sábado, 6 de octubre de 2012

Señor de Promesas - Reflexiones con Vídeo

Dios ha prometido que estará contigo siempre; confía y descansa en sus promesas. ¡Él no te miente, ni te engaña, es Fiel y te ama!
Dios de pactos, que guardas tus promesas

Que cumples tu Palabra, que guías mi destino
Dios de pactos, confío en tus promesas
Descanso en tu Palabra, por tu Gracia estoy aquí

En la intimidad, al abrigo de tu Gloria puedo estar junto a ti

Al ver tu Santidad estoy maravillado ante ti y tu amor
Nunca más seré igual al salir de este Santísimo Lugar

Dios de pactos que guardas tus promesas

Que cumples tu Palabra, que guías mi destino
Dios de pactos confío en tus promesas
Descanso en tu Palabra, por tu Gracia estoy aquí

Tengo redención por la Sangre que descansa en tu Altar para mí

La Gracia y el Perdón son los frutos de vivir en comunión y adoración
Nunca más seré igual al salir de este Santísimo Lugar


El Ladrillazo - Reflexiones

Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su coche maca Jaguar, último modelo, con precaución en no encontrarse con un chico cruzando la calle sin mirar, y al bajar la velocidad sintió un estruendoso golpe en la puerta. Cuando bajó del vehículo vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, la carrocería y el cristal de la puerta de su lujoso coche.
Atrancó los frenos, dio un brusco giro de 180 grados y regresó a toda velocidad a donde vio salir el ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucía su exótico coche.
Salió del coche de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo, y empujándolo hacia otro coche estacionado le gritó vivamente: ¿Qué rayos fue eso?
¿Quién eres tú? ¿Qué crees que haces con mi coche? Y enfurecido, casi echando humo, continuó gritándole al chiquillo: !Es un coche nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte caro! ¿Por qué hiciste eso?
Reflexiones - El Ladrillazo“Por favor, señor, por favor. ¡Lo siento mucho! No sé qué hacer”, suplicó el chiquillo. "Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía".- lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo mientras señalaba hacia alrededor del coche estacionado.
“Es mi hermano”, le dijo. "Se descarriló su sillón de ruedas y se cayó al suelo y no puedo levantarle". Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo: ¿Puede usted, por favor; ayudarme a sentarle en su silla? Está golpeado y pesa mucho para mí solito. Soy pequeño.
Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó el grueso nudo que se le formó en su garganta.
Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y le sentó en su silla, sacando de nuevo su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y el sucio de las heridas del hermano de aquel chiquillo especial. Después de verificar que se encontraba bien, miró a su hermano, y el chiquillo le dio las gracias con una sonrisa que nadie tiene posibilidad de describir… “DIOS le bendiga, señor…y muchas gracias”, le dijo.
El hombre vio cómo se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermanito hasta llegar a su humilde casa.
El ejecutivo no arregló la puerta del coche, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo para recordarle "no ir por la vida tan deprisa que alguien tuviera que lanzarle un ladrillo para que prestara atención".
DIOS nos susurra en el alma y en el corazón a través de su Espíritu Santo.
Hay veces que tiene que lanzarnos un ladrillo a ver si le prestamos atención.
Escoge: Escucha el susurro… o el ladrillazo.

La Puerta Estrecha - Reflexiones-meditaciones

“Esforzaos a entrar por la puerta angosta;  Porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.”
Lucas 13:24
¿Alguien ha tratado alguna vez de entrar por una puerta, aunque esta sea ancha, donde hay una multitud y todos tratan de entrar al mismo tiempo, a empujones y tal vez sin importar a quien se lleven por delante? ¿Cuánto más si esa puerta es angosta? Yo nunca he tenido esta experiencia pues le tengo miedo a las multitudes, a perder el control de la situación, al caos y a la violencia y, por lo general, no voy a espectáculos donde se reúnan multitudes; sin embargo, cabe pensar que el reino de los cielos debe ser lo suficientemente grande como para contener un incontable numero de personas, por lo que me pregunto cómo entraremos allí, y la respuesta es que para estar allí no necesitaremos entrar todos al unísono, y no tendremos necesidad  de atropellar a nadie, sino que entraremos con todo el derecho de estar allí, porque compramos el boleto de entrada con anticipación y porque, tal vez, alcancemos la talla y la estatura necesarias para entrar.
Jesús aclara en Juan, 10.9,11, cuando está hablando de las ovejas, que Él, es esa puerta, que es el buen pastor y que da su vida por sus ovejas, pero nosotros, tenemos la responsabilidad de esforzarnos por entrar. El Señor nos llama, El Espíritu Santo nos enseña y nos limpia la suciedad, pero la voluntad, el libre albedrío, es decir, la decisión, es nuestra y nadie puede hacer por nosotros lo que nosotros tenemos que hacer por nosotros mismos.
La relación que se desarrolla con Dios a través del Hijo es individual, la salvación es individual y, finalmente, la decisión de entrar por esa puerta es individual. Ahora bien, es importante entender que sólo de esta manera podemos entrar por una puerta estrecha, uno por uno, de forma individual, y que sólo cuando tú has entrado puedes ayudar a entrar a otros y..., ¿por qué es esta una puerta angosta? Porque sólo podemos entrar ahí si nuestro ego esta pequeñito, si hemos eliminado o nos esforzamos por eliminar nuestro ego; los egos inflados, henchidos de orgullo, vanidad y falta de perdón, desafortunadamente no podrán entrar aunque quieran hacerlo; sólo entrarán ahí las nuevas criaturas, los hijos nacidos del espíritu, aunque sean bebés en el espíritu, porque sólo en estas condiciones se puede entrar. A esto me refería cuando hablaba de alcanzar la talla y la estatura necesarias para entrar.
Es lo mismo que entrar en la Presencia del Señor: sólo podemos hacerlo con un corazón contrito y humillado, con arrepentimiento; o lo que es lo mismo: cuando reconocemos que no somos nada, que no valemos nada por nosotros mismos, que hemos sido necios, que hemos pecado y que lo que verdaderamente vale en nosotros es Cristo; por eso, cuando lloramos y derramamos nuestro corazón delante del Señor y nos arrepentimos, Dios esta dispuesto a escuchar; inclina su oído a nuestras súplicas y abre sus manos generosas para bendecirnos y darnos aquello por lo que clamamos.
Creo que estará bien decirlo de nuevo: el peor pecado es el orgullo, la arrogancia y la falta de perdón, pues allí en ese estado no puede morar el Santo Espíritu de Dios; sin arrepentimiento no hay remisión de pecados y sin falta de perdón, no hay amor. ¿Cómo podría Dios morar en un templo lleno de ladrones, fornicarios, desleales, tibios, indecisos, orgullosos e incrédulos?
Este devocional puede parecer un poco fuerte, pero creo que ya hemos madurado lo suficiente como para recibir y aceptar este tipo de mensajes, pues los tiempos se acortan y no podemos permitirnos flaquezas y pecados que nos separen de Dios y nos impidan disfrutar de sus promesas de vida eterna.
Me digo a mí misma, primeramente, que si de verdad queremos que Cristo habite en nuestro corazón, en nuestra vida, debemos mermar, derrotar al orgullo que nos hace pecar, permitirle al Espíritu Santo que nos limpie de todo pecado y ser humildes, humillarnos delante del Señor y decidirnos a entrar por esa puerta angosta, a seguir por el camino que nos ofrece Jesús y a sacrificar todo aquello que nos separe de Dios y que nos impida entrar por esa puerta.
El orgullo es un mal consejero y siempre nos lleva a tomar decisiones equivocadas; no actuemos más por orgullo o arrogancia, rindamos nuestro corazón al Señor y Él mismo abrirá nuestros ojos y nuestros oídos para que escuchemos su voz, nos dará valor y amor para perdonar y podremos disfrutar de su presencia y aprender de Él, que es manso y humilde y que con su humildad conquistó un reino que está preparando para nosotros.
Esforzaos, esforzaos, esforzaos….Dios no quiere que ninguno de sus hijos se pierda, como lo dijo el Apóstol Pedro:

“El Señor no retarda su promesa,  según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”

2 Pedro 3:9
Hefzi-ba Palomino

Tu historia se está escribiendo - devocional - vídeo

Un día, mientras buscaba unos documentos importantes, encontré un viejo cuaderno mío en el que escribía muy a menudo experiencias que vivía en cada momento, reflexiones y frases. Estas eran de hace casi diez años pero al leerlas pude notar cómo desde entonces ya escribía cosas idénticas a las que hoy en día escribo.

Leer esas frases y algunas vivencias me hizo recordar todo el camino que he tenido que recorrer hasta llegar a este momento de mi vida. Entonces aún estaba soltero y ni siquiera conocía a la que llegaría ser mi amada esposa, y mucho menos imaginaba que tendría un par de hijos hermosos e inteligentes.

En algunos de esos escritos narraba emociones o sentimientos que me inundaban en ese momento, situaciones que me era difícil afrontar o cosas que yo anhelaba que un día se cumplieran. Pero en especial hubo una frase que escribí hace casi diez años que hoy en día es parte de mi predicación: “Dios cumplirá sus planes perfectos en mí”.

Siendo un joven soltero tenía la convicción de que Dios haría algo maravilloso en mi vida pese a estar afrontando momentos muy difíciles, como los que todos los solteros pasan en algún momento de su vida, pero, a pesar de todo, al leer aquel escrito tuve la convicción de que no importaba el momento que estuviera viviendo o experimentando, ya que de una u otra forma Dios iba a hacer algo maravilloso en mi vida.

Leer mis experiencias de hace muchos años me hizo entender aún más que es necesario pasar por toda clase de situaciones, alegrías o tribulaciones, pero sobre todo me hizo entender que al final Dios siempre cumple su plan perfecto en nuestra vida y ese plan siempre sobrepasa nuestros planes y propósitos.

Jesús dijo: “…porque es necesario que vengan tropiezos…” en Mateo 18:7; Él mismo sabia que es inevitable que pasemos por situaciones muy difíciles, pero al mismo tiempo Él nos enseñó la forma de reaccionar ante esas situaciones difíciles: "confiando en su Padre hasta la muerte".

Todos tenemos una historia que contar; posiblemente muchos, en este momento de sus vidas, están experimentando situaciones que no querrían experimentar; quizás muchos en este momento estén tristes por lo que están viviendo, puede que lo que están experimentando les está provocando muchas lágrimas, puede que en este momento no vean una salida o una respuesta a lo que viven pero, a pesar de todo, créanme que Dios tiene el control y que al final sonreirán.

Yo puedo escribir esto porque sé lo que es. Puedo hablar de ello porque he estado en aquel lugar muchas veces y seguramente volveré a estarlo en algún momento; porque son cosas que tenemos que afrontar en la vida pero, dejando a un lado lo difícil que sea esa situación o lo difícil que sea estar allí en ese momento tan gris de tu vida, si hay algo que nunca debes perder es: LA CONFIANZA EN QUE DIOS HARÁ ALGO.

Puedes sentirte triste, puedes estar llorando, puedas estar muy confundido o con un dolor profundo en tu corazón, puedes sentirte solo o abandonado, pero aun en medio de todo sentimiento que en este momento esté inundando tu ser, debes  CONFIAR CIEGAMENTE en lo que Dios hará, porque si de algo debes estar seguro es de que DIOS HARÁ ALGO.

Hoy lloras, hoy estas triste, hoy quisieras no sentir eso que sientes o desearías no experimentar eso que estás experimentando, pero dentro de un tiempo te darás cuenta de que todo lo que hoy en día vives o experimentas te servirá para el futuro maravilloso que Dios tiene planeado para ti.

No te quejes, no cuestiones a Dios, no te enojes con Él. Debes saber que todo lo que viene a nuestra vida es porque lo podemos soportar con su ayuda. Dios ve la capacidad de resistencia que tienes y jamás pondría algo en tu vida que no pudieras sobrellevar. Recuerda que no estás solo ni sola, Dios mismo es quien está contigo.

Deja que Dios escriba las líneas de tu historia, deja que él describa cada situación que tengas que afrontar, pero sobre todo deja que Él te abrace y te tome en sus brazos para que no camines solo, porque estoy seguro que Él está allí para cuidarte.

Tú historia se está escribiendo y estoy seguro de que el final será más asombroso de lo que un día imaginaste, solamente CONFÍA en lo que Dios mismo hará.

¡Él cumplirá su propósito en ti!

“Dios mío, tú cumplirás en mí todo lo que has pensado hacer. Tu amor por mí no cambia, pues tú mismo me hiciste. ¡No me abandones!”

Salmos 138:8 (Traducción en lenguaje actual)


Nombres de Dios - Vídeo Reflexivo + "Tu bandera"-Jesús Adrián Romero

Más que un nombre es el Dios todo poderoso y si crees en Él, crees en todo lo que es Él. 






Y aparte de este vídeo reflexivo, me he permitido incluir en esta entrada este otro: "Tu bandera" por Jesús Adrián Romero. 
Bendiciones para todos. Amén.