domingo, 29 de septiembre de 2013

Grado de implicación real del cristiano evangélico bautista en su iglesia - Vídeo


Vuelvo, con el permiso de ustedes, a publicar este artículo que me parece muy interesante por su fondo:


La vida cristiana es una tremenda y dulce experiencia. Es un crecimiento continuo. Dios quiere que crezcamos, que nuestra vida cristiana no pare de crecer. Para ello debemos tener muy en cuenta que no debemos ser únicamente oidores de la dulce y maravillosa Palabra de Dios, sino hacedores de la misma.

 

Si alguno es oidor de la palabra de Dios pero no hacedor de ella, ese es semejante al hombre que considera su rostro, natural en un espejo; él se considera a sí mismo natural y se va, y pronto olvida cómo era. Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace. Santiago 1:23-25

 

La vida cristiana no es un evento sino una evolución continua, un proceso. Diremos que en ella hay tres niveles de crecimiento cristiano. Se va avanzando en ellos según el grado de implicación del cristiano mismo. Vemos, a modo de demostración, en Lucas 5 que: Inicialmente, el Señor ministró a orillas del lago de Genesaret.

 

-1º nivel: Todos comenzamos en la orilla y le conocemos a Jesús. Es en la orilla donde Dios toca nuestra vida. Pero Dios no quiere que sigamos siempre en la orilla. Cosas importantes suceden más allá de la misma. La Biblia dice que había mucha gente alrededor de Él. Jesús estaba predicando y la gente, en este 1º nivel, simplemente oía. Estaban ahí para, simplemente, entretenerse y olvidarse de todos los problemas. Por lo tanto aún no había ningún compromiso, incluso había cierta falta de interés en lo que Dios decía. El poco interés que había era por el beneficio personal en que Cristo hiciera un milagro por ellos, lo que sólo demuestra egoísmo personal de cierta gente. Pero eso no es todo en la vida cristiana.

 

-2º nivel: La Biblia dice que, después, Él entró en una barca y se retiró un poco más alejado de la orilla y comenzó a enseñar. Ya no estaba predicando, ahora estaba enseñando. En la predicación se necesitan oyentes, mas en la enseñanza se precisan discípulos, y un discípulo necesita practicar lo que se le instruye, tiene algo que hacer en la Obra de Dios.

En este nivel hacemos, o sentimos, más o menos habitualmente, la lectura de la Palabra de Dios, la oración, el tiempo devocional con Dios, y la comunión (congregación) con mis hermanos en Cristo.

Los discípulos, en este 2º nivel, estaban limpiando las redes pero se sentían frustrados. Habían estado pescando toda la noche pero no habían atrapado nada. En la vida actual, es como si trabajamos con denuedo y no vemos el fruto de nuestro trabajo. Así se sentían los discípulos. Y en medio de ese ambiente el Señor les invitó a ir al 3º nivel. Y es en este nivel donde algo grande sucede.

Tanta inseguridad - Aliento en mensaje

inseguridad

Como si fuera de día comienzas a pensar que nada tiene sentido ya,
dentro de tu atmósfera el cielo ha empezado a oscurecer
y te preguntas si algún día la duda dejará de aparecer.

Quisieras que el sol perdurara y la sombra se ahuyentara
por ese algo que te ahuyenta a ti tantas veces.
Piensas mucho hasta que te duelen los recuerdos.
Dudas tanto que no sabes ni a dónde ir,
y quisieras que todo tuviera un final feliz.

Te ofuscas contigo misma y crees que nadie te entenderá,
incluso piensas que esta vida nunca cambiará.
Tienes en tus venas tanta negatividad que te aplasta los anhelos
y no te das cuenta que la causante de todo ello es tu más grande enemiga,
"La inseguridad".

Tienes miedo de equivocarte y hacer algo mal.
Tienes miedo de todo y no te das cuenta que el miedo no existe
mientras tú dejes de alimentarlo más y más.

No sientas que tus sueños el miedo los arrebatará
No pienses que eso es justo y que siempre debes esperar.
Tranquiliza tu estado de ánimo y no te aferres más a cosas o personas,
porque ellos algún día partirán y no llegarán a ser muy importantes en tu vida
O llegarán a ser sólo alguien más.

Pero tú eres tú, pero tú eres hacedora de todo a tu alrededor,
y solo tú podrás cambiar esa atmósfera que te congestiona
y te hace llorar de rabia, de desesperanza,
y de tanta inseguridad.

¡VAMOS!, DALE LUCHA A ESA INSEGURIDAD
..

Con mi corazón y mis manos - Reflexiones - Vídeo

Un predicador meditaba en su cuarto de estudio buscando una ilustración sobre el amor, cuando de pronto entró en el cuarto su hijita pequeña diciendo:
-Papá, siéntame un poco sobre tus rodillas.
-No, hijita, ahora no puedo; estoy muy ocupado, contestó.
-Quisiera sentarme un momento en tus rodillas, súbeme, papá, dijo ella.
El padre no pudo negarse a una súplica tan tierna, tomó a la niña y le subió a sus rodillas, y le dijo:
-Hijita mía, ¿quieres mucho a papá?
-Sí que te quiero, te quiero mucho, papá.
-¿Cuánto me quieres?, preguntó el padre.
La niña colocó sus manitas en las mejillas de su padre, y apretando suavemente, contestó con afecto:
-Te quiero con todo mi corazón y con mis dos manos.
Esta respuesta encerraba en pocas palabras lo que debe entenderse como una dedicación completa, y dio al predicador el ejemplo que buscaba para su trabajo.
A veces no tenemos palabras para expresar cuánto amor sentimos por alguien, pero podemos echar mano de la imaginación de un niño para expresar lo que sentimos.
Dios quiere que le amemos a Él con todo el corazón y con las dos manos… pero que también amemos a quienes nos rodean... con todo el corazón y con las dos manos.
Génesis  24:18
Sírvase, mi señor le respondió. Y en seguida bajó el cántaro y, sosteniéndolo entre sus manos, le dio de beber.
Génesis 49:24
Mas su arco se mantuvo poderoso, Y los brazos de sus manos se fortalecieron por las manos del Fuerte de Jacob.
Éxodo 29:24
y lo pondrás todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Dios.

Cuida tu boquita lo que dice - Devocional

En un jardín de infancia, la maestra preguntó: “levanten la mano inteligente” suponiendo que todos levantarían la mano derecha, pero una niña pequeña, siendo zurda, levantó su mano izquierda. La docente estallando de enojo gritó: “Tonta, he dicho la mano inteligente”. 
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Aunque parezca un simple hecho cotidiano, este fue el comienzo de una herida, que en un futuro perjudicaría a la pequeña en todas las facetas de su vida. Desde que lo escuchó de su maestra, a quien admiraba e identificaba por su saber, comenzó a sentirse tonta, como que no podía hacer nada, presentando una actitud insegura ante todo nuevo desafío de la vida.
¿Cuántas veces hemos sido lastimados por palabras necias de algunas personas? Muchos arrastramos heridas de nuestra infancia que hoy en día nos hacen sentir tontos, débiles e inservibles. Incluso el trato puede presentarse de manera inversa, y podemos ser nosotros ahora quienes lastimemos y dañemos el corazón de otras personas. Por eso es importante que tomemos en cuenta estas palabras:
Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Mateo 12:36-37

Hermoso Día, ¿Verdad? - Reflexiones - Vídeo

El día empezó muy mal. Me quedé dormida y llegué tarde al trabajo.
Y después, todo lo que sucedió en la oficina contribuyó a mi ataque de nervios. Para cuando llegué a la parada del autobús en mi viaje de regreso a casa, tenía un gran nudo en el estómago.
Como de costumbre, el autobús llegó tarde… y abarrotado. Tuve que ir de pie en el pasillo. Mientras el bamboleante vehículo me lanzaba en todas direcciones, mi depresión se hacía más y más profunda.
Entonces escuché una voz grave que salía del frente:
-Hermoso día, ¿verdad?
Debido a la aglomeración de público no podía ver al hombre, pero podía escucharle mientras seguía comentando el panorama primaveral, llamando la atención hacia cada punto importante que avistaba: esa iglesia, ese parque, aquel cementerio, la estación de bomberos...
Pronto todos los pasajeros estaban mirando por las ventanillas. El entusiasmo del hombre era tan contagioso, que me sorprendí sonriendo por primera vez ese día, y llegamos a mi parada. Maniobrando hacia la puerta, eché un vistazo a nuestro “guía”: una figura regordeta con una barba oscura, que usaba espejuelos oscuros y llevaba un delgado bastón blanco.
Salmo 118:24
Este es el día que hizo Señor; nos gozaremos y alegraremos en él.
Salmo 145:2
Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.