martes, 3 de julio de 2012

CUATRO LEYES ESPIRITUALES


"Así como hay leyes que rigen el Universo, también hay leyes espirituales que rigen nuestra relación con Dios."

PRIMERA LEY
Dios te AMA, y tiene un PLAN MARAVILLOSO para tu vida.
(Los textos de las Sagradas Escrituras contenidos en este folleto, de ser posible, deben leerse directamente de la Biblia.)
El amor de Dios
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16)
El proposito de Dios
(Cristo afirma) "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Una vida completa y con propósito). (Juan 10:10)
¿Por qué la mayoría de personas no experimentan la vida en abundancia?


Porque
SEGUNDA LEY
El hombre es PECADOR y esta SEPARADO de Dios; por lo tanto no puede conocer ni experimentar el amor y el plan de Dios para su vida.
El hombre es pecador
"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios." (Romanos 3:23)
El hombre fue creado para tener relación perfecta con Dios, pero debido a su egocentrismo y desobediencia, escogió su propio camino y la relación con Dios se interrumpió. Esta acto de voluntad propia que se manifiesta por una actitud de rebelión activa o indiferencia pasiva, es una evidencia de lo que la Biblia llama pecado.
Esta separado
"Porque la paga del pecado es muerte" [separación espiritual de Dios] (Romanos 6:23)

Dios es santo y el hombre pecador. Un gran abismo les separa. El hombre trata continuamente de encontrar a Dios y la vida abundante mediante su propio esfuerzo,"no haciendo mal a nadie", con una vida recta, con filosofías, etc. pero todas sus tentativas son en vano

La Tercera Ley nos da la única solución a este problema.....


TERCERA LEY
Jesucristo es la UNICA provisión de Dios para el pecador. Sólo en Él, puedes conocer el amor y el propósito de Dios para tu vida.
El Murió en Lugar Nuestro 
"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).
El Resucitó
"Cristo murió por nuestros pecados... Fue sepultado..., Resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;... Y apareció a Cefas... Y después a los doce... Después apareció a más de quinientos." (1a Corintios 15:3-6).
Él es el Unico Camino
"Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).

Dios ha salvado el abismo que nos mantenia separados de Él, al enviar a Su Hijo, Jesucristo, para que muriera en la cruz en nuestro lugar.

No es suficiente conocer estas tres leyes.


CUARTA LEY
Debemos RECIBIR a Jesucristo como Señor y Salvador mediante una invitacion personal; entonces podremos conocer y experimentar el amor y propósito de Dios para nuestras vidas.
Debemos Recibir a Cristo
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." (Juan 1:12)
Recibimos a Cristo Por Fe
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9)
Recibimos a Cristo Mediante Una Invitacion Personal:
(Cristo afirma) "He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en él" (Apocalipsis 3:20). El recibir a Cristo implica volvernos a Dios (arrepentimiento) confiando que Cristo viene a nuestras vidas, perdona nuestros pecados y hace de nosotros la persona que quiere que seamos. No es suficiente dar un asentimiento intelectual a sus pretensiones ni aún tener una experiencia emocional.


Estos dos círculos representan dos clases de vidas:


¿Cuál de estos dos círculo representa tu vida?
¿Cuál te gustaría que representara tu vida?

¿Tienes alguna razón pór la cual no deseas recibir a Cristo ahora?


A continuación se explica cómo puedes recibir a Cristo:
PUEDES RECIBIR A CRISTO AHORA MISMO MEDIANTE LA FE EXPRESADA EN UNA ORACIÓN

(La oración es hablar con Dios)
Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la actitud de tu corazón. Te sugiero como guía la siguiente oración.

"Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea."
¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?
Si lo expresa, ahora mismo ora y Cristo vendrá a tu vida como Él lo ha prometido.


Como Estar Seguro De Que Cristo Mora en Su Vida:
¿Invitaste a Cristo a entrar en tu vida? Según su promesa, contenida en Apocalipsis 3:20. ¿Donde está Cristo ahora en relación contigo? Cristo dijo que entraría en tu vida. ¿Te engañaría? ¿Sobre qué autoridad te basas para saber que Dios ha contestado tu oración? (En la fidelidad de Dios y su Palabra.)
La Biblia Promete Vida Eterna a Todos Los Que Reciben a Cristo
"Y éste es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, (1. Juan 5:11-13).
Da frecuentemente gracias a Dios porque Cristo ya está en tu vida y porque Él nunca te dejará (Hebreos 13:5) Puedes saber que Cristo está viviendo dentro de ti y que tienes vida eterna, desde el momento en que le invitaste, basándote en Su promesa. El no te engañará.
¿Qué pasa con los sentimientos?


No Depende De Los Sentimientos
La promesa de la Palabra de Dios, no nuestros sentimientos, es nuestra autoridad. El cristiano vive por fe (confiando) en la fidelidad de Dios y su Palabra.
Este diagrama del tren ilustra la relación entre el hecho (Dios y Su Palabra),  (nuestra confianza en Dios y su Palabra) y sentimientos (el resultado de nuestra fe y la obediencia) (Juan 14:21).


El tren correrá con o sin el furgón. De todas formas, sería absurdo intentar hacer correr el tren por el furgón. De la misma manera, nosotros, como cristianos, no dependemos de nuestros sentimientos o emociones, sino que ponemos nuestra fe (confianza) en la fidelidad de Dios y las promesas de Su Palabra.


Ahora Que Has Recibido A Cristo
En el momento que tú, por un acto de fe, recibiste a Cristo, han sucedido muchas cosas, entre ellas las siguientes:
  1. Cristo entró en tu vida (Apocalipsis 3:20 y Colosenses 1:27).
  2. Tus pecados fueron perdonados (Colosenses 1:14).
  3. Has venido a ser un hijo de Dios (Juan 1:12).
  4. Has empezado la gran aventura para la cual Dios te ha creado (Juan 10:10, 2a Corintios 5:17 y 1a Tesalonicenses 5:18).
¿Puede pensar en alguna cosa más maravillosa que te haya podido suceder y más importante que recibir a Cristo? ¿Te gustaría dar gracias a Dios ahora mismo por lo que El ha hecho por ti? El simple hecho de darle gracias a Dios demuestra tu fe.

Caja de huevos-Reflexión-vídeo

Algunos chicos se habían empezado a dar cuenta que Jorge era diferente. “Quizá debiera haber insistido más con los padres para que le enviaran a una escuela especial”, pensó la maestra para sí misma.
“Para la próxima clase”, dijo la maestra a los chicos del tercer grado, “por favor, traigan en una caja de huevos algo que represente a la Pascua”.
Al día siguiente, los alumnos llevaron las cajitas de cartón y las dejaron en el escritorio de la maestra. Cuando las acomodaron, ella les dijo que no hacía falta saber quien había traído cada cosa. Secretamente, buscaba proteger a Jorge, quien podría haber estado limitado en la tarea.
Abrió la primera caja. Y salió una mariposa! “Esa es mía!”, gritó María. “¡Qué buena idea!” dijo la maestra, ante la carita feliz de la alumna.
“Que hay en la segunda caja?” Era una pequeña piedra recubierta de musgo. “Esa es mía”, dijo Tomás. “Sí, el musgo representa nueva vida”, dijo ella, “muy original, Tomás”.
La tercera caja estaba vacía. Le dio la vuelta y la sacudió. Algunos alumnos se reían. Ella buscó la siguiente, pero Jorge la interrumpió, diciendo “Es mía, es mía!”.
“Si, Jorge, gracias. Pero está vacía…”
“Si, dijo él, el día de Pascua la tumba estaba vacía, y eso nos dió una vida nueva a todos nosotros”.
Unas semanas después Jorge murió repentinamente, de un tumor cerebral.
En su ataúd, sus compañeros de clase pusieron veinte cajitas, todas vacías, recordando así como Jorge había entendido el significado de la verdadera Vida.
Juan 11:25,26
Le dijo Jesús: Yo soy la resurección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá.
2 Corintios 5:15
Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

El Señor de señores-vídeo

A medida que alabas a Dios, descubrirás que se calma el dolor asociado con un incidente o situación.
Él es el Señor de señores, eso incluye cualquier cosa que trate de enseñorearse de ti.
Salmo 28: 1-3
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser bendiga su santo Nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguno de sus beneficios.
El perdona todas tus iniquidades,
y sana todas tus dolencias.

Levántate y confía en Dios-Crecimiento Personal


La Biblia es la historia de los hombres y mujeres que muchas veces fallaron a Dios. Pero también es la historia de las muchas oportunidades que Dios les da.
Abraham se equivoca y falla, una y otra vez, y aún así Dios no deja de darle lo que Él le había prometido.
Jacob fue obstinado, y egoístamente quiere tener bendiciones, y es Dios quien, vez tras vez, le enseña que la bendición está en poner su confianza en Él.
El pueblo de Israel que por 40 años desconfía, se queja y divaga por el desierto, y es Dios que por 40 años les guarda, protege y ama y, finalmente, les lleva a la tierra que Él les prometió.
Sansón, que muchas veces se aparta de los camnios de Dios, hace su voluntad e incumple sus promesas y con todo, Dios le sigue amando y cumple sus propósitos y sus promesas en él.
David, quien pide ser examinado aún de sus pecados que le son ocultos, pero que horroriza con los que son públicos. Pero aún así Dios ve en él su fe y la intención de su corazón, y le perdona, haciendo de él un ejemplo de integridad.
Los apóstoles, hombres imperfectos que aspiran y anhelan vivir una vida de perfección. Y que sinceramente prometen y vuelven a prometer. Pero Dios les hace testigos de su amor y su poder.
Algo parecido pasa con nosotros. Hacemos promesas sinceras que fallamos una y otra vez, Prometemos y volvemos a prometer. Fallamos y volvemos a fallar. y Dios lo sabe, y no por eso disminuye su amor y su gran misericordia, esperando que volvamos a Él.
Lo que Dios anhela es nuestra determinación de insistir, de proseguir, de obstinadamente volver a prometer y anhelar la vida que Dios espera de los suyos.
Levántate. Inténtalo de nuevo. Vuelve a intentarlo. No te dejes vencer y cree en tu Dios, que es un Dios de nuevas oportunidades.
Y recuerda que lo importante no es quien gana o pierde las batallas sino quien gana la guerra. Y Dios nos ha prometido la victoria. Porque eso desea Dios y eso finalmente hará Dios.
CONFÍA EN DIOS

No estaré ansioso


 
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús. — Filipenses 4:6-7
El apartar tiempo para orar cada día realmente ayuda a desarrollar la constancia o el hábito de orar. Las complicaciones de la vida te robarán tus oportunidades de orar, así que es una buena idea hacer que tu día comience con la oración antes de que suceda lo inevitable.
Aunque ciertamente es bueno orar en la noche, justo antes de dormir, hay bastantes probabilidades de que te quedes dormido antes de orar. El espíritu está dispuesto, pero la carne no siempre está en condiciones de tener estas conversaciones con Dios. Te sentirás más satisfecho con la oración si eliges ciertas horas, o posiciones físicas, en las que tu cuerpo coopere un poquito más.
Ora todo el tiempo ofreciendo pequeñas oraciones de gracias, rápidos enunciados “Ve-delante-de-mí” y otros reconocimientos breves que le expresen que no quieres pasar por esto que le llaman vida por tu cuenta. Recuerda lo contento que Jesús se pone cuando usas el acceso que Él te concedió para llegar a Él. Puedes tener la seguridad de que Dios te quiere ahí con Él, y de que espera con emoción tus horas de oración más de lo que esperas tú.
Un diálogo continuo con el Señor a lo largo de tus días es bastante precioso para Él. Uno de los indicativos de una magnífica relación entre una hija y su madre es que pueden tener conversaciones espontáneas, así como apartar una hora específica para conversar. Dios disfruta ese tipo de relación con nosotros. No todas las oraciones deben ser mediante una cita. Eso hace que la relación sea demasiado forzada y artificial.
Si tratamos el tema, especialmente, desde la necesidad de practicar la oración, definiremos ésta como la forma ideal de comunicación con el Señor. Cuando nos comunicamos con un amigo estamos conversando con él. ¿Qué mejor amigo podemos tener que Dios? ¿Qué mejor amigo podemos tener que Cristo? A Él, nuestro mejor amigo, le encanta que conversemos con Él y la forma en que lo podemos hacer es a través de la oración. En definitiva “orar” es conversar con  Dios. Veremos, entonces, la necesidad que tenemos de hacerlo con asiduidad.
Aunque hay varios tipos de oración mencionados en la Biblia, cada una de ellas es, simple y esencialmente, una conversación con el Señor. Por ejemplo, 1 Timoteo 2:1 utiliza palabras diferentes para describir formas en las que te encontrarás acercándote al Señor en el nombre de Jesús. Veámoslas:
Rogativas(súplicas)– Peticiones respecto a necesidades específicas, especialmente cuando estás extremadamente seguro de tu incapacidad para pensar en una solución. Estás deprimido por tus carencias (sabiduría, dinero, otra oportunidad, paciencia o fortaleza), pero más que sentirte humillado por tu necesidad, eliges pedirle humildemente a Dios que intervenga.
Oraciones —Es una conversación con Dios seria y, tal vez, más prolongada para buscar Su voluntad y pedirle consejo para tu vida en general. Te presentas ante el Señor, con toda tu atención enfocada en Él, justo como hablarías abierta y profundamente con un consejero de confianza o con tu mejor amigo. Le pides que te diga cualquier cosa porque tu deseo principal es que, de manera fresca, te oriente  hacia la dirección que Él prefiera.
Peticiones (intercesión)– Una serie de preguntas dirigidas al Señor, muy parecida a una entrevista con una persona de respeto y autoridad. Le haces preguntas referente a cualquier cosa que te interese y hablas con Él acerca de tu vida, matrimonio, futuro o ministerio. Tienes la oportunidad de comparar opiniones con Él acerca de asuntos importantes y serios a los que te enfrentas, y cuando terminas de dialogar, queda muy poca duda de su opinión de cada asunto.
Acciones de Gracias (dar las gracias)– Expresiones enérgicas de gratitud y adoración, diciéndole al Señor cuánto lo aprecias por quién es Él y por lo que ha hecho en tu vida. Las gracias pueden ser profundamente conmovedoras, como un esposo agradeciéndole a su esposa por diecisiete años de un buen matrimonio o, simplemente, cómo agradecerle a un amigo por llevarte de la escuela a la casa. Es una forma de compartir con Él tu completa alegría, justo como cuando un hijo de diecisiete años grita deleitado por un regalo de Navidad. El grito con deleite deleita el corazón de un padre.
Todo eso me hace creer que no tengo por qué estar hoy ansioso cuando puedo acudir en oración al Padre.
Padre Amado, Qué bueno es saber que hoy no tengo que llevar la pesada carga de la ansiedad. Me has dado la oportunidad de hablar contigo con paz y tranquilidad a través de la oración. Amén.