edificio. Quizá el mismo sea pequeño y la congregación no crece en número...

Fuerza del segundo aliento

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar (Mateo 11:28).
A los 54 años, participé en una maratón con dos objetivos: terminar la carrera y hacerlo en menos de cinco horas. Mi tiempo habría sido asombroso si la segunda mitad del recorrido hubiese ido tan bien como la primera. Pero la carrera era extenuante, y el segundo aliento que esperaba nunca llegó. Cuando crucé la línea de meta, mi paso firme se había convertido en una caminata dolorosa.
Las carreras pedestres no son las únicas que requieren la fuerza de un segundo aliento; la carrera de la vida también. Para avanzar, las personas cansadas y agobiadas necesitan la ayuda de Dios. Isaías 40:27-31 combina maravillosamente poesía con profecía para consolar y motivar a quienes precisaban fuerza para seguir: el Señor no está distante ni desinteresado (verso 27) como para no darse cuenta de nuestra situación. Estas palabras son tranquilizadoras, y nos recuerdan el poder y el conocimiento ilimitados de Dios (verso 28).
La fuerza del segundo aliento que se describe en los versículos 29-31 es la exacta para nosotros, ya sea que tengamos que proveer para nuestras familias, luchar contra dificultades físicas o financieras, o enfrentar tensiones de relaciones y desafíos espirituales. Los que esperan en el Señor, meditando en su Palabra y orando, tienen esa fortaleza a su disposición.
Señor, ¡renueva hoy mis fuerzas!
¿Cuándo te dejaron sin aliento las circunstancias de la vida? ¿En qué área necesitas la fortaleza de Dios?