En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación
por nuestros pecados.
1ra de Juan 4:10.
La firmeza del amor de Dios
Cuando alguien cree en el Evangelio para salvación se debe a que Dios, en su misericordia, venció la resistencia y la dureza de su corazón.
Dios es quien puede hacerlo, según Su voluntad, porque es soberano y nada puede detener el Poder de Su Mano. (Efesios 1:11, Daniel 4:35, Juan 10:28).
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. (Mateo 16:15-17).
Cuando es Dios quien enamora y conquista al pecador, ni el más impío puede resistirse a la fuerza de Su amor, a esto se le llama en teología la Gracia Irresistible de Dios.
Es así porque para Dios no hay nada imposible. (Lucas 1:37). Y el libre albedrío del hombre nunca podrá ser más grande que la soberanía absoluta de Dios.
Cuando alguien cree en el Evangelio para salvación se debe a que Dios, en su misericordia, venció la resistencia y la dureza de su corazón.
Dios es quien puede hacerlo, según Su voluntad, porque es soberano y nada puede detener el Poder de Su Mano. (Efesios 1:11, Daniel 4:35, Juan 10:28).
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. (Mateo 16:15-17).
Cuando es Dios quien enamora y conquista al pecador, ni el más impío puede resistirse a la fuerza de Su amor, a esto se le llama en teología la Gracia Irresistible de Dios.
Es así porque para Dios no hay nada imposible. (Lucas 1:37). Y el libre albedrío del hombre nunca podrá ser más grande que la soberanía absoluta de Dios.
Algunos creyentes no lo aceptan
Dios persigue a sus escogidos
Los elegidos sienten un llamado interno al cual no pueden resistir, y es la fuerza del Espíritu Santo que está trabajando en lo más profundo de sus almas sin tregua alguna.
¿Ha pensado usted en Dios? Pues Dios no cesa de pensar en usted. ¿Ha tratado de sacar a Dios de su vida y no ha podido? Pues Dios no dejará perder su alma. Si lo buscamos es porque Él nunca ha dejado de atraernos con sus cuerdas de amor. (Oseas 11:4).
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. (Romanos 3:10-11).
Los elegidos sienten un llamado interno al cual no pueden resistir, y es la fuerza del Espíritu Santo que está trabajando en lo más profundo de sus almas sin tregua alguna.
¿Ha pensado usted en Dios? Pues Dios no cesa de pensar en usted. ¿Ha tratado de sacar a Dios de su vida y no ha podido? Pues Dios no dejará perder su alma. Si lo buscamos es porque Él nunca ha dejado de atraernos con sus cuerdas de amor. (Oseas 11:4).
porque Dios es el que en vosotros
produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad.
(Filipenses 2:13).
Así que no depende del que quiere,
ni del que corre, sino de Dios
que tiene misericordia.
(Romanos 9:16).
Si estamos en el mismo sentir
Debemos reconocer que es Dios quien se ha enamorado de nuestras almas. Su amor nos ha perseguido durante toda nuestra existencia en esta vida terrenal.
¡Aleluya! ¡Sea Dios Glorificado!
¡Dios nos ha conquistado!
Nosotros lo amamos a él, porque Él nos amó primero. (1 Juan 4:19).
Debemos reconocer que es Dios quien se ha enamorado de nuestras almas. Su amor nos ha perseguido durante toda nuestra existencia en esta vida terrenal.