jueves, 12 de febrero de 2015

No te rindas, persevera - Crecimiento personal-espiiritual

Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. Lucas 21:19
El 4 de Julio de 1952, Florence Chadwick de 34 años, se adentró en el Océano Pacífico en la costa de la Isla Catalina, California, con la determinación de ser la primera mujer en nadar hasta llegar a la costa continental, siendo una experimentada nadadora, ya que ella ya había sido la primera mujer que cruzó nadando el Canal de la Mancha, en ambos sentidos.
Ese día el tiempo estaba nublado y frío; así que apenas podía ver los botes que la acompañaban. Millones de espectadores la veían por televisión.
Florence nadó quince horas. Cuando pidió que la sacaran del agua, su madre, que estaba en uno de los botes que iban a su lado, le dijo que estaba cerca y que lo podía lograr. Pero cuando miró hacia la costa lo único que pudo ver era neblina. Finalmente, extenuada física y emocionalmente, dejó de nadar y fue sacada del agua.
Hasta que no subió al bote, no descubrió que la costa estaba a menos de un kilómetro de distancia. En una entrevista de noticias al día siguiente, dijo: “Todo lo que podía ver era la niebla . . . Creo que si hubiera visto la costa lo hubiera logrado”.
El fracaso de Florence, no fue la fatiga, ni el frío,... fue la niebla; la había derrotado porque le impedía ver su meta. La niebla le había cegado su razonamiento, su visión y su corazón.
Esa fue la única ocasión que Florence se rindió. Dos meses después logró la hazaña aunque había neblina. Florence perseveró porque sabía que detrás de la neblina estaba la costa.

El Mejor Regalo para Ti

Aunque millones de personas celebran el nacimiento de Cristo, pocas parecen ser conscientes de su verdadero significado.
Reconocemos que su nacimiento fue inusitado porque nació de una virgen. Su vida también fue singular porque fue el único que vivió sin pecar. Su muerte, así mismo fue inusual. Jesús no fue un mártir. No fue una víctima de circunstancias desafortunadas que murió por una causa digna. Tampoco dio su vida para dar un buen ejemplo.
Hay mucho más en su historia. El Señor Jesús vino a este mundo para ser nuestro Salvador.
El mismo Jesús dijo que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10).
¿Y quiénes son los perdidos? La Biblia nos dice que todos pecaron y que la paga del pecado es muerte (Romanos 3:23; 6:23). Para salvar al mundo, Jesús tuvo que morir por él. Vino, vivió una vida singular por lo perfecta, y luego sufrió la muerte que nosotros debíamos haber sufrido. El verdadero significado de la Navidad es que Jesús nació para morir. Puesto que fue crucificado y luego resucitó de entre los muertos, el perdón de pecados y la seguridad del cielo ahora se ofrecen a todos los que creen (Juan 1:12).

Perdido y Hallado

Mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Lucas 15:24.
Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.. 1 Corintios 10:13.
Hace mucho tiempo una viuda criaba con mucha dificultad a su numerosa familia, y enseñaba a cada uno de sus hijos el respeto hacia Dios y los hombres. Se entristeció mucho cuando su hijo Pedro se dejó llevar por las malas compañías y decidió viajar al extranjero. Cuando el joven estaba a punto de partir, su madre le pidió que llevase un ejemplar del Nuevo Testamento en el que ella había escrito su nombre y su dirección. Y le dijo: –Si me amas, lee la Palabra de Dios. Él nunca rechaza a quien acude a Él.
Después de varios años sin tener noticias, finalmente se enteró de que el barco en el que su hijo se había embarcado, había naufragado. Entonces, el dolor y la esperanza en Dios se entremezclaron en su corazón.
Mucho tiempo después, un marinero llamó a su puerta. Le abrió la puerta, y en el curso de la conversación evocó un episodio de su vida en el mar: "Cuando naufragamos, nadamos a una isla y uno de mis compañeros murió después de ocho días. Frecuentemente, leía un pequeño libro que su madre le había dado. Era su consuelo; oraba y hablaba únicamente del libro de su madre.Finalmente me lo dio, diciendo:
–Tómalo y léelo. En él encontrarás al Salvador, como yo lo hallé. Él te dará la paz.
–¿Tiene usted ese libro?, preguntó la madre. El hombre lo sacó del bolsillo y se lo mostró. ¡Qué emoción! Sí, era su nombre y su propia letra. Era el Nuevo Testamento que había regalado a su hijo Pedro. Una voz, como venida del cielo, le dijo: –Tu hijo vive para siempre.

El molino de viento

Cuando se cometen actos que no provocan ningún bien, al contrario, que pueden llegar a agraviar a una persona y provocarle un daño que puede ser irreversible, malo. Es como el caso de una jovencita que quedó marcada para siempre, y que por voluntad propia, dejó escrita su historia para que sirva de ejemplo.
molino de vientoEn cierta ocasión, se encontraba embelesada en la historia que leía en un libro, cuando su hermano Francisco la interrumpió. 
-“Hermana, ¿me puedes ayudar a colocar este palito?” 
-“¿No ves que estoy leyendo?”, respondió con dureza. 
-"No quiero que dejes de lado la historia, pero por favor, necesito que me ayudes”, insistió el niño. 
-“Deja de molestar, ¡quiero terminar de leer la historia!”, dijo enfadada. 
Bien le fue porque su hermano no insistió. Tenía diez años. Su hermana lamentó la reprensión que hizo, de corazón, y se dio cuenta de que había herido a su hermanito. “La próxima vez voy a ser buena con él”, pensó.
Al rato, Francisco la llamó, contento, para que viera el molino de viento que había hecho, y cuando lo vio felicitó a su hermano.
Pero tiempo después, su hermano enfermó gravemente y a pesar de los cuidados, falleció, sumiendo a la familia en un profundo dolor. Mas el dolor de ella era más fuerte porque recordó lo injusta que había sido con él, y ya no tenía tiempo para pedir su perdón, ni podría disfrutar de la inocencia y la alegría de su hermano. Tuvo su oportunidad y la dejó escapar.

Cómo Salir de la Tentación - vencerla

“BIENAVENTURADO EL HOMBRE QUE SOPORTA LA TENTACIÓN” (Santiago 1:12)
Todas las tentaciones son oportunidades que nos sirven para crecer. Cada vez que decides hacer lo bueno en vez de lo malo estás creciendo en el carácter de Cristo. Y ¿cuáles son sus características? “…amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza…” (Gálatas 5:22b-23).
De acuerdo, pero ¿te levantas un día teniendo de repente todas estas cualidades? No, el fruto crece despacio. No te desanimes si tu progreso es más lento de lo que te gustaría. Hasta Pablo confesó: “…porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo” (Romanos 7:18b).
Dios desarrolla el fruto del Espíritu en nuestras vidas, dejando que vivamos bajo circunstancias en las cuales somos tentados a expresar los atributos opuestos. No puedes afirmar ser bueno si nunca has sido tentado a ser malo. No puedes mantener que eres fiel si nunca has sido tentado hacia la infidelidad.
Uno de los secretos de triunfar sobre la tentación es estar preparado antes de que llegue. Unas situaciones te harán más vulnerable a la tentación que otras. Estas situaciones harán que tropieces casi inmediatamente, mientras que otras apenas te incomodarán. Eso sí, Satanás dirige las tentaciones hacia tus áreas más débiles. Así que, debes identificarlas de inmediato, porque él las conoce sin lugar a dudas. Sabe lo que te hace tropezar y trabaja constantemente, para que te lleguen esas circunstancias. Por eso, Pedro nos advierte: “…velad, porque… el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).