lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Te sientes solo?

Cuántas veces nos hemos sentido solos. Cuántas veces traicionados, desalentados, defraudados... engañados. En cuántas ocasiones toleramos el desprecio de nuestros propios hermanos y el de nuestra propia familia. ¿Experimentaste alguna vez el regalo de una falsa sonrisa, o un vacío estrechón de manos que hace venir a ti, la desconfianza hacia aquel que te rodea? Yo lo he sentido, pero no me desaliento.
Es muy difícil vivir en este mundo en el que dicen que la hipocresía es parte de la educación. Jesús criticó a los hipócritas así: “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7.5).
Expresa el diccionario sobre la hipocresía: Fingimiento y apariencia de cualidades o sentimientos que no se tienen. Sobre el hipócrita: Que finge y representa lo que no siente o lo que no es.

Maravillosas Obras

Te alaben, oh Señor, todas tus obras. Salmo 145:10.
Formidables, maravillosas son tus obras. Salmo 139:14.
Contaré las obras del Señor. Salmo 118:17.
Waiting for youEn un año, el corazón del ser humano realiza más de 36 millones de pulsaciones. Durante cada minuto de nuestra vida, nuestra sangre renueva 175 millones de corpúsculos sanguíneos. El cuerpo humano contiene más de 200 huesos de distintos tamaños y formas, y más de 500 músculos, alimentados cada uno por vasos sanguíneos específicos y gobernados por nervios especiales.
Es comprensible que el autor del Salmo 139, al alabar a Dios como Creador, exclamara al pensar en la complejidad y la perfección del cuerpo humano: “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien”.
Además, David deseaba estar en íntima comunión con ese Dios todopoderoso, y ahí es donde se halla la bendición para nosotros; por eso agrega en los dos últimos versículos del Salmo: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”.
¿Es ésta también la oración de cada uno de nosotros? Maravillados ante la perfecta sabiduría de nuestro Creador, ¿pensamos en nuestra responsabilidad de andar ante Él con temor de Dios? Sólo Él puede conducir por el camino eterno al alma que confía en su amor y que ha sido redimida por la obra de Jesucristo.

La mente es el campo de batalla

Nuestros pensamientos nos meten en problemas más que ninguna otra cosa. Sucede así, porque nuestros pensamientos son las raíces de cada palabra y hecho. En Isaías 55:8, el Señor dice: “Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos”. No importa lo que podamos pensar, que Dios ha escrito sus pensamientos para nosotros en su libro, la Biblia. Debemos elegir examinar nuestros pensamientos a la luz de la Palabra de Dios, siempre dispuestos a someter nuestros pensamientos a los suyos, sabiendo que los suyos son los mejores. 
Esto es exactamente el punto señalado en 2 Corintios 10:4, 5. Por medio de cuidadosas estrategias y astutos engaños, Satanás intenta establecer “fortalezas” en nuestra mente. Una fortaleza es un área en la cual somos esclavos de una manera equivocada de pensar. Examine lo que hay en su mente. Si no está de acuerdo con ser esclavo de sus pensamientos y sí lo está con los de Dios (la Biblia), deseche los suyos y piense en los de Él. Para hacer esto, debe conocer la Palabra de Dios lo suficientemente bien, para comparar sus pensamientos con los que están en la mente de Dios.
Las personas que viven bajo el poder de la vanidad de su mente, no sólo se destruyen a sí mismas, sino que muy a menudo acarrean destrucción a quienes los rodean. Por otro lado, aquellos que viven por la verdad de Dios son bendecidos y traen bendición a los demás. ¡La mente es el campo de batalla!
En el campo de batalla de la mente, usted ganará o perderá la guerra que Satanás ha declarado en su contra. Mi más sincera oración es para que deseche las ideas y todo lo altanero y elevado que se exalta a sí mismo, en contra del conocimiento de Dios, llevando cautivo cualquier pensamiento a la obediencia a Jesucristo, para que pueda vivir en victoria, gozo y paz.

La fe por sí sola no es suficiente…

¿Cuál es el ingrediente más importante en la búsqueda del éxito? En otras palabras, cuando uno mira a una persona sobresaliente que hizo posible lo que todos pensaban que era imposible, ¿qué le llevo a triunfar donde otros fracasaron? O si tú ves a alguien que simboliza lo que tú deseas para ti, ¿qué tiene esa persona que tú no tienes?
“Tienes que comenzar con un sueño”; con anhelos, visiones, esperanzas y deseos, como tener un hogar, seguridad financiera, una carrera distinta, un trabajo mejor remunerado, o simplemente un trabajo. Los sueños pueden motivarte e inspirarte más que ninguna otra cosa, si crees que eres capaz de realizarlos, pero si no tomas las medidas necesarias para lograrlos, se convierten en espejismos que rondan en tu mente.

Te extraño


Te extraño con locura,
te extraño, te extraño.
Extraño la que eras, extraño tu candidez,
tu inocencia, tu gratitud, tu sonrisa llena de amor, tu fidelidad a Dios.
Extraño tu disposición a hacer lo bueno,
extraño tus sacrificios dejando de lado tu yo.
Te extraño y no lo sabes, pero a veces en las noches, lloro porque no te tengo.
No lo sabes, pero en el camino hacia la Universidad, lloro porque no soporto no verte reflejada en mí.
Te extraño y no te reconozco,
extraño esa fiereza para defender tus convicciones.
Extraño el sabor a felicidad en tus labios,
extraño la palabra Dios en tus conversaciones,
extraño que me digas que todo estará bien porque Dios te sostiene.
Te extraño y no te das cuenta que me muero porque no te decides a regresar.
Te extraño y le pido, ruego a Dios que te busque una y mil veces más para que vuelvas y volvamos a ser el dúo que alababa a Dios,
para que volvamos a escribir las cartas que hacían palpitar tu corazón.
Cuánto quisiera que esas palpitaciones, que eran de Dios, vuelvan de una vez por todas.
Quiero esas lágrimas de gozo tuyas.
Extraño que mires al cielo y tus ojos brillen como el sol,
que digas: GRACIAS SEÑOR, porque simplemente viste a un perrito haciendo una mueca.
No te conozco el día de hoy, quiero que vuelvas,
entiéndelo, TE NECESITO.
Dios necesita que vuelvas para que seas verdaderamente feliz.
¿Hasta cuándo estarás perdida en la tristeza?
¿Qué sucede?
No digas que no puedes, no digas que estás perdida,
no envidies el brillo de felicidad de otras personas,
atrévete a tener tu propio brillo,
atrévete a decidirte,
atrévete a cambiar,
atrévete a hacer lo que no hiciste,
a decir, NO.
Ahora sentada escribiéndote, te pido que vuelvas una y otra vez,
para que este cuerpo tuyo, ya no esté congelado en la tristeza
y deje de escribir pidiendo tu regreso.
Entiéndelo, tú, sí tú, no perteneces a ese lugar,
no perteneces a la rebeldía, ni mucho menos al pecado.
No perteneces al mundo, perteneces a Dios,
y Éste grita dentro de ti pidiéndote que lo mires,
que reconozcas tu necesidad de Él.
Te extraño, dite a ti mismo y bien fuerte

¡Yo, (tu nombre), te digo: TE EXTRAÑO, VUELVE YA!