martes, 3 de octubre de 2017

Pertenecer al Club

Varias niñas adolescentes decidieron formar un club (conjunto) de cosas que no necesitaban con el fin de recaudar dinero para misiones. Con su sacrificio personal las chicas decidieron añadir dinero al fondo. La mayoría de ellas eran de familias pudientes y con facilidad identificaron diferentes maneras de contribuir.
Resultado de imagen de Pertenecer al Club de DiosPero Margie era diferente. Su familia tenía pocos bienes y casi nada les sobraba, por lo tanto, fue difícil para ella identificar con qué contribuir. Cierto día se arrodilló al pie de su cama y le pidió a Dios que le mostrara algo que pudiese dar. Mientras oraba, su perrito mascota lamió sus manos. De pronto, recordó que el médico de la familia se había ofrecido a comprarlo.
Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras exclamaba:
– ¡Oh Lucero!, no me imagino cómo sería tener que despedirme de ti. Entonces pensó en el regalo que Dios le hizo al mundo.
-¡Lo haré!, -dijo ella. Se dirigió hacia la casa del médico y vendió a su perro por cincuenta euros. Y aunque echaba de menos al perrito, aun así estaba muy contenta.
Cuando el médico supo cuál fue la razón por la que Margie vendió su perro, se lo devolvió con una nota amarrada al collar.
La nota decía: Anoche le entregué a Dios lo que sobraba de mi desperdiciada vida. Me encantaría pertenecer a tu club, y deseo comenzar dando a Lucero.
Juan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Dejándonos Amar

El propósito de Dios en nuestras vidas es que nos dejemos amar por Él. Nuestro Señor hizo el sacrificio más grande que pueda haber en la historia, y es entregar a su Hijo por los pecados de la humanidad.
Cuántas veces hemos encontrado una oferta pero no la tenemos en cuenta porque desconfiamos de que al final no sea verdadera. Pero en este estudio veremos algo tan importante como es la oferta más grande de toda la historia. La oferta de la salvación de Dios a la humanidad.
Pero primero es necesario que te dejes amar.

I. PORQUE DE TAL MANERA...

Hay dos maneras de hacer las cosas, con o sin determinación.
Dios, cuando decidió dar a su Hijo en rescate por la humanidad, lo hizo de tal manera que no había vuelta atrás.
La determinación significa mucho cuando queremos hacer algo.
Dios, a pesar del dolor de su Hijo antes de ser entregado, no retrocedió y llevó a cabo el sacrificio perfecto.

II. EL AMOR DE DIOS

1. Los tipos de dejándonos amar, el amor de dios, amor, diosamores que existen:
a) Eros, amor romántico o sexual, es la primera fase del amor entre parejas, es un amor más o menos egoísta que busca poseer al otro.
b) Fíleos, de fileo: amor entre amigos, es la afinidad de intereses o estilo de vida, comprensión, cuidado y preocupación por el otro.
c) Ágape, es el amor de Dios, amor incondicional y reflexivo, en el que el amante tiene en cuenta solo el bien del ser amado y no el propio. El único amor fiel que perdura. Pero el amor con que nos amó Dios es eterno.

La defensa de la fe

«Me encuentro en la necesidad de escribirles para rogarles que luchen ardientemente por la fe que una vez fue dada a los santos». Judas 1; 3
Resultado de imagen de la defensa de la fe cristianaLa criminalidad en todas sus formas está aumentando por todas partes. «Dios observó toda la corrupción que había en el mundo, porque todos en la tierra eran corruptos» (Génesis 6: 12; Mateo 24: 36-38; Lucas 17: 26-27). Así que los planes eternos de Dios están por cumplirse, y el fin de todas las cosas está cerca. Ahora es el momento de que los que poseen un conocimiento de la verdad de Dios debieran alistarse bajo el ensangrentado estandarte del Príncipe Emanuel. Es preciso que los siervos de Cristo se alcen como defensores de la fe dada a los santos, y den a conocer al mundo qué significa la perseverancia de guardar «los mandamientos de Dios y la fe de Jesús» (Apocalipsis 14: 12).
Debieran permitir que su luz brille claramente, derramando poderosos rayos sobre la senda de los que caminan en la oscuridad. Los soldados de Cristo tienen que defender la verdad hombro con hombro, ser leales a ella, vindicando la ley de Dios. Los que se apartan de los claros preceptos divinos, estarán de parte del error, y se alistarán contra los soldados de Cristo. Por su forma de proceder, oponiéndose a la verdad de Dios y obligando a la conciencia a practicar el error mediante medidas opresivas, manifestarán quién es su jefe.
Ahora es el momento de ponerse decididamente de parte de la verdad; y como el Señor ha dado a cada uno su medida de influencia, es responsabilidad de cada uno ejercerla para gloria de Dios y para bien de sus semejantes. Ninguno de los mayordomos de Cristo deberá permanecer ocioso en un tiempo como el actual; ninguno se contentará simplemente con vivir para sí mismo. Los que están en comunión con Cristo se darán cuenta de que hay almas a cada paso, que pueden beneficiarse mediante su ayuda, su ejemplo y su influencia.