jueves, 23 de abril de 2015

Es por gracia

“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy”
(1 Corintios 15:10)
Billy Graham, el archiconocido evangelista estadounidense, en su autobiografía titulada “Tal como soy”, dice tener una pregunta que le hará al Señor en cuanto llegue al cielo. La pregunta no es sobre ambiguos conceptos teológicos, o sobre interrogantes científicas irresolutas, sino una pregunta personal. Billy dice que le urge preguntarle a Dios que “por qué él”. Hombres y mujeres llenos de desaciertos, son llamados por un Dios santo a representarle en este mundo. Personas con complejos, con fallos frecuentes, con actitudes inapropiadas y emociones a veces inestables, engrosan el ejército de un Dios inmutable, omnipotente, omnisciente y eterno. ¿Qué es todo eso sino gracia, favor inmerecido? No eligió un camafeo de ágata, sardónica u ónice para exhibir sus dones, sino vasijas de barro ordinarias para colocar sus tesoros. Así es Dios, un orfebre extraordinario que engasta sus joyas en materiales comunes.

Su asombro es entendible. Un chico normal, nacido en una granja lechera de Charlotte, Carolina del Norte, tiene pocas probabilidades de evangelizar a cientos de millones de personas. De hecho, según la asociación Billy Graham, más de 3,2 millones de personas han aceptado a Jesús, a través de las campañas del campesino convertido en predicador. Ha asesorado espiritualmente a doce administraciones presidenciales desde Truman hasta Obama. Su aporte a la evangelización mundial es invaluable. Desde su conversión a los 16 años hasta hoy, Graham ha predicado a Jesús ininterrumpidamente. No obstante, afirma no ser merecedor de dicha tan grande.
Puede que Billy sospeche la respuesta, aunque aún vive en su casita de troncos en las Montañas Blue Ridge en Motreat. Puede que sepa que fue escogido por la gracia soberana de Dios. El Señor puede usar a cualquiera, y eso fue exactamente lo que hizo con Billy, y lo que hace con cada uno de nosotros. No todos hemos sido llamados a hablar en estadios, o a viajar por el mundo hablando por la televisión y la radio. Sin embargo, esto sí, todos los que hemos recibido a Jesús, hemos sido llamados a una tarea para la que no estamos totalmente cualificados y de la que no somos dignos. Pero el Dios de toda gracia nos escogió, eso es suficiente. Militamos en su servicio porque Él nos consideró fieles poniéndonos en el ministerio (1 Timoteo 1:12). Tal conocimiento, asombroso, conduce de forma indefectible a la adoración.

Batalla ganada

En el reinado de Asa, él hizo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová su Dios. Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes, y destruyó los símbolos de Asera; y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos. Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes; y estuvo el reino en paz bajo su reinado. 2 Crónicas 14:2-5
Este Rey dio prioridad a quitar todo lo que a Dios le desagradaba de su pueblo, “dioses” que estaban anteponiéndose a Él, y como consecuencia recibieron paz.
Cuando Asa decidió enfrentarse a Zérah y a su ejército, colocó a sus hombres en posición para la batalla en el valle de Sefata. Luego oró a Dios, diciendo: ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. ¡Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre! Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes. 2 Crónicas 14:11-12

Creo en mis Sueños

Creo en mis sueños, hablo sobre mis sueños, pienso en mis sueños, hago planes para mis sueños, creo oportunidades para mis sueños y me veo ya en mis sueños.
La única manera de lograr que un sueño se haga realidad es hablar acerca de él, creer en él, verse a uno mismo en él y crear oportunidades para él.
El poder de voluntad sigue a lo que imaginamos. Este poder nos permite seguir adelante a pesar de todos los obstáculos, y los sueños que deberían llevarnos de diez a veinte años cumplirlos, se logran en menos tiempo.
¡Los planes diseñados en papel no son suficientes para ver cumplidos los sueños! ¡Actuemos! Veámonos actuando en lo que nos hemos imaginado, y cuando ya estemos involucrados pensaremos que aún estamos en el proceso de imaginárnoslo.
En lo que de verdad creemos es lo que lograremos. Lo que imaginamos es lo que llegaremos a ser. Lo que pensamos es lo que experimentaremos.

Dios tiene cuidado


Era una pareja atea que tenía una hija. La pareja nunca le había dicho nada a su hija sobre Dios. Una noche, cuando la niña tenía 5 años, sus padres se pelearon… el padre le disparó a la madre, y luego se suicidó. La nena lo vio todo.
Fue llevada a un hogar adoptivo. Su madre adoptiva era cristiana y la llevaba a la Iglesia.
El primer día de la escuela dominical, la madre le dijo a la maestra que la nena nunca había escuchado de Jesús, que tuviera paciencia con ella.
Entonces la maestra mostró una foto de Jesús y dijo: ¿Alguien sabe quién es Él? Y la nenita dijo: ¡Yo sé!  “Ese es el hombre que me estaba abrazando la noche que mis padres murieron”.
El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Salmos 34:7
Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido. Génesis 28:15

Disfruta de momentos con tus hijos

El día a día que vivimos hace que apenas nos detengamos a disfrutar y apreciar los detalles y las pequeñas cosas que nos pasan cada día. Si eres una persona que está permanentemente ocupada, que dedicas tu tiempo únicamente a trabajar y a realizar actividades que no te gustan, es probable que tu hijo observe estas actitudes e imite tu ejemplo. 
El hecho de no encontrar el tiempo y el lugar para poder disfrutar con él, aunque sea de algunos pequeños momentos cada día, es un ejemplo que trasladarás a tu hijo.
Una buena forma para evitar que esto ocurra es conversar con tu hijo, acerca del valor que tienen esas pequeñas cosas y esos pequeños momentos que ocurren cada día y disfrutarlos juntos. Un ejemplo de esto podría ser el momento del baño del perrito del niño. Si el niño comparte el baño semanal de su perro junto a ti, eso os dará un momento único e irrepetible a compartir, en el que podréis divertiros juntos, charlar acerca del mundo animal y sobre aquellas situaciones cotidianas que tu hijo quiera hablar contigo y para las que no encuentra el momento adecuado para hacerlo. Un paseo bajo la lluvia, lavar juntos el automóvil o leer una apasionante historia sentados en el sillón del hogar, pueden ser para ti solo un momento, pero para tu pequeño será realmente inolvidable.