miércoles, 29 de marzo de 2017

La Oración Modelo

Jesús nos dejó El Padre Nuestro como un modelo de oración. Estás invitado a que ores esta oración en un momento de quietud, pensando en lo que realmente significa, y viéndolo ahora de otra forma.
Mateo 6:9-13.
Padre nuestro que estás en los cielos…Que tu nombre sea santificado en mis labores hoy, así como tu nombre es santificado en el cielo.
Venga tu reino:  En mi vida sobre la tierra, así como tu reino funciona en el cielo.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. En mis estudios, mis trabajos, mis compromisos, mis viajes, mis decisiones, así como tu voluntad es hecha perfectamente en el cielo.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy. Para nuestra fortaleza física, para todas nuestras necesidades.
Y perdona nuestras deudas o pecados y las consecuencias que incluyen mis acciones e intenciones, en la medida en que perdono a mis deudores así como tú me has perdonado.
No nos metas en tentación. No permitas que el pecado me sobrecargue, pero dame la victoria hoy.
Líbrame del mal. Protégeme del daño físico y espiritual.
Porque tuyo es el reino. Reconozco tu Soberano control sobre mi vida.
Tuyo es el poder. Reconozco tu habilidad para hacer estas cosas.
Tuya es la Gloria. Yo doy crédito por cada respuesta.
En el nombre de Jesús, amén.

Los mejores socios

¿No puedes dormir porque te preocupa tu situación profesional y financiera?
Ése era el caso de David, un hombre de negocios de mediana edad que siempre le decía a la gente que haría esto o aquello en su negocio de relaciones públicas; siempre era algo que seguro que le daría más dinero. Día tras día, sin embargo, las cosas nunca pasaban según su predicción y se sentía un fracasado. Al final, su negocio fue a la bancarrota.
En aquel entonces, estaba devastado, pensando que nunca lograría recuperarme en las finanzas, dijo David. Me sentía desesperado.
No obstante, recuperó la independencia financiera. A decir verdad, David llegó a tener un enorme éxito en el mundo de los negocios. Acreditó su nuevo éxito tener a Dios como su socio comercial.
Me encanta la gente, dijo. Pero antes, trataba de cubrir mi presupuesto con las matemáticas, que nunca me gustaron mucho en la escuela. No sorprende que tuviera que luchar tanto en mi trabajo.
Al mirar atrás, David dice que quedarse en la quiebra fue lo mejor que le sucedió porque le hizo cambiar de actitud. Comenzó a confiar en Dios.
Antes, temía correr riesgos… probar nuevas cosas, explicó. Ahora, si algo no da resultado en mi negocio, no lo miro como un fracaso. Lo veo como una oportunidad de probar otra cosa.
Si tenemos muchas dificultades en cubrir nuestro presupuesto, podemos revisar nuestra situación y pensar en formas de cambiar, como lo hizo David. Podemos encontrar un trabajo que nos guste. Al hacer todo lo que podamos en nuestro trabajo, siendo lo mejor posible, podemos disfrutar la vida que Dios designó de forma especial para nosotros.
Santiago 4:15-16
Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora se jactan en sus soberbias. Toda esta jactancia es mala.

El poder de la voluntad

«Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer, para que se cumpla su buena voluntad». Filipenses 2: 13, NVI

El redentor del mundo acepta a los seres humanos tal como son, con todas sus necesidades, imperfecciones y debilidades, y no solamente los limpiará de pecado y les concederá redención por su sangre, sino que satisfará el anhelo de todos los que consientan en llevar su yugo y su carga. Es su designio dar paz y descanso a quienes acudan a Él en busca del pan de vida. Solo nos pide que cumplamos los deberes que guiarán nuestros pasos a las alturas de una dicha inefable, que los desobedientes jamás podrán alcanzar. Para disfrutar de una vida abundante y dichosa «el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria» (Colosenses 1: 27, NTV).
Resultado de imagen de El poder de la voluntad entreegada a DiosMuchos se preguntan: ¿Cómo me entregaré a Dios? Tú deseas hacer su voluntad, pero eres moralmente débil, esclavo de la duda y dominado por los hábitos de tu vida pecaminosa. Las promesas y resoluciones que haces son tan frágiles como telarañas. No puedes gobernar tus pensamientos, impulsos y afectos, y el recuerdo de tus promesas no cumplidas y de tus votos quebrantados debilita la confianza que tenías en tu propia sinceridad, y te induce a sentir que Dios no puede aceptarte; pero no tienes por qué desesperarte. Lo que necesitas es tomar conciencia del verdadero poder de la voluntad. Este es el poder gobernante en la naturaleza del ser humano, o sea, la facultad de decidir o elegir. Todo depende de la correcta acción de la voluntad. Dios nos dio a los seres humanos la capacidad de elegir; así que nos toca ejercerla. Tú no puedes cambiar tu corazón, ni entregar por ti mismo tus afectos a Dios, pero sí puedes elegir servirle. Puedes entregarle tu voluntad para que Él produzca en ti tanto «el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2: 13). De ese modo tu naturaleza estará bajo el dominio del Espíritu de Cristo, tus afectos se concentrarán en Él y tus pensamientos se pondrán en armonía con los suyos.
La intención de ser bondadoso y santo es loable, pero si no pasas de ahí de nada te servirá. Muchos, esperando y deseando ser cristianos, se perderán. No llegan al punto de someter su voluntad a Dios. Nunca toman la decisión de ser cristianos.
Por medio del debido ejercicio de la voluntad puede obrarse un cambio completo en tu vida. Al entregar tu voluntad a Cristo, te unes con el poder que «es la cabeza de todo principado y potestad» (Colosenses 2: 10) y recibirás poder de lo alto para permanecer firme. Si te entregas a Dios todos los días, estarás capacitado para vivir una vida nueva, la vida de la fe.

Controlando los pensamientos negativos

¡Qué astuto es el enemigo!, porque se necesita mucha astucia para hacernos creer tantas cosas que no son ciertas.
Hay algo que debemos tener muy claro, y es que todos pecamos, y que cada día nuestra naturaleza pecaminosa nos orienta hacia el pecado. La diferencia desde el día que le entregamos nuestra vida a Cristo, es que ya no vivimos para satisfacer nuestros deseos carnales de pecado, sino para negarnos a nosotros mismos y vivir para Dios.
pensandoTeniendo en cuenta esto, y que todos somos fácilmente seducidos por el pecado, debemos tener cuidado cuando nos detenemos y escuchamos la voz del enemigo de nuestras almas, quien es un experto en acusarnos y culparnos de cada cosa por mínima que parezca.
Es muy común saber de personas que no pueden alcanzar la felicidad, ni siquiera estando en los caminos de Dios, porque el enemigo los hace sentir culpables de tener deseos pecaminosos en su mente.
Pensamientos negativos todos tenemos, incluso muchos los tenemos diariamente, pero la Biblia nos da las claves para vencer esta situación. Dios no nos va a juzgar por pensar mal, es parte de nuestra naturaleza pecaminosa, por eso el Apóstol Pablo nos da un consejo para ayudarnos a revertir esta situación: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8 (Reina-Valera 1960).
¿Qué pensamientos son los que están debilitando tu vida espiritual? ¿Qué es lo que el enemigo usa para hacerte sentir culpable y no perdonado?