domingo, 24 de septiembre de 2017

¿Cuándo llegará el día de mi suerte?

Esta pregunta muchos se la han hecho en algún momento de su vida: "¿Cuándo llegará el día de mi suerte? Parece como si Dios la tuviera tomada conmigo; es más, hay gente que no lo conoce y le va mejor que a mí, todo lo que alcanzo a ver son problemas y más problemas desde que me levanto hasta que me voy a dormir. ¿Quién puede ayudarme? Si tan solo tuviera un día bueno, ¡una oportunidad!"
Resultado de imagen de ¿Cuándo llegará el día de mi suerte?Bueno, lo que dices son mentiras, y son esas mentiras las que no te dejan disfrutar del maravilloso día que Dios te da. Cada día es una oportunidad para sentirte agradecido de que tienes vida. Recuerda lo que dijo el salmista David: Hagamos fiesta en este día, porque en un día como éste Dios actuó en nuestro favor. Salmo 118:24 (BLS)
Es probable que todos los días no se vean maravillosos, pero si usted mantiene una actitud positiva, seguro que va a mejorar. No se logra nada con una actitud negativa, así que comience a buscar lo bello de la vida y busque la oportunidad de gozar.
La oportunidad toca hoy a tu puerta. Puede ser que te encuentres atrapado en una mala relación, en un problema de adicción, depresión, ansiedad, o quizás tengas problemas familiares, de salud o económicos; en fin, son muchos los problemas en los que la gente suele encontrarse y muchas veces no saben como salir. Si te sientes identificado con la desesperanza y no puedes cantar en medio de la tormenta, si piensas que tus días se te están acabando, mira esta historia verdaderamente impactante.
Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran estancia, mucho ganado, varios empleados, y un único hijo, su heredero. Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos y ser adulado por ellos. Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo que ofrecerles; después, le abandonarían.
Un día, el viejo padre, ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyeran un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparó una horca y, junto a ella, una placa con algo escrito: ”Para que nunca desprecies las palabras de tu padre”
Más tarde, llamó a su hijo, lo llevó hasta el establo y le dijo: Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargarás de todo lo que es mío… Y yo sé cual será tu futuro. Vas a dejar la estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos. Venderás todos los bienes para sustentarte y, cuando no tengas nada, tus amigos se apartarán de ti. Solo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado. Por esto construí esta horca. ¡Es para ti! Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te ahorcarás en ella.
El joven se rió, pensó que era un absurdo, pero para no contradecir a su padre le prometió que así lo haría, pensando que eso jamás sucedería.
El tiempo pasó, el padre murió, y su hijo se encargó de todo, y así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad. Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir: ¡Ah!, padre mío… si yo hubiese escuchado tus consejos… Pero ahora es demasiado tarde.
Apesadumbrado, el joven levantó la vista y vio el establo. Con pasos lentos, se dirigió hasta allí y entrando, vio la horca y la placa llenas de polvo, y entonces pensó: Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero al menos esta vez haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada más…
Entonces subió los escalones y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó: ¡Ah!, si yo tuviese una nueva oportunidad…
Entonces se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta… Era el fin.
Sin embargo, el brazo de la horca era hueco y se rompió fácilmente, cayendo el joven al suelo. Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, zafiros y brillantes, muchos brillantes… La horca estaba llena de piedras preciosas. Entre lo que cayó encontró una nota. En ella estaba escrito:
“Esta es tu nueva oportunidad. ¡Te amo mucho! Con amor, tu viejo padre”.

Infierno en el paraíso: hambre y saqueo en la isla de San Martín arrasada por Irma

El pasado 6 de septiembre, el huracán Irma dañó o destruyó el 70 % de los edificios de la isla caribeña de San Martín. Además, muchos residentes se quedaron aislados por la interrupción de casi todas las comunicaciones y en peligro por la falta de orden públicoLas personas que se encuentran en ese lugar aseguran que se producen saqueos generalizados por la escasa presencia policial y militar.
En las calles se acumulan basura y escombros, y en la gasolineras se forman largas colas. Los residentes se agrupan en los pocos inmuebles que quedaron indemnes y tratan de acostumbrarse a la casi completa oscuridad que impera en el lugar.
Por su parte, cientos de turistas tratan de salir de San Martín y decenas de ellos hacen colas a la entrada del aeropuerto Princesa Juliana, de cuyo letrero solo han quedado cinco grandes letras.
“No hay comida ni agua”, comentó Germania Pérez, residente en la isla, mientras que Evelyne Cornilliau quien vive en San Martín desde hace 50 años, también teme que “no tengamos suficientes víveres”.
“Los franceses y neerlandeses están haciendo muy, muy poco para sacar a su gente”, y el saqueo y la violencia son mucho peores de lo que se vio tras el paso del huracán Katrina por Louisiana (EE.UU.), comentó el estadounidense Jim Goldman, propietario de un restaurante en la isla.
Las clases están suspendidas a causa de graves daños en las instalaciones educativas, y las autoridades aseguran que pasará más de un mes antes de que se reanude la actividad en las aulas.
Asimismo, la temporada turística de San Martín también ha recibido un duro golpe, y tiene pocas opciones de reanudar su actividad pronto. Normalmente, comienza en noviembre, cuando las personas que viven en Norteamérica y Europa llegan para huir del frío, pero ahora...
Pocos días después de sufrir esta desgracia, San Martín podría volver a ser golpeada a finales de esta semana por el huracán José.

Sorpresa de Cumpleaños

Fue uno de esos atardeceres espantosos que cualquier familia experimenta en ocasiones. Aunque era sábado por la noche y víspera de la celebración de cumpleaños, nada marchaba bien. Incluso el viaje de regreso a casa, al terminar la cena, fue pésimo.
El padre estaba enfadado por la abundancia de espectáculos políticos en televisión. El hijo mayor de casi dieciséis años, consideraba su vida arruinada porque a esas alturas aún no había recibido clases para conducir, y por ello le era imposible obtener su licencia. El de once años gritaba porque su hermano de dieciséis le golpeó por… bueno, nadie sabía con certeza el porqué.
Y la madre estaba enfadada por haberse gastado dinero en aquel estupendo restaurante... para aquellos monstruos ingratos.
Al llegar a casa, a regañadientes decidió comenzar los preparativos del cumpleaños. Se dirigió a la cocina y buscó los ingredientes para elaborar el pastel favorito de su hijo mayor.  En diez minutos, casi por arte de magia, el humor de toda la familia se transformó.
El hijo de casi dieciséis años fue a la cocina, vio lo que hacía su madre, y la abrazó por hacerlo, a pesar de su conducta miserable. El de once años estaba emocionado porque le fue permitido colaborar con la mezcla del pastel. El padre estaba feliz al ver que todos habían dejado de reñir. Y la madre se asombraba al ver que un mero anochecer cambiaba la acción de hornear un pastel, en un pequeño cuadro de amor.
Nunca imaginaremos lo importantes que son nuestras pequeñas acciones para aquellos que nos rodean. Mientras avanza tu día, tomarás decisiones al interactuar con ellos. Elige actos de amor.
1 Corintios 16:14
Todas vuestras cosas sean hechas con amor.