martes, 15 de octubre de 2019

La carencia del mensaje Cristo-céntrico

Son muchas las iglesias que no predican un mensaje Cristo-céntrico. Es interesante resaltar que muchos cristianos no se dan cuenta de ello, incluso algunos ni siquiera han escuchado nunca este término, por lo cual se podrían preguntar: ¿qué es un mensaje Cristo-céntrico? Puede que saquen alguna conclusión lógica por las palabras, pero aún carecen de discernimiento para diferenciar cuando lo escuchan o cuando carecen de éste.
Un portal cristiano diferente
¿Qué es el mensaje Cristo - céntrico?
Este mensaje coloca al Señor Jesucristo en el centro de toda la prédica, porque Él es el autor de nuestra redención. (Hebreos 12:2). Por Él todas las cosas existen y por Él todas fueron hechas. (Colosenses 1:16). 
A Cristo lo podemos encontrar por toda La Biblia de una manera maravillosa y gloriosa. Se encuentra desde Génesis 1:1 hasta el último versículo del Apocalipsis.
El mensaje Cristo-céntrico enfatiza al Salvador y Su obra. Cristo es revelado en cada uno de los pasajes de las Sagradas Escrituras.
En cada prédica de este mundo y en cada oratoria sobre el Evangelio se debería señalar a Cristo, explicando que el problema mayúsculo del hombre y de la mujer es el pecado y su separación total de la gloria de Dios.
Esto solo tiene una forma de resolverse: la única manera de llegar a un entendimiento con Dios y definir el destino eterno de nuestras almas, es a través de Cristo y de su Obra Redentora en la cruz del Calvario. 
Cristo en las EscriturasPorque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. (1 Timoteo 2:5).
"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí." (Juan 5:39).
La prédica de nuestra era
Se enfatiza mucho en el diezmo, en la evangelización, en las ceremonias, las responsabilidades de los diáconos y de los ujieres en la iglesia. Se escucha hablar de milagros y de la prosperidad financiera.
Se planifican estudios bíblicos sobre el matrimonio, el noviazgo y el crecimiento de la iglesia. Se levantan fondos para agrandar el edificio, etc.
¿Acaso estos temas tienden a ser incorrectos? De ninguna manera, lo único que pasa es que nada de esto va a marchar bien, si no se escucha predicar a Cristo y a éste crucificado.

La predicación correcta debe hacer énfasis en Cristo
y en Su Obra Redentora para salvarnos.

Las Cosas Irreemplazables de la Vida

Resultado de imagen de Las Cosas Irremplazables de la VidaHoy meditaba en las cosas reemplazables e irreemplazables de la vida. Pasamos la vida y a veces valoramos estas cosas después de que haya pasado un largo tiempo de nuestras vidas. Pero hay cosas demasiado importantes como para ser ignoradas. Hay que prestarles atención, porque, a veces por ejemplo, muchas personas en su lecho de muerte se lamentan del tiempo y las personas que perdieron, pues no supieron poner en primer lugar las cosas verdaderamente irreemplazables.
Podemos sustituir un par de zapatos, una casa casi destruida, la ropa, la vajilla, un coche y muchas cosas materiales. Aunque en el momento parezcan unas pérdidas muy grandes, con el tiempo todas ellas se pueden sustituir por otras nuevas, mejores o que funcionen.
No puedes reemplazar tu salud, porque una vez que se pierde es difícil recuperarla. Tampoco logras recuperar el tiempo que perdiste en cosas que no valían la pena; pero sí puedes intentar ser mejor en el presente y en el futuro, aunque no puedas rescatar el pasado perdido. Rara vez se te presentan las mismas oportunidades dos veces, por eso tienes que saber cuándo es el momento en el que debes tomar la llave de esa oportunidad, pues nunca sabes cuando volverá a aparecer una nueva.

¿Qué estás buscando?

Lectura: Mateo 6:24-34
El sermón del monte es una predicación hermosa que Jesucristo pronunció, se cree, sobre el monte ahora conocido como Monte de las Bienaventuranzas. En esta preciosa predicación, Jesús nos dejó fundamentos sólidos para construir nuestra vida y para cambiar nuestra perspectiva de ella. Es importante la aplicación de esta hermosa predicación para nuestra vida diaria, predicación que tiene tanta vigencia hoy como la tuvo cuando fue enseñada por primera vez:
¿Qué estás buscando?:
Saber qué estamos buscando es fundamental para saber dónde está puesta nuestra mirada y cuál es nuestro objetivo. Pocas veces hacemos un alto en el camino para preguntarnos cuál es el destino que escogimos para nuestra vida, qué la mueve y hacia dónde se dirige. Esto es un ejercicio sano para validar nuestras prioridades y entender si debemos realizar un ajuste en las mismas.
Ya entrados en materia, en los textos de la lectura se ven dos tipos de búsquedas que están en oposición: Lo terrenal contra lo eterno; lo vano contra lo significativo; lo efímero contra lo permanente.
En diversos textos de la Biblia, se hace esta comparación de búsquedas y sus implicaciones. Por ejemplo, recordamos cuando Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas para saciar su hambre temporal (banalidad). También podemos leer en los Salmos, constantes frases como “no cae”, “permanece”, “para siempre” o “largos días”, como elementos descriptivos de las bendiciones brindadas a las personas que tienen una búsqueda constante de Dios; claramente, en contraposición con las bendiciones efímeras y vanas que tienen las personas que no lo hacen.
En este texto en concreto, Jesús ahonda en este concepto, explicándonos que no podemos tener las dos búsquedas; es decir, no podemos buscar lo eterno y lo terrenal al mismo tiempo. Esto no implica que no trabajemos para tener posesiones materiales; sino que nuestro enfoque y motivación principal en la vida debe ser buscar a Dios con todo nuestro corazón.
De hecho, en el texto posterior, Jesús aclara que Dios sabe de qué tenemos necesidad y conoce qué nos hace falta. Él asegura que Dios no solo lo sabe, sino que está dispuesto a darnos lo que necesitamos si lo buscamos a Él por encima de todo.