sábado, 8 de diciembre de 2012

Sobretodo - Reflexiones con Vídeo

Sobre todo Poder y Rey
Sobre toda la humanidad y ley
Sobre todo lo creado por tu mano
Pues todo lo creaste mi Señor
Sobre todo reino y nación
Y maravillas que el mundo conoció
Sobre toda riqueza y esplendor
Nada se compara a ti, mi Dios
Fuiste a la cruz, y a la tumba por mí
Viviste para en soledad morir
Como una flor, que alguien pisoteó
Y sobre todo pensaste en mí, por amor


Un tesoro que te hará triunfar - Devocional - vídeo

La Biblia menciona a la sabiduría en distintas ocasiones, pero un ejemplo de ella, perfecto para aplicar a nuestra vida, es el momento en que el rey Salomón le pide a Dios que se la conceda en una ocasión en la que se encontraba adorando a Dios y presentándole ofrendas. Esa noche, Dios se le apareció a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. 2 Crónicas 1:7(Traducción en Lenguaje Actual).
Salomón tuvo una oportunidad que pocos o casi nadie tuvo; Dios le iba a conceder cualquier cosa que él pidiera, pero el deseo de Salomón no fueron riquezas, ni poder, ni nada material, como la mayoría de las personas elegirían; el sólo le dijo: ¡Dame sabiduría e inteligencia para que pueda gobernar a un pueblo tan grande como el tuyo! Porque sin tu ayuda, nadie es capaz de hacerlo. 2 Crónicas 1: 10 (Traducción en Lenguaje Actual). Dios se agradó de esto y se lo concedió, pero además le premió dándole riquezas y poder, convirtiéndole en un rey inigualable pues supo apreciar el valor de la sabiduría.
Lo que parecería para algunos un sinsentido, para Salomón fue lo mejor que pudo haber pedido; cualquier otro, en su lugar, pediría directamente riqueza sin tener que pasar por ninguna dificultad para conseguirla, pero él decidió que era mejor tener sabiduría que pedir riqueza o poder, y como añadidura a la sabiduría, que le fue dada, vinieron todas las demás cosas.
La mayoría de las veces, en medio de nuestras necesidades o peticiones incluimos cosas como trabajo, prosperidad, salud, bendiciones económicas, entre muchas más, pero olvidamos pedir la sabiduría para conseguirlas, pues si bien sabemos que Dios provee todo lo que necesitamos y hasta más, también está en nosotros hacernos merecedores de tales cosas.
Cuando el rey Salomón pidió la sabiduría era muy consciente de lo que estaba haciendo, él estaba pidiendo  el conocimiento y entendimiento para resolver problemas, evitar o impedir peligros, alcanzar ciertas metas y saber aconsejar a otros. La sabiduría le fue dada por Dios y eso marcó la gran diferencia en su reinado, nadie pudo igualarle, no hubo mejor rey que él porque así se lo prometió Dios.
Todo sería distinto si, en lugar de pedir que Dios prospere nuestra vida, le pidiéramos sabiduría para tomar buenas decisiones, si en vez de pedirle estabilidad económica, le pidiéramos sabiduría para administrarnos o pedirle los frutos del Espíritu para lograr las cualidades que una persona exitosa tiene, que nos capacite para conseguir un buen empleo, etc.; sea cual sea la petición, la sabiduría tiene un papel muy importante, pues hay que ser sabios para poder merecer y sabios para poder disfrutar.
Tal vez has intentado pedir de muchas maneras por su pronta respuesta, has orado para que llegue una bendición específica a tu vida y no has podido ver el resultado, pero hoy quiero invitarte a hacer una nueva oración, a reestructurar la forma en que estás pidiendo, a incluir la sabiduría en tus peticiones, pues como dice la Palabra, "Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno. Santiago 1:5" (Dios Habla Hoy). Más grande que todas tus necesidades o todo lo que has estado pidiendo es el valor de la sabiduría de Dios; esta es mas efectiva que todas las posibles soluciones en que has estado pensando.
La respuesta a nuestras peticiones está detrás de una oración bien hecha, porque muchas veces ”pedimos, pero pedimos mal”; la sabiduría es la llave del éxito, tenemos un Dios infinitamente sabio que nos la brinda con tal de sólo pedírsela. Así como a un bebé no se le pueden dar muchas cosas porque no sabe cómo hacer uso de ellas, a veces no podemos recibir las bendiciones porque no sabemos cómo disfrutarlas, cómo valorarlas o cómo aplicarlas a nuestra vida.
Sobre todo lo que puedas pedir a Dios no olvides nunca pedirle sabiduría, las bendiciones son necesarias pero la sabiduría te enseña a vivir, a tomar decisiones correctas, a actuar como se debe ante las situaciones de la vida, ¿Cómo terminar con la mayoría de los problemas que tenemos? Actuando bien desde el principio, cuantos menos errores cometamos menos consecuencias negativas afrontaremos.
Dios quiere darte sabiduría. Él siempre tiene una manera amorosa y bella de enseñarte a vivir, su deseo es guiarte por el camino del bien, te deja tomar decisiones porque te da libre albedrío, pero su intención siempre ha sido que no sufras las consecuencias de alguna mala elección y si hoy, por algún motivo, estás viviendo lo que te dejó una equivocación, aún sigue teniendo la intención de mostrarte cómo salir y superar tu problema.
La Biblia es un gran cofre de tesoros y muchas veces no nos tomamos el tiempo preciso para descubrirlo; nos ahorraríamos tantos problemas y consecuencias si descubriéramos a tiempo todo lo que nos ha dado Dios... Tal vez por herencia humana no has recibido ni recibirás grandiosas cuentas bancarias, ni una vida cómodamente resuelta, ni cargos importantes en una empresa, pero te ha sido heredada sabiduría y ciencia del Dios Todopoderoso, y eso supera cualquier cosa que puedas necesitar, porque con ella siempre te será mostrada la solución a cualquier circunstancia por mas difícil que parezca.

Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino.  Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

Proverbios 3:13-15

El Papel Arrugado - Reflexiones

Mi carácter impulsivo me hacía reventar de cólera a la menor provocación.
La mayoría de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día mi consejero, quien me vio dando excusas después de una explosión de ira, me entregó un papel liso.
Y entonces me dijo: Estrújalo. Asombrado, obedecí e hice una bola de papel con él.
Luego me dijo:
Ahora déjalo como estaba antes. Por supuesto que no pude dejarlo como estaba.
Por más que traté, el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces mi consejero habló:
“El corazón de las personas es como ese papel".
La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel.
“Aunque intentemos enmendar el error ya estará “marcado”.
Por nuestro impulso no nos controlamos y, sin pensar, arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos.
Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo mas triste es que dejamos “arrugas” en muchos corazones.
Desde hoy, sé más compresivo y más paciente, pero en especial aprende a dejar el orgullo a un lado y haz como haría un valiente, Pide perdón y reconoce tu error.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda “El papel arrugado”.
Proverbios 12:18 “Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.”
Proverbios 19:11 “La cordura del hombre detiene su furor; Y su honra es disimular la ofensa.”
Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.”
Proverbios 10:14 “Los sabios guardan la sabiduría: Mas la boca del loco es calamidad cercana.

Soberano - Devocionales, Reflexión

Todos sabemos y conocemos la soberanía de Dios. Sabemos cuántas veces nos ha sacado de más de un lío en el que nos hemos metido. Y Él siempre permanece fiel aunque nosotros no.
Pero en algunas ocasiones nos aprovechamos de la SOBERANÍA de Dios, tenemos por tardanza su venida, lo tenemos como una cajita de emergencias sólo cuando le necesitamos y estamos en escasez, enfermedad, en tribulaciones. Y cuando todo marcha bien, cuando tenemos alimento en nuestras casas, cuando estamos con salud, hacemos una oración mecánica antes de dormir y listo.
Dios es soberano y cada mañana son nuevas sus misericordias. Por cada momento que tengamos alimento, estemos sanos y todo vaya bien, deberíamos tener una alabanza de gratitud en nuestra vida, ya que Él dijo que en todo momento demos gracias.
Pero Él siempre es Soberano se lo agradezcamos o no, Él siempre está para nosotros, Él no es como nosotros, que si nos sucede algo malo primero le culpamos a Él y nos enojamos con Él. Él no hace igual con nosotros.
Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira, y grande en misericordia.
No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Salmo 103:8-11
Seamos más agradecidos con el único Soberano Dios, porque soberano es Él. El único que es perfecto en bondad y amor.
Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. Apocalipsis 1:5-6

El Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza - devocional - vídeo

Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Lucas 9:58

 Nosotros lo hemos recibido mal, pero Él nos recibe bien.
El hecho de haber sido mal recibido en casa de alguien, nos quita el deseo de invitar a esa persona y tratarla como a un rey. Pero esto no fue lo que hizo el Hijo de Dios con la humanidad.
¿Cómo fue recibido? "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron" (Juan 1:11). María "dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón" (Lucas 2:7).
Al final de la vida de Jesús en esta tierra, su pueblo no quiso saber nada de Él, y el mismo pueblo pidió a grandes voces que le matasen. Prefirieron poner en libertad a Barrabás, un asesino, y matar a Jesús. El mundo no tenía lugar para Él, el único lugar que le ofreció fue la cruz. ¿Tendría hoy uno mejor?
Cuando le crucificaron, Jesús dijo a su Padre: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34). Y allí, en la cruz, llevó en nuestro lugar el castigo que merecíamos delante de Dios. Así es como Jesús responde a la maldad de los hombres. Con este mismo amor sin igual obra para con usted, lector.
A todos los que creen en Él, Jesús les ofrece un lugar junto a Él en la casa del Padre: "En la casa de mi Padre muchas moradas hay... voy, pues, a preparar lugar... Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14: 2-3).
Y usted, ¿le dará hoy un lugar en su vida? ¡Un SÍ es la mejor respuesta que puede darle!