martes, 27 de noviembre de 2012

Si todos te defraudan - Devocional - vídeo

Muchas personas tienen el problema de que esperan demasiado de las demás y al no recibir lo que esperan, terminan decepcionándose de ellas.
A veces no somos lo que los demás esperan que seamos, no somos los amigos que los demás quisieran que fuéramos, no somos las buenas personas que los demás esperan que seamos, sino que simplemente somos imperfectos, incapaces de poseer todos los requisitos que los demás esperan de nosotros.
Uno de los mayores problemas que todos tenemos es tratar de quedar bien con todos, algo que parece totalmente imposible, pero a pesar de que interiormente sabemos que es muy difícil hacerlo, siempre terminamos sintiéndonos mal por no ser la persona que otros quisieran que fuéramos.
¿Alguna vez te has sentido defraudado por alguien? ¿Has sentido esa sensación producida cuando esas personas de las que siempre esperaste algo bueno te dan la espalda? ¿Has confiando en alguien y, al no responderte como esperabas, te ha quedado un mal sabor de boca?
Conozco personas que al decepcionarse de alguien han optado, incluso, por alejarse de Dios. En muchas iglesias del mundo, cuando un pastor o líder falla, los congregados terminan yéndose. Y... ¿yo me pregunto: ¿Por qué alejarse de Dios cuando un hombre falla? ¿En quien creíamos?, ¿en Dios o en ese hombre?
Debemos entender que TODOS, absolutamente TODOS, nos van a fallar en algún momento de la vida. No tenemos que idealizar a las personas creyendo que son perfectos porque nos llevaremos grandes decepciones.
Yo soy uno de los más imperfectos que existen; cuando tengo confianza con alguien, le digo siempre que no se haga ilusiones conmigo, porque terminaré defraudándole, porque sé que soy imperfecto, que no podré ser el tipo de persona que se espera de mí. Soy un simple humano imperfecto que lucha cada día de mi existencia por tratar de agradar a Dios, y en mi intento diario fallo en muchas ocasiones, pero este humano imperfecto no se cansará hasta el último día de su existencia de intentar agradar al Señor.
Sólo hay alguien del que nunca nos vamos a sentir defraudados, alguien de quien nunca encontraremos error alguno y, aunque en muchas ocasiones nos enojemos con Él, le reclamemos y hasta lo amenacemos, Él sigue amándonos de igual forma y sigue extendiendo su mano para ayudarnos; ese es DIOS.
Dios nunca se defrauda de nadie, porque nunca se ilusiona con alguien, Él nos conoce a  la perfección, sabe lo imperfectos que somos, lo mal que a veces actuamos, las cosas que pensamos, los deseos que sentimos, los planes que queremos llevar a cabo y, sin embargo, siempre está allí para extendernos su mano, para levantarnos, para restaurarnos, para darnos nuevas oportunidades.
Quizá los últimos días te has sentido defraudado por personas a las que apreciabas mucho, personas de las cuales esperabas mucho y sin embargo no te dieron ni siquiera un poquito. Aunque parezca duro decírtelo en este momento, tú eres el culpable de ese sentimiento que ahora te embarga, porque esperaste demasiado de una persona imperfecta como tú y, cuando haces eso, es obvio que terminarás decepcionándote duramente.
Es momento de poner nuestros ojos en Jesús de quien nunca encontraremos error alguno,. Es hora de dejar de ver a los demás como personas perfectas o incapaces de fallarnos; al contrario, veamos a cada persona como un candidato a defraudarnos en cualquier momento de nuestra vida, para que cuando eso pase podamos entenderlo y podamos amarle de la misma forma que antes.
Cuando comprendemos que todos somos imperfectos, aprendemos a amar y no a juzgar, a levantar y no a pisotear, a ayudar y no a sepultar; porque nos damos cuenta de que cualquiera de nosotros puede, en algún momento, estar en el lugar de esa persona, porque al fin y al cabo también somos igualmente imperfectos.
Respeta a las personas pero no te ilusiones con ellas; si quieres admíralas, pero nunca las idealices porque son como tú, personas imperfectas buscado agradar y servir a un Dios perfecto.
Y si te sientes defraudado por medio mundo, es hora de volver tu mirada hacia el lugar de donde nunca tuviste que desviarla, esto es: a JESÚS, SEÑOR NUESTRO.

¡SI TODOS TE DEFRAUDAN, JESÚS NUNCA LO HACE!

“Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios.” 

Hebreos 12:2 (Traducción en lenguaje actual)

Lejos de Dios - Meditación, devocional

¿Has reflexionado los últimos días sobre la vida que estás viviendo? ¿Sobre cómo, sin darte cuenta, has perdido aquella sensibilidad espiritual que te caracterizaba? Ahora orar, leer la Biblia, congregarte o servir ya no son tan “emocionantes” como al principio.
Algo pasó, tuvo que haber un momento en donde, seguramente, descuidaste tu relación personal con Dios, en donde quizá comenzaste a acomodarte a vivir una vida que va caminando un poco alejado de Dios sin necesidad de llegar a la perdición total.
Debemos ser conscientes de que alejarse de Dios no solamente es ir y pecar deliberadamente; en ocasiones, a pesar que hacemos lo mismo que hemos hecho los últimos años en la Iglesia, podemos vivir lejos de Dios.
A veces estamos tan lejos de Dios que apenas escuchamos su voz, estamos tan lejos que apenas lo sentimos, estamos tan lejos que ya ni obedecemos al Espíritu Santo cuando nos redarguye.
Quizá tú seas un buen servidor o una buena servidora de Dios, sin embargo las últimas semanas o meses has vivido lejos de Dios. Querrías sentir aquel deseo de buscar de Dios, aquella hambre que un día tuviste, aquel anhelo de no dejar la presencia de Dios, pero...
Quisieras llorar mientras le adoras, llorar mientras le buscas, quisieras derramar tu alma en su presencia, pero tu mismo distanciamiento con Dios no te permite ser sensible a su presencia ni audible a su voz.
Hoy es un día para no sólo reflexionar sobre cuán lejos estás de Dios, sino para acercarte a Él. Hoy tienes que ser sincero contigo mismo y reconocer que poco a poco te has alejado de Dios; quizá realizas las mismas actividades de siempre: vas a la Iglesia, sirves, invitas, predicas, cantas, enseñas a los niños, cualquier cosa que puedes hacer para Dios, pero a pesar de ello puede que te encuentres lejos de Él.
Estas palabras no son para todos, son nada más para las personas cuyas vidas redarguye Dios en este momento, para aquellos que se identifican con el hecho de servir a Dios pero están lejos de Él. Especialmente para ellos estas humildes palabras:
“Cuando Dios te llamó, vio en ti lo que nadie más había visto. Él te rescató, te perdonó, te restauró y te hizo la persona que ahora eres. Por Él y para Él has alcanzado mucho más de lo que un día imaginaste poder alcanzar; por esta razón anímate a acercarte nuevamente a Dios. No digas que no puedes, no digas que jamás será lo mismo, no digas que ya no será igual, porque Dios siempre ha estado allí, nunca ha cambiado, siempre te ha amado igual que el primer día que te vio, sus planes nunca han cambiado, su propósito para tu vida es el mismo que siempre ha tenido. Por lo tanto deja a un lado ese acomodo y esa insensibilidad espiritual que te están matando poco a poco y comienza a reaccionar, comienza a buscar a Dios, comienza por disponer tu corazón y tu mente sólo y totalmente para Él. Dios quiere encontrarse contigo, Él quiere que le hables con sinceridad, Él quiere usarte grandemente, Él quiere cumplir el propósito para el cual te llamó; por lo tanto deja de estar alejado de Él, vuelve al sendero de Dios, doblega tu voluntad, deja a un lado el cansancio e intenta, y no te canses de intentar, mantenerte cerca de Él, porque cuando estás cerca de Él, entonces eres FUERTE. ¡Adelante! ¡Que no se te olvide que tú eres un guerrero o una guerrera de Dios! ¡Que no se te olvide que has sido llamado para grandes cosas! ¡Tienes que ponerte de pie y comenzar a hacer lo que mejor sabes, o sea, BUSCAR A DIOS muy de cerca!”
Hoy Dios va a poner en tu corazón la disposición total de acercarte a Él, hoy Dios pondrá en ti tanto el querer como el hacer, como lo dice su Palabra: “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Filipenses 2:13 (Reina-Valera 1960).
¡Levántate y no te des por vencido!, ¡Tú naciste para que Dios cumpliera un propósito perfecto en tu vida! ¡Jamás pienses que no se cumplirá!

¡Acércate hoy a Él!


“Pero ahora ustedes, que estaban lejos de Dios, ya han sido acercados a él, pues están unidos a Jesucristo por medio de su muerte en la cruz.” 

Efesios 2:13 (Traducción en lenguaje actual)

Hoy… La Paz De Dios Estará Conmigo

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. Filipenses 4:9.
Es excelente poder imitar a una persona con provecho, como por ejemplo al apóstol Pablo. ¡Ojalá pudiéramos imitarle hoy y todos los días de nuestra vida! Si con la ayuda de Dios ponemos en práctica las enseñanzas de Pablo, podremos reclamar el cumplimiento de la promesa que se nos hace en su exhortación. ¡Y qué promesa!
Dios, que ama la paz, que es el Autor de la paz y que inspira paz, estará con nosotros. "Paz a vosotros", he ahí una magnifica bendición. Pero mucho más rica bendición es saber que con nosotros está el Dios de Paz. De este modo tenemos el manantial con todos sus riachuelos, el Sol con todos sus rayos. 
Si el Dios de paz está con nosotros, gozaremos de esa paz que sobrepasa todo entendimiento aunque las circunstancias exteriores se conjuren para destruirla. En las contiendas de los hombres, nosotros podremos convertirnos en pacificadores si el autor de la paz está con nosotros. La auténtica paz se halla en el camino de la verdad.
Y, si con el pretexto de extenderla, abandonamos la fe o nos apartamos del camino de la justicia, caeremos en un gravísimo error. Ser primeramente puros y después pacíficos, tal es el orden de la sabiduría y de la verdad. Mantengámonos en la senda trazada por Pablo, y el Dios de paz estará con nosotros como lo estuvo con el apóstol.
Hoy me siento seguro de la paz de Dios la cuál siempre me sostendrá.
Señor, Gracias por darme tu paz como un elemento sustentador de mi fe en el largo recorrido de la vida. Ayúdame a disfrutarla al máximo.

La carrera - Cortometraje Cristiano


Una conmovedora historia basada en un acontecimiento real.

De la Frustración a la Composición - Reflexiones - vídeo

Hacía más de doscientos años que los cristianos no tenían bonitos himnos como los tenemos ahora. Todo lo que existía, en cuanto a canto se refiere, eran algunas malas versiones de los Salmos e himnos mal arreglados.
Un muchacho, que siempre asistía a los cultos, siempre salía de ellos disgustado por los himnos, hasta que un día fue y le dijo a su padre:
—Padre, ¿por qué cantan himnos tan feos en el templo?
—Si no te gustan, le contestó duramente el padre, escribe otros mejores.
Isaac Watts, que así se llamaba el muchacho, no se disgustó, sino que ese mismo día escribió un himno y lo llevó para que lo cantaran en la iglesia. El himno gustó tanto que rogaron al muchacho que escribiera otros, a lo cual él accedió gustoso. Escribía himnos cada vez que sentía deseos de hacerlo y continuó escribiéndolos durante toda su vida. Uno de los himnos más hermosos que escribió y que se ha traducido a muchos idiomas es: “Al Contemplar la Excelsa Cruz”. Otro de sus hermosos himnos es: “Dominará Jesús el Rey”.
Este muchacho a los siete años ya estudiaba gramática avanzada y latín; a los nueve aprendió el griego; a los diez el francés; y a los trece el hebreo. A los quince aceptó a Cristo como su Salvador, a los veinticuatro predicó el primer sermón y continuó predicando y escribiendo himnos hasta una edad avanzada, pues murió a los setenta y cuatro años de edad.
Que la vida de este gran siervo de Dios pueda servir de ejemplo a todos los niños, y que entreguen su vida al Señor ahora que están en la flor de la vida, pues quién sabe cuántos irán a ser personajes distinguidos en la obra del Señor como lo fue Isaac Watts.
Isaac pasó de la frustración de estar en una iglesia que no tenia buenos cantos a compositor excelente. No seas simplemente un crítico más; mira que si tú ves el problema, es casi seguro que tú mismo tienes la solución. Críticos hay muchos, gente que construya de verdad hay pocos. Hoy tú puedes hacer la diferencia donde estás.
Jabal tuvo un hermano llamado Jubal, quien fue el antepasado de los que tocan el arpa y la flauta.Génesis 4:21
Ordene ahora nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen un hombre que sepa tocar el arpa, y cuando el espíritu malo de parte de Dios esté sobre ti, él tocará el arpa con su mano y te pondrás bien. I Samuel 16:16
Uno de los cortesanos sugirió: Conozco a un muchacho que sabe tocar el arpa. Es valiente, hábil guerrero, sabe expresarse y es de buena presencia. Además, el Señor está con él. Su padre es Isaí, el de Belén. I Samuel 16:18