sábado, 12 de enero de 2013

Jesús, mucho más que una religión - devocional - vídeo


“A todos los que se lamentan en Israel les dará una corona de belleza en lugar de cenizas, una gozosa bendición en lugar de luto, una festiva alabanza en lugar de desesperación. Ellos, en su justicia, serán como grandes robles que el Señor ha plantado para su propia gloria.” Isaías 61:3 (Nueva Traducción Viviente).
En Él la preocupación es irrelevante. Siendo que todo aquel que le acepta en su corazón le descubrirá como Pastor. Con amor vendará sus heridas y con el bálsamo del Espíritu Santo le llenará de vida. Jesús es el más grande, Él mismo es el Verbo, Aquel con quien DIOS creó el universo; por lo que para Él no existen situaciones imposibles, sino gente que por sus pesares ha dejado de creer.
mas que religionEn Jesús todas las cosas son hechas nuevas, sin importar lo hondo que haya caído una persona en pecado o en las tinieblas. Él es el Salvador del mundo, el mismo que se ríe del pecado y destrozó al maligno en la Cruz. En Jesús lo inservible se convierte en la materia prima de una obra maestra. En Él el cobarde descubre que en realidad siempre había sido valiente, solo que no lo sabía. En Él todas las personas descubren su justo valor, invaluables, porque valen la sangre derramada de DIOS mismo.
El cristianismo es mucho más que una religión, es vivir al lado de Jesús; y al hacerlo se encuentra plenitud. Él tiene la mejor vida planeada para todo el que le crea. Él no pide una lista de requisitos para acercarse a Él, sino solamente creer que Él es el Hijo de Dios que pagó por nuestros pecados. Y al hacer esto, Él enviará el Espíritu Santo para santificar al creyente y desprenderse de todo pecado.
 Si tú estás en busca de trascendencia, llenura y de la vida misma, las puedes encontrar en Jesús. Dispón tu corazón y permítele a Jesús entrar en ti.
Si quieres experimentar realmente a Jesús, haz esta oración:

“DIOS, perdona mis pecados. Cúbreme con la sangre de Cristo y dame verdadera libertad. Señor Jesús, por favor, entra en mi corazón y sé el Señor de mi vida. Sáciame de ti y envía al Espíritu Santo para que me ayude a hacer tu perfecta voluntad. Oro esto en el nombre de Jesús, Amén.”

Si has hecho esta oración, entonces has nacido de nuevo. Aunque no hayas sentido algo místico o sobrenatural. Desde hoy el Espíritu de Dios habita en ti (Gálatas 3:27) y Él te guiará a Su perfecta voluntad. De hoy en delante debes buscar a Dios de manera diaria y hacer de Él tu sustento. Háblale como un hijo a su padre y Él te responderá. Es sumamente importante que consigas una Biblia y la leas pidiéndole a Dios que te dé entendimiento. Busca una iglesia Cristiana donde se sujeten a los principios de la Biblia; para esto pídele a Dios que te guie a la iglesia que Él tiene para ti, y al estar en ese lugar sabrás dentro de ti que esa es tu casa. 

Descansa - Reflexiones con Vídeo

Déjate caer en sus brazos, y descansa…
Él Todopoderoso peleará por ti…
Nadie hay quien te conozca tanto como Él
tu vida y tu aflicción Él puede ver.
Él escucha la oración de tu sincero corazón
y encontrarás en su presencia solución.
No hay milagro demasiado grande para Dios
en su Palabra encuentras el poder.
Tienes hoy la decisión de proclamar tu bendición
y declararte ante las pruebas vencedor.
Descansa porque el Poderoso peleará por ti
ejércitos vendrán más a ti no llegarán. No, no, no.
Descansa porque la mano del Señor te alumbrará
nunca mires atrás y en los brazos del gran Rey descansarás.
No hay milagro demasiado grande para Dios
en su Palabra encuentras el poder.
Tienes hoy la decisión de proclamar tu bendición
y declararte ante las pruebas vencedor.
El nunca solo te dejará y en sus manos te guardará
Tan solo clama con fe, Él te responderá.
 

Lo que se debe buscar primero - Devocionales, Reflexión

Casi siempre estamos pensando: ¿qué pasará mañana?, ¿qué haremos?, ¿qué actividades tenemos pendientes y cómo vamos a terminarlas?, ¿cómo ganaremos el sustento?, ¿cómo pagar las deudas?, ¿cuándo encontraremos a la persona adecuada?… Puestos a pensar, muchísimos pensamientos de esta índole pasan por nuestra mente a lo largo del día. Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos, estamos pensando en el día de mañana y estamos afanados buscando cosas que no generan un verdadero provecho para nuestro ser.
Jesús, quien se preocupa por enseñarnos cómo vivir a plenitud, nos enseña que las personas que no conocen a Dios se preocupan por buscar todo este tipo de cosas, pero que en nuestro caso debe ser diferente, lo cual es lógico, ya que si creemos que Dios existe y que está con nosotros, ¿por qué estar ansiosos por alguna cosa?
Jesús nos enseña que, como hijos de Dios, lo que debemos buscar primero es el Reino de Dios y su justicia, en vez de afanarnos buscando cosas vanas y preocupándonos por lo que pasará mañana. He aquí algunos ejemplos de cómo debemos buscar el Reino de Dios y su justicia; mientras los lee, pídale al Espíritu Santo que entre a su corazón y le revele lo que haya en él que no esté bien; y después, que lo cambie y le ayude a ser la persona que quiere formar en usted.
1.     ¿En qué estás pensando?
Dios le dijo a Moisés, hace muchísimo tiempo, que le dijera al pueblo que su Palabra (la de Dios) debía estar constantemente en el pensamiento y el hablar de ellos. Desde que se levantaran hasta cuando se acostaran, cuando estuvieran caminando y cuando se encontraran con alguien. La verdad es que en la actualidad muchos cristianos no lo hacen. Esto no significa que apenas te encuentres con tus compañeros saques la Biblia y les empieces a predicar; no se trata de presentar a los otros y a ti mismo una apariencia de espiritualidad falsa; más bien se trata de un acto natural y cotidiano, se trata de pensar todo el tiempo en Dios, de tenerlo presente en todo lo que hagas; se trata de pensar constantemente en las promesas que te ha hecho y tener tus oídos bien abiertos para escuchar lo que Él te dice y te recuerda. En vez de estar pensando en cosas que no valen la pena y que sólo le hacen daño a tu mente, alimenta tu mente con la Palabra de Dios todo el tiempo; esto es buscar el Reino de Dios primeramente.
2.     ¿Qué estás haciendo?
Ciertamente, debemos cumplir con todos nuestros compromisos; si estás trabajando, buscar el Reino de Dios primeramente no significa que incumplas con tu trabajo y te excuses con “es que estaba orando”; si estás estudiando, no significa que seas irresponsable con tus estudios tampoco. Lo que significa buscar el Reino de Dios primeramente, es servirle a Dios con un corazón diligente y sincero; es dejar de pensar en ti mismo y empezar a pensar en la obra de Dios, más que en tus propias necesidades.
El servicio en la iglesia es parte fundamental, ya que la iglesia es la comunidad en la cual trabajamos para la obra de Dios. Si eres una persona con un pensamiento individualista,  cambia tu pensamiento, en el nombre del Señor, ya que solos no podemos hacer nada; necesitamos a Dios, pero también necesitamos a nuestros hermanos para hacer la obra de Dios. Piensa en qué puedes hacer para el beneficio de tu iglesia y no dudes en hacerlo, obviamente con la dirección del Espíritu Santo. No te quedes quieto si tu iglesia no está bien, no juzgues a las personas ni tampoco que piensen en ti como un mártir que vive en medio de lobos; más bien ora por tu iglesia todos los días; ¿sabías que Daniel oraba tres veces al día arrodillado hacia su ciudad natal, rogando a Dios que la reconstruyera ya que había sido destruida? Entonces, haz lo mismo con tu iglesia.
Si tienes un grupo de vida o eres maestro de una escuela dominical, no te conformes con dar una clase, y ya está; piensa durante toda la semana en la Palabra que vas a dar: preocúpate por vivirla antes de exponerla, ora por tus estudiantes y por ti mismo, también ora por aquellos que te enseñan a ti, mantén a tus estudiantes constantemente en tu mente y preocúpate para que aprendan lo que les estás enseñando. Y no sólo por el hecho de dar una clase y tener la conciencia tranquila te jactes de estar haciendo mucho.
Si aún no estás sirviendo en tu iglesia, pide al Espíritu Santo que te guíe a qué ministerio debes llegar. Si no servimos, no somos nada, pues Jesús mismo lo dijo. Y la verdad, esta cuestión de tener en primer lugar el Reino de Dios y su Justicia no es sólo orar, es servir y servir con todas nuestras fuerzas y amor, es dejarnos a nosotros mismos de lado y poner primero, literalmente, la obra de Dios.
¿Recuerdas la historia de Caín y Abel? ¿De qué parte quieres estar? ¿Quieres darle a Dios lo mejor que tienes o sólo las sobras? Piénsalo.
QUE DIOS TE BENDIGA
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará”
Salmo 1:1-3

Cuando no hay claridad - devocional

Después de terminar el diluvio, DIOS no llamó de inmediato a Noé para que saliera del arca, sino hasta que transcurrieron unos días. Seguro que durante esa demora la duda atormentó a Noé y los suyos. Quizá los familiares de Noé le instaron a abrir la puerta del arca a pesar de que DIOS no lo había ordenado. No obstante, Noé se mantuvo obediente a DIOS y esperó hasta recibir la dirección del Señor para salir del arca (Génesis 8)
José, después de haber interpretado atinadamente los sueños del copero y el panadero, esperaba salir en libertad, pero no fue así. Tuvieron que pasar un par de años más para que fuese llevado ante el faraón. Durante ese tiempo, seguramente hubo en su corazón preguntas como, ¿por qué estoy en prisión si sólo he obedecido a DIOS?, ¿por qué mis sueños cada vez parecen más distantes?, ¿acaso DIOS se olvidó de mí? Pero al final el Señor le llevó de la cárcel al palacio para ser segundo del faraón (Génesis 41), salvar a su familia y así cumplir el sueño que le había sido dado por DIOS.
Después de que el Señor Jesús entregó Su cuerpo en la Cruz, éste fue puesto en una tumba. Asimismo se derrumbaron todas las expectativas y la esperanza de los apóstoles, pues estos se escondieron. Pero al tercer día Jesucristo se levantó de los muertos.
Cuando no exista claridad en tu vida, recuerda las promesas y palabras que DIOS ha hablado a tu vida y échales tu ancla. Y así como a muchos antes que a ti, el Señor recompensará tu espera y fidelidad con lo mejor.
Cuando falte claridad en tu vida, acércate de todo corazón a Jesús y Él te permitirá escuchar su dulce voz dándote claridad.

Mantente firme y recuerda que DIOS siempre llega a tiempo.

No hagas tu corazón de piedra - Mensajes de ánimo - vídeo

La primera impresión que viene a la mente al pensar en un corazón de piedra es un corazón duro, sin sentimientos, que tiene muy pocas probabilidades de conmoverse, de sentir algo bueno, imposibilitado para amar, cerrado a creer, sin vida ni esperanza.
Cuando experimentamos cosas que nos lastiman o nos hacen daño, todos activamos un mecanismo de defensa. Tal como ocurre cuando se forman las perlas, cuando apenas entra un granito de arena en la ostra y, ésta ya forma, inmediatamente, una capa dura de nácar que lo cubre, de la misma forma, cuando somos lastimados o alguien daña nuestro corazón, además de sentir tristeza, nos viene un sentimiento de querer evitar a toda costa que alguien más pueda hacerlo de nuevo, pero dejar que el corazón se cierre no siempre es la mejor manera de cuidarlo.
Cuando creer en algo o en alguien te trajo resultados que no esperabas o sufriste algún rechazo, el corazón duele y trata de protegerse levantando muros, que si no prestas atención llegan a medidas tan altas que después ni tú mismo puedes cruzar, se endurece, se niega a creer o confiar otra vez por temor a ser herido nuevamente.
corazon de piedraEn medio de una decepción, el peor error que puedes cometer es aislarte; sentirte defraudado, traicionado o usado te hace creer que tal vez como persona no vales lo suficiente para alguien más, baja tu autoestima y tu confianza en ti mismo a un grado en el que ni siquiera tú crees en ti; pero si algo debes saber es que tu valor no lo determinan las personas que te fallan, tampoco las que te hacen halagos, tu valor lo puso Dios desde antes que llegaras al mundo, y ese fue un precio altísimo que nada ni nadie puede cambiar.
La mejor manera de sanar tu corazón es entregándole a Dios tu dolor; Él es el único que puede hacer algo al respecto, curar las heridas que ni siquiera el tiempo puede borrar, sanarlo, restaurarlo y hacer que, aunque por el dolor se haya endurecido, vuelva a ser el corazón contento y lleno de vida que un día fue.
No dejes que tu corazón se endurezca a causa de las heridas. No dejes que lo que has vivido  provoque en ti insensibilidad o incredulidad, no permitas que las situaciones difíciles conviertan tu corazón en una piedra fría y sin fe en los buenos sentimientos, no renuncies al amor y la confianza, renuncia solamente a aquello que te ha hecho perderlos.
Perdona, olvida. Si te parece difícil permite que Dios lo haga, confía nuevamente, no te cierres a la posibilidad de lograr lo que has esperado, que tus tropiezos no sean motivos para que te quedes tirado a medio camino, sino que te impulsen a levantarte cada día creyendo que lo que no se da es porque hay algo mejor.
Tal vez tu paisaje se nubló de tristeza y desilusión; entonces es el momento de cambiar el rumbo de tu mirada, pues así como el sol se oculta por el poniente, cada mañana nace de nuevo por el oriente.

Dios está dispuesto a reparar tu corazón, permite que sane cada herida para que puedas darte cuenta que, por más lastimado o endurecido que esté tu corazón, en sus manos puede ser restaurado.