Todos necesitamos amor
El ser humano tiene la necesidad imperiosa de ser amado y de amar. A pesar del avance tecnológico actual, de los ordenadores de alto nivel, de los móviles inteligentes en las palmas de las manos, y de la famosa red mundial de Internet, el hombre de nuestros días no se satisface con nada de esto y continúa a la búsqueda, al precio que sea, de un "amor sincero", de un "alma gemela", un compromiso "sincero", una camaradería "excelente", de una "sintonía espiritual" con alguien de sus semejantes.


El plan de Dios desde las edades eternas
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, formando armónicamente y en sintonía perfecta la Santa Trinidad, de tal forma que no hay palabras humanas para describirlo.
Dios es persona y en Él hay un componente relacional muy fuerte. Dios desea a cualquier precio tener una relación de amor, un lazo eterno, una danza eterna con Sus criaturas. No sabemos ciertamente por qué hay este deseo tan vehemente en el corazón de Dios, pero la realidad es que desde las edades eternas Él tiene un plan, muy complejo, para establecer esta relación con algunas almas que divinamente han sido escogidas y que, al final de los tiempos, serán atadas y controladas eternamente por las cuerdas de amor del Salvador.