viernes, 24 de agosto de 2012

Manejando La Ira - Cristianismo - vídeo

La ira ha llegado a representar muchos sentimientos fuertes y negativos en los seres humanos. (Agotamiento excesivo, vergüenza excesiva, frustración excesiva, rechazo).
No todo lo que se clasifica como ira es una violación de la ley de Dios.  Efesios 4:26 dice: Airaos pero no pequéis, lo cual demuestra que hay una diferencia entre una emoción intensa y una hostilidad furiosa que se condena persistentemente en la Biblia.
La ira no es sólo algo emocional, sino también bioquímico.
Nuestra reacción al sentimiento de ira es más intencional y sensible al control de nuestra voluntad. Cuando repetimos el suceso perturbador una y otra vez, en nuestras mentes, y buscando oportunidades para vengarnos o estallamos de ira, hemos cruzado la línea y entramos en lo que es pecaminoso.
La Biblia habla del dominio propio y dependiendo del temperamento individual, algunos van a hacerlo mejor que otros, pero contamos con la ayuda del Espíritu Santo quien nos guía tiernamente en la dirección que Él requiere.
La ira inaceptable es la que nos guía a hacerle daño a nuestro prójimo.  Andamos por un terreno peligroso cuando nuestros pensamientos y acciones comienzan a guiarnos hacia una actitud de odio.  Ni siquiera la defensa del Señor Jesucristo justificaría esa clase de agresión.
Jesús dijo: que presentemos la otra mejilla, sabiendo que Satanás puede hacer un uso devastador de la ira en una víctima inocente.  Además dijo en Mateo 5:22: Cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio.  La ira pecaminosa puede ocurrir dentro de la mente aunque nunca llegue a mostrarse en el comportamiento.
Debemos armonizar los descubrimientos psicológicos de que la ira se debe ventilar con el mandamiento bíblico de que seamos  “lentos para la ira”.  Dios no quiere que reprimamos nuestra ira enviándola al banco de la memoria sin que la hayamos resuelto.
Algunas maneras de poner en libertad a las emociones que se encuentran reprimidas:
  1. Hacer del problema que nos irrita un motivo de oración.
  2. Explicar nuestros sentimientos negativos a una tercera persona, que sea madura y comprensiva, la cual puede aconsejarnos y guiarnos.
  3. Ir a la persona que nos ha ofendido y mostrarle un espíritu de amor y perdón.
  1. Comprender que muchas veces Dios permite que ocurran acontecimientos, que nos frustran y perturban enormemente, para enseñarnos a tener paciencia y ayudarnos a crecer.
  2. Darnos cuenta de que no hay ninguna ofensa que alguien nos haga que pueda ser igual a nuestra culpa delante de Dios, y sin  embargo, Él nos ha perdonado; ¿no estamos obligados nosotros a mostrar la misma misericordia a otros?
En este asunto de la ira necesitamos devolver bondad en lugar de hostilidad.  Jesús dijo: “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.  Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. Mt. 5:43-44.
Gracias a Dios tenemos emociones y podemos airarnos, pero además de esas emociones y la libertad que Dios nos da para ser nosotros, Él nos ha provisto, a través de Jesucristo, del dominio propio para que no nos dejemos llevar por esta emoción y cometamos errores de los cuales tengamos que lamentarnos amargamente.
“Airaos pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo y no deis lugar al diablo” Efesios 4: 26. 
No estamos solos, contamos con la ayuda del Espíritu Santo quien nos guía y nos transforma, sólo necesitamos estar dispuestos a cambiar y dejarnos guiar por Él.


Celebraciones en Tiempos Difíciles - Crecimiento Personal

Esta es una época realmente particular, porque el consumismo nos arrastra cual tornado. Hay un ataque masivo que nos invita a comprar, a consumir y a celebrar. Es aún más difícil para las personas que tienen niños y niñas porque no existe  “presa” más vulnerable que ellos y ellas….
Sin embargo, tristemente, es también una época difícil porque las heridas del alma tienden a abrirse o a doler más durante estas épocas. Las pérdidas de los seres queridos, la pérdida de la pareja por un inminente divorcio o una separación, los problemas familiares…. En fin, ante estas situaciones, quisiera compartir con usted estos pensamientos que espero le ayuden en algo.
Recuerde que esta es una época comercial y satisfactoriamente para el comercio las emociones venden. No es casual que veamos en los anuncios de televisión propagandas basadas en familias que compran juntas o que se entregan regalos mientras comparten todos sonrientes una cena…. Sí, esto puede pasar; algunas familias tienen la bendición de poder compartir juntos estas fechas; sin embargo, difícilmente verá propaganda dirigida a mujeres solas que crían hijos, o parejas en pleno proceso de divorcio, o cómo vender a una familia que está sobrellevando un duelo.
Hace algunos días compartía con una mujer que lloraba pensando en qué haría en estas fechas sin su esposo. Él había decidido dejar el hogar. La mujer, en medio de su llanto, recordaba las celebraciones que habían pasado juntos y todo lo que habían compartido en otras épocas. Después de una larga conversación, llegamos a la conclusión de que en realidad la separación hubiese sido igual de difícil  en cualquier mes del año. Lo doloroso no era en sí la fecha, pues de haber estado juntos no tenía la garantía de poder tener una linda celebración, ya que la relación se había deteriorado tanto, que en los últimos meses cada vez que uno se cruzaba frente al otro se  armaba una batalla campal. Era importante que ella llorara su pérdida y que sobre todo afrontara los cambios que venían a su vida con la separación, sin ligarlo todo a la fecha.
Para los que hemos perdido un ser querido ésta es una época dura. La ausencia se siente más durante los primeros años, aún más cuando la pérdida es el resultado de una muerte inesperada o traumática.
Si usted se encuentra en una de estas situaciones, tome en consideración lo siguiente:
Nadie dice que usted tiene que estar en un 100% en éstas fechas. No es requisito indispensable que usted reproduzca las imágenes que le venden en la publicidad. Sea consciente de que si usted está viviendo una pérdida en éste momento, usted tiene todo el derecho de vivir su pérdida cómo usted quiera.
Haga su mejor esfuerzo pero no se exija de más ni se engañe a sí mismo pensando que todo es igual.
Comunique a sus seres queridos que usted está intentando sobrellevar su pérdida y que va a tratar de unirse a la celebración, pero que de ser necesario se apartará de la misma si así lo siente. Busque su paz interna en estos días y no se deje llevar por la fiebre de la celebración.
No se trata de aislarse. Usted no se murió. Sigue teniendo familia, hijos/as, amigos, amigas. Ellos pueden convertirse en un apoyo para sobrellevar estos momentos difíciles. Pero a la familia, a los amigos/as, a los hijos/as también debemos enseñarles a reconocer los sentimientos y las emociones de los demás, y a que comprendan que todos tenemos derecho a sentirnos en algún momento de nuestras vidas tristes o perdidos.
Sin querer menospreciar un evento, creo que la separación de la pareja a veces puede ser más dolorosa que una muerte; porque en la muerte perdimos para siempre a nuestro ser amado, no va a estar ya más con nosotros, no porque él o ella así lo quisieran, sino porque así lo quiso Dios;  y ante esto no hay quien se oponga. Sin embargo, en una separación sucede que no estamos con la persona porque alguno de los dos lo decidió así, y es aún más difícil sobreponerse a esta situación cuando hay que soportar además el peso y el dolor de una infidelidad.
En las separaciones, se  conjugan en esta época las disputas por compartir a los hijos; la supervisión de qué y quién regala y cuánto cuesta; si hay personas “ajenas” que van a compartir con los hijos/as, cuándo celebraran con papá y cuando con mamá….
Ante todo, trate de negociar en la medida de lo posible antes de que lleguen estas fechas. Establezca qué es negociable para usted y qué no es negociable. La otra parte también debe hacerlo.
Eviten poner a los niños/as en medio, no los pongan a escoger, porque decidan lo que decidan  pueden llevarlos  a experimentar sentimientos de culpa por haber “dejado” a alguno de los dos; en cambio, si ustedes deciden, ellos  solo asumirán lo designado. Esto en caso de ser niños pequeños. A los adolescentes,  sí es importante saber su parecer, sabiendo que la decisión final pesa sobre ustedes. Desde mi perspectiva muy personal, y aclaro que es mi opinión, creo que  es recomendable no involucrar muy rápidamente a los niños/as en nuevas relaciones sentimentales que tengan mamá o papá. Déjenlos que ellos y ellas asimilen una cosa a la vez.
Evite castigar a su expareja utilizando a sus hijos/as en estas épocas. Hay muchos adultos que hoy en día andan peleados con ellos mismos en estas fechas porque sus recuerdos de infancia no les permiten disfrutar.
Recuerde que, ante todo, estas son épocas para compartir y para celebrar. Creo que a muchos nos ha tocado pasar pasar tiempos difíciles y nos hemos logrado sobreponer. Trabaje en eso. Permítase vivir un día a la vez. No se exija más allá de lo que pueda dar. Recuerde que Dios es su amparo y su fortaleza y que Él será su pronto auxilio y sobre todo, aduéñese de lo que nos promete en el salmo 23; junto a aguas de reposo, Él le hará descansar y sobre aguas de reposo, le pastoreará, confortará su alma….

Tormentas - reflexiones

Cuentan que un día un campesino le pidió a Dios que le permitiera mandar sobre la Naturaleza para que -según él – le rindieran mejor sus cosechas.
¡Y Dios se lo concedió!
Entonces, cuando el campesino quería lluvia ligera, así sucedía; cuando pedía sol, éste brillaba en su esplendor; si necesitaba más agua, llovía más regularmente; etc.
Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor fueron grandes porque resultó un total fracaso. Desconcertado y medio molesto le preguntó a Dios por qué salió así la cosa, si él había puesto los climas que creyó convenientes.
Dios le contestó: “Tú pediste lo que quisiste pero no lo que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, para ahuyentar aves y animales que la consumen, y para purificarla de plagas que la destruyan…”-
Así nos pasa: queremos que nuestra vida sea puro amor y dulzura, nada de problemas.
El optimista no es aquel que no ve las dificultades, sino aquel que no se asusta ante ellas, que no se echa para atrás. Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.
Por eso hace falta una verdadera tormenta en la vida de una persona, para hacerla comprender cuánto se ha preocupado por tonterías, por chubascos pasajeros.
LO IMPORTANTE NO ES HUIR DE LAS TORMENTAS, SINO TENER FE Y CONFIANZA EN QUE PRONTO PASARÁN Y NOS DEJARÁN ALGO BUENO EN NUESTRAS VIDAS.
Habacuc 3:17-19
Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos; aunque mienta la obra de la oliva, y los labrados no me den ni para mantenerme. Aunque las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales; con todo eso yo me alegraré en el Señor y me gozaré en el Dios de mi salvación. El Señor es mi fortaleza… y me hará andar sobre alturas.
Nahúm 1:7
Bueno es Dios para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en Él confían.
Salmos 9:9
Y será Dios refugio al pobre. Refugio para el tiempo de angustia.

El Consolador - Espíritu Santo - vídeo

¿Quién es el Espíritu Santo?

Pedro creyó (Hebreos 5::3,4) en el Espíritu Santo como la representación de Dios en nuestro corazón.
Pedro le llamó (Juan 14:16,17) el Consolador, que "vive y estará en vosotros"
Por la promesa de Jesús: "Rogaré y Él os dará otro Consolador. 
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es una persona al igual que el Padre y el Hijo.

¿Cómo ser lleno del Espíritu Santo?

La vida cristiana es una gran aventura. Es una vida llena de propósito y poder. Cristo nos dio las más increíbles promesas. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (Juan 14:12,13)
Pero claro, nosotros no podemos, por nuestras propias fuerzas, realizar estas grandes obras que Él ha prometido que haríamos. Es Cristo mismo, en todo el poder de su resurrección, viviendo "en y a través de nosotros", quien nos capacitará por su Espíritu Santo para hacer estas "grandes obras".
Este poder Omnipotente, el poder del Espíritu Santo, al igual que pasó con los discípulos del Señor, estará disponible también para usted para capacitarle a vivir una vida santa y fructífera para Cristo Jesús.

¿Por qué vino el Espíritu Santo?

Al recibir a Jesucristo en nuestra vida, como nuestro Señor y Salvador, el Espíritu Santo vino a vivir en nosotros (I Corintios 3:16).
De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.  Juan 3:5
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.   Juan 16:13
Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Juan 16:14
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8

¿Qué significa ser lleno del Espíritu Santo?

La palabra "lleno" significa ser dirigido y fortalecido por el Espíritu Santo. Puesto que el Espíritu Santo vino para glorificar a Cristo (Juan 16:14) y es el Espíritu de Cristo (Romanos 8:9), ser lleno con el Espíritu Santo es ser lleno de Cristo mismo o permanecer en Cristo. Es decir, vivimos en una constante dependencia de Cristo, reconociendo que nos capacita a vivir de acuerdo con Su Voluntad. Este maravilloso hecho de que Cristo vive en nosotros y expresa su vida a través de nosotros por el poder del Espíritu Santo es una de las verdades más importantes de la Palabra de Dios. Jesús no quiere que usted viva la vida cristiana. Él quiere vivir la vida cristiana a través de usted. 
Esta fue la gloriosa experiencia del apóstol Pablo cuando dijo en Gálatas 2:20 "Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí".
Ahora, "nuestra voluntad" es "Su Voluntad".

Como resultado en nuestras vidas de permanecer en Cristo "llevaremos mucho fruto". "Estaremos totalmente enriquecidos por Él".
M.G.L.

Fortaleza - Reflexiones - Hoy… Me Rodeará Su Fortaleza

¿Nunca has pensado que cuando te hallaste en medio de la tormenta, gritando en voz alta, llorando, nadie te ayudó? Gritaste, gritaste alto y todos pensaron que mentías.
De repente te levantaste y retomaste la fortaleza con fe renovada, peleaste hasta el final. De repente ganaste, simplemente en ese momento. Has ganado, lo creas o no.
¿Has pensado alguna vez de dónde vino la fortaleza? Reside dentro de nosotros desde el comienzo hasta el final. Sólo si confiamos en el valor que tenemos podemos solucionar todos nuestros problemas dentro de nosotros mismos. Si no podemos, ¿cómo podrán otros?
Sólo nosotros conocemos nuestros deseos y sólo nosotros sabemos nuestros planes. Así que no busquemos fuera, tan sólo bien dentro. Obtendremos todas las respuestas si tan sólo escuchamos en quietud.
Los problemas nunca cesarán. ¿Cuántas veces tocaremos la puerta afuera? ¿Cuántas veces estará la gente a nuestro lado? Dejémoslo aquí y así; pelea por ti mismo con toda tus fuerzas.
Ganarás porque posees la fortaleza, y aunque no la tengas no te arrepentirás de intentarlo.
Creo que este parágrafo lo dice todo: hace una pregunta y presenta la respuesta. Se trata de creer en nuestras propias capacidades en lugar de buscar en otro las respuestas.
Ankeeta Sausan
Pero por encima de todo, nunca olvidemos que la fuente de esa fuerza que está dentro de nosotros, es Dios. Él es nuestra fortaleza. Cuando crees que no puedes, míralo a Él y entonces verás como esa fortaleza crece dentro de tu corazón.
El Señor es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. Éxodo 15:2
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. 2 Sam 22:3
Te amo, oh Señor, fortaleza mía. Salmo 18:1

Hierro y metal tu calzado, y como tus días tu fortaleza. Deuteronomio 33:25.
Dos cosas son concedidas al peregrino: el calzado y la fortaleza.
El calzado es necesario para viajar por los caminos malos, y debemos pisar mortales enemigos.
No caminaremos descalzos; esto no estaría acorde con príncipes de sangre real.
Nuestro calzado no será de un material cualquiera; tendrá suelas de metal duro que no se gastarán aunque el viaje sea largo y penoso.
Estaremos protegidos en la medida de las necesidades del camino y del combate.
Por lo tanto, caminaremos intrépidos, sin temor alguno, aunque tengamos que pisar serpientes y dragones.
Nuestra fortaleza será tan duradera como los días de nuestra vida y estará en proporción con el trabajo y la carga que llevemos.
Las palabras son cortas pero el significado es completo. Si en este día nos sobreviene una prueba penosa o un trabajo que requiere toda nuestra energía, también se nos concederá una fortaleza adecuada.
Esta promesa, hecha a Aser, también ha sido hecha a todos aquellos que tienen fe para apropiársela.
Tengamos esa santa osadía que la promesa de Dios está destinada a producir en el corazón del creyente.
Hoy su fortaleza será vista en gran despliegue.
Señor, Gracias. Tú me preparas para el camino duro y me prometes tu fuerza en este día. Amén