domingo, 1 de marzo de 2020

El pecado imperdonable

Resultado de imagen de ¿Qué es el pecado imperdonable?El “pecado imperdonable” o “la blasfemia contra el Espíritu Santo” se menciona en el Nuevo Testamento en Marcos 3:22-30 y Mateo 12:22-32. De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean (Marcos 3:28), pero luego hace una excepción: “pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno”(versículo 29).

De acuerdo a Jesús, el pecado imperdonable es único. Es la única iniquidad que nunca será perdonada ("nunca" es el significado de "ni en este siglo ni en el siglo venidero" en Mateo 12:32). El pecado imperdonable es la blasfemia ("irreverencia desafiante") contra el Espíritu Santo, en el contexto de la obra del Espíritu en el mundo a través de Cristo. En este pasaje, los fariseos, habiendo sido testigos de pruebas irrefutables de que Jesús estaba realizando milagros en el poder del Espíritu Santo, en vez de reconocerlo, aseguraban que Él estaba poseído por el demonio “Beelzebú” (Mateo 12:24; Marcos 3:30).


Los líderes judíos de los días de Jesús cometieron el pecado imperdonable al acusar a Jesucristo (en persona, en la tierra) de estar poseído por el demonio. No tenían excusa para tal acción. No hablaban por ignorancia o por malos entendidos. Los fariseos sabían que Jesús era el Mesías enviado por Dios para salvar a Israel. Sabían que las profecías se estaban cumpliendo. Vieron las maravillosas obras de Jesús, y oyeron su clara presentación de la verdad. Sin embargo, deliberadamente escogieron negar la verdad y calumniar al Espíritu Santo. Estando de pie ante la Luz del Mundo, inmersos en Su gloria, cerraron obstinadamente sus ojos y se cegaron voluntariamente. Y Jesús pronunció que ese pecado era imperdonable.

Paz en medio de la tormenta

Jesús calma la tempestad

Resultado de imagen de paz en medio de la tormenta bibliaEntró él en la barca y sus discípulos lo siguieron. Y se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Se acercaron sus discípulos y lo despertaron, diciendo:
—¡Señor, sálvanos, que perecemos!
Él les dijo:
—¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Los hombres, maravillados, decían:
—¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar lo obedecen? Mateo 8:23-27
Hay una alabanza muy conocida que tiene por título “Paz en la tormenta”. Es una alabanza preciosa que en su letra nos dice lo siguiente:  
"Puedes tener paz en la tormenta. 
Fe y esperanza cuando no puedas seguir.
Aún con tu mundo hecho pedazos
el Señor guiará tus pasos 
en paz, en medio de la tormenta". 
Verdaderamente la paz es una bendición maravillosa de nuestro Dios. Esa paz se vuelve real para darnos fe y esperanza cuando estamos en medio de las tormentas de nuestra vida; tempestades de enfermedad, de escasez, de soledad, de infidelidad en el hogar, etc.  
En el texto bíblico hallamos el momento en el cual nuestro Señor Jesucristo y sus discípulos, fueron azotados por una gran tempestad cuando iban en la barca, y esta historia nos enseña unas lecciones muy importantes para nuestra vida, para que podamos tener paz aun en medio de las tormentas o tempestades que enfrentamos.  
Veamos cuáles son esas lecciones:  
I) SEGUIR A JESÚS PARA HACER SU VOLUNTAD ES LA GARANTÍA DE NUESTRA PAZ (VERSO 23)  
Jesús entró en la barca y sus discípulos lo siguieron. No fue al contrario, no fue Jesús el que siguió a los discípulos, no fueron ellos los que tomaron la decisión de subir en una barca, fue Jesús.  
La paz para nuestra corazón está garantizada cuando hacemos la voluntad del Señor, cuando seguimos a Jesús, cuando vamos donde Él nos lleva, cuando dejamos que Él sea quien nos guíe.   
Aún así, podemos ver en el texto una enseñanza muy importante: obedecer la voluntad del Señor no significa que no vayamos a enfrentar dificultades, pero sí es una garantía de paz y protección en la dificultad. 

¿Por qué Pablo confrontó al apóstol Pedro?

“El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el Señor estará seguro”. Proverbios 29:25.
Todos hemos sentido la horrible opresión que supone el lazo del temor al hombre. Puede ser que evites comentar acerca de temas controvertidos pero importantes, para que nadie se ofenda. Tal vez digas siempre “sí” a cualquier petición para complacer a todos. O quizá dejas de comer con tus hermanos cuando llega alguien con quien quieres quedar bien.
Ni siquiera el apóstol Pedro estaba exento de caer presa de este lazo.
En medio de su apasionada epístola a los gálatas, Pablo nos narra la fuerte confrontación que tuvo con Pedro en Antioquía (Gálatas 2:11-21).
Resultado de imagen de ¿Por qué Pablo confrontó al apóstol Pedro?En palabras de Pablo, Pedro “era digno de ser censurado” (verso 11). Describió su manera de comportarse como “hipocresía” (verso 13) y estableció que el apóstol de la circuncisión no andaba “con rectitud en cuanto a la verdad del evangelio” (verso 14).
Pedro estaba de visita en Antioquía, ciudad donde se fundó la primera iglesia gentil. Al principio todo iba muy bien; Pedro disfrutaba de comer junto a los cristianos gentiles. Sin embargo, cuando varios judíos llegaron al lugar, el apóstol empezó a retraerse y apartarse. Por si fuera poco, Pedro no hacía esto solo. En su hipocresía arrastró a varios judíos más, incluyendo a Bernabé, compañero cercano de Pablo.
Pedro sabía que compartir los alimentos con sus hermanos gentiles, cristianos convertidos del paganismo, no tenía absolutamente nada de malo. De hecho, él mismo ya había enseñado acerca de esto (Hechos 10:28; 11:03). Pero volviendo a la situación, con el acto aparentemente inocente de dejar de comer con los gentiles, parecía como si Pedro estuviera respaldando la enseñanza de los judaizantes, quienes enseñaban que los cristianos tenían que vivir conforme a las costumbres judías (especialmente la circuncisión) para ser salvos.
Claramente, el incidente de Antioquía no era asunto baladí. El entendimiento correcto del evangelio estaba en juego. Tanto es así que Pablo reprendió a Pedro delante de todos: “Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?”. Gálatas 2:14
¿Por qué Pedro actuó de esa manera? Porque tenía miedo (Gálatas 2:12).