miércoles, 18 de septiembre de 2013

La Práctica de la Presencia de Dios - Vídeo

La Práctica de la Presencia de Dios
PREFACIO

Hace unos meses recibí por correo electrónico el libro al que hace referencia este título. Me lo envió el pastor de nuestra congregación, Lucas, gran amigo mío, y trata de la forma de vida, gozosa en Dios, la forma de actuar y la forma de ver todas las cosas por parte de Nicolás Herman, apodado el Hermano Lorenzo, que vivió ya hace unos cuantos años, o mejor siglos.
Hoy les comparto únicamente el prefacio de este libro, bastante extenso por cierto, y espero que sea de bendición para todos ustedes. Bueno, ahí les va:

Hace más de 300 años, en un monasterio de Francia, un hombre descubrió el secreto para vivir una vida de gozo. A la edad de dieciocho años, Nicolás Herman vislumbró el poder y la providencia de Dios por medio de una simple lección que recibió de la naturaleza. Pasó los siguientes dieciocho años en el ejército y en el servicio público. Finalmente, experimentando la “turbación de espíritu” que con frecuencia se produce en la mediana edad, entró en un monasterio, donde llegó a ser el cocinero y el fabricante de sandalias para su comunidad. Pero lo más importante, comenzó allí un viaje de 30 años que le llevó a descubrir una manera simple de vivir gozosamente. 

La promesa de Dios - Ánimo en mensaje

promesa de Dios
Cuántos de nosotros hemos escuchado promesas de Dios a través de su Palabra. Suenan muy hermosas, nos animan en la dificultad y nos dan aliento para seguir adelante. Sin embargo, a veces nuestras emociones nos engañan, vemos que no pasa nada y comenzamos a desanimarnos.

En la Biblia vemos un ejemplo de una persona a quien Dios le hizo una promesa, de nombre Abraham. Un día Dios le llevó al campo y le dijo: “Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Así será tu descendencia”. Abraham le creyó a Dios; aun sabiendo que su esposa Sara era estéril, confió en Él. 

No importa lo difícil que hoy parezca creerle a Dios. Él quiere llevarnos a un mayor nivel de fe y amor.

Dios nos da las promesas. ¿Cuál va a ser nuestra respuesta?

Obediencia y Reposo - Reflexiones cortas de Amor - Vídeo

En una expedición de caza una familia se detuvo para almorzar.
Los niños comenzaron entonces a jugar a la sombra de un árbol, distantes de sus padres y del resto de los adultos del grupo. El padre de uno de ellos estaba explicando el amor permanente que disfrutaban y que cada vez era mayor, tomando como punto de partida la "Verdad" que había en cada uno, cuando de repente, pegó un salto y gritó a su hijo: “Échate al suelo”, y éste lo hizo inmediatamente.
Los otros del grupo se impactaron al saber que una serpiente venenosa se arrastraba por el árbol, lista para atacar al niño. Si le hubiese mordido habría muerto. Sólo el padre del infante vio la serpiente.
Y causó asombro la respuesta instantánea del chico ante la orden del padre. El muchacho no vaciló ante la orden de su padre, confió en él y respondió en consecuencia a ello. El padre también esperaba que ese fuera el proceder de su hijo.
El reposo que ambos disfrutaron más tarde ese mismo día, fue evidencia del descanso perdurable que Dios tiene para cada uno de sus hijos, a medida que aprendemos a confiar en Él.
Dios quiere permanecer en nosotros y anhela que permanezcamos en Él. Esta permanencia se hace más fácil para unos que para otros.
No siempre es posible saber lo que Dios ha planeado para nuestras vidas, pero podemos asegurar que para cualquier cosa, sea la que sea, Él está listo para sostenernos en ella y capacitarnos con lo necesario para soportarla, porque Él nos quiere.
La permanencia comienza con la confianza y concluye con el descanso más absoluto.
Juan 15:4 “Permaneced en mí, y yo en vosotros”.

La fe me lleva… - Devocional

Es fácil creer en lo que se puede ver o en lo que nuestra mente cree posible, sin embargo no es nada fácil creer en lo que para todo el mundo es imposible.
Ocurre que en ocasiones, cuando nos enfrentamos a situaciones que demandan fe de nosotros, nos vemos envueltos en un enorme problema porque nuestra mente se rehúsa a creer lo que humanamente es imposible de realizar, pero he allí la virtud de la fe.
La fe me lleva a creer en lo que la mayoría de las personas no creen, la fe es la que me motiva a esperar lo mejor, sabiendo que Dios es el Soberano y que lo gobierna todo.
Cuando tengo fe puedo estar tranquilo aunque a mi alrededor haya una tormenta indescriptible. Cuando tengo fe puedo descansar en las promesas que Dios ya hizo.
Quizá la mayoría de personas creerán que estamos locos o que somos “fanáticos”, y que interiormente se rían de nosotros, pero la fe no es que nos haga fanáticos, sino devotos que por experiencia propia, hemos visto la mano poderosa de Dios actuar en los momentos en que todos esperaban un fracaso o un mal final.
Para la gran mayoría de la gente esperar algo bueno de lo malo es ilógico, para la mayoría de las personas tener fe significa “no vivir en la realidad”, pero al final cierto es que mi fe tiene que sobrepasar esta misma realidad natural, pues la fe puede provocar algo sobrenatural.
La Biblia dice: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” 1 Corintios 2:14 (Reina-Valera 1960).
Este mismo versículo en la Traducción lenguaje actual dice: “Los que no tienen el Espíritu de Dios no aceptan las enseñanzas espirituales, pues las consideran una tontería. Y tampoco pueden entenderlas, porque no tienen el Espíritu de Dios.” 1 Corintios 2:14 (Traducción en lenguaje actual).

La esposa olvidada - Reflexión - Vídeo

Cuenta una antigua historia que había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás, la adornaba con lujosos vestidos y la complacía con las delicadezas más finas. Sólo le daba lo mejor.
ringsTambién amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.
A su segunda esposa también la amaba porque ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para que le ayudara a salir de él.
La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza, como el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa, y aunque ella le amaba profundamente, apenas se fijaba en ella.
Un día, el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo de existencia. Pensó acerca de su vida de lujo y reflexionó: “Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero cuando muera, ¡estaré solo!”.
Así que le preguntó a su cuarta esposa: “Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo… ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“¡Ni pensarlo!”, contestó la cuarta esposa, y se alejó sin decir más palabras.
Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo afilado.
El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa:”Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
”¡No!”, contestó su tercera esposa. “¡La vida es demasiado buena! ¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!” Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.
Entonces preguntó a su segunda esposa: “Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!”, contestó la segunda esposa. “Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte”. Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó el corazón del rey.
Entonces escuchó una voz: “Me iré contigo y te seguiré donde sea que tú vayas”. El rey dirigió la mirada en dirección a la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición. Profundamente afectado, el monarca dijo: “¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!”