viernes, 17 de julio de 2020

Tú no eres como los demás

Si bien es cierto que todos somos creación de Dios, también lo es que no cualquiera puede considerarse su hijo. A pesar de que todos tenemos un valor especial para Él y que nos ama a todos por igual, el ser hijo de Dios tiene un lugar especial, pues se goza de las bendiciones que por gracia tiene a bien entregar a cada uno de los que lo aman, tal como lo dice Juan 1:12
“Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios“ (NVI) Juan 1:12-13
Tú eres un don para los demás»Tal vez recuerdes el momento en el que viniste a conocer a Dios, esa fecha especial en la que reconociste a Jesús como único salvador, creíste, lo recibiste en tu corazón y te convertiste en su hijo. Desde ese instante tu vida fue diferente, pues ser un hijo de Dios hace que veamos la vida diferente.
A pesar de que las vivencias que pasamos son iguales a las de todas las personas debido a nuestra naturaleza humana, nuestras reacciones y resultados no son los mismos, pues gozamos de la ayuda y respaldo de Dios en cada cosa que hacemos.
Posiblemente estés pasando por una situación no muy agradable, que ya han vivido miles y miles de personas, y de la cual no han obtenido resultados favorables. Bueno, pues es justo ahí donde debes recordar que “tú no eres como los demás”, que aunque la situación en la que te encuentras a simple vista es igual o peor, tu resultado no será el mismo porque hay una enorme diferencia, y esa es que tú cuentas con un padre que te protege y te ayuda y que jamás te dejará solo.
Eso sí, hay situaciones de las que no estamos exentos, pues son parte de la vida. Y también hay que considerar que no somos perfectos, que por lo tanto a veces también cometemos errores y vienen las consecuencias, pero junto a ello viene el aprendizaje, la madurez o algo que Dios ha querido mostrarnos.
Muchas veces también prestamos atención a los comentarios y opiniones de las demás personas que, lejos de ayudarnos, nos hacen dudar sobre lo que en un principio estábamos convencidos; de que la forma de pensar y creer de un hijo de Dios es muy diferente a la de los demás, porque reconocemos que tenemos por padre al Dios que convierte lo imposible en posible.
La seguridad que nos da el hecho de ser sus hijos es que nunca estaremos enfrentándonos a algo mayor que Él. Para los hijos de Dios no existe la derrota ni los imposibles; hay amor, perdón y nuevas oportunidades, caminos que otros no pueden ver, y esperanza donde no la hay.
Recuerda lo que dijo Pablo en Gálatas 4: 6,7.
Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ¡Abba! ¡Padre! Así que ya no eres esclavo sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero. (NVI)
¿Qué es lo que te impide salir de esa situación? ¿Que puede estar pasando en tu vida que te haga pensar que no hay más solución? ¿Qué es eso que ves tan grande y difícil de vencer, que Dios no pueda derrotar?

Eres hijo de Dios, eres especial tesoro en sus manos, eres grande cuando vas de su mano. ¿Habrá por qué estar preocupado?, ¿crees que tu final será como el de los demás?, ¡claro que NO!; la gran diferencia es que para los amados de Dios no hay cosa difícil. Debes estar confiado y tranquilo porque TÚ NO ERES COMO LOS DEMÁS.

¡Atrévete a Pensar Diferente!

"El talento se descubre pensando diferente”. Sir Ken Robinson
Estas palabras las dijo Sir Ken Robinson en un Foro Mundial sobre el Talento: “Tengo el firme convencimiento de que la mayoría de los adultos no sabe cuáles son sus talentos ni sus habilidades innatas. Y esto nos ocurre porque el talento suele estar marginado, no nos hemos preocupado por él”.
Atrévete a pensar diferente y nunca temas lo que piensen los de ti ...Este caballero inglés, afirmó rotundamente que “es falso que el talento se tiene o no se tiene, que se desarrolla en pocos ámbitos y que está presente solo en algunas personas. Yo creo que todos lo tenemos, pero tan solo nos falta cultivarlo. En el momento que lo hagamos repercutirá en el desarrollo de nuestra sociedad”. Eso recuerda la parábola de Jesús acerca de los talentos; a cada uno de nosotros se nos dieron talentos y hay que cultivarlos sin temor alguno, para ser hallados buenos administradores de lo que Dios nos ha dado.
Muchos no disfrutan de la vida porque no usan sus talentos, y no los usan porque sus pensamientos son lineales o convencionales. Necesitamos pensar diferente, pensar fuera de lo establecido.
Recuerda esto: “Si sigues pensando de la misma manera seguirás viviendo en la frustración”.
El Apóstol Pablo decía: “Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir”. Lo que hasta ahora tenemos es por la manera en que hemos pensado. Si estás cansado de vivir siempre de la misma forma, necesitas cuestionarte y convertirte en un pensador de posibilidades.

Reconociendo la supremacía de Dios

En diciembre del año 2013 falleció a los 92 años de edad, Harold Camping, el a veces llamado “profeta del fin del mundo” quien, como era obvio, falló en todos sus pronósticos sobre el  Día del Juicio Final.
La Supremacía de Dios – IBPGRecordemos que Camping no se cansaba de errar a este respecto, pues comenzó mencionando que el rapto ocurriría un 6 de septiembre de 1994. Cuando eso no sucedió, manifestó entonces que Jesús regresaría el 21 de mayo de 2011. Después, al no ocurrir en esa fecha, argumentó que el mundo definitivamente se acabaría el 21 de octubre de 2011.
Finalmente en marzo de 2012, Camping puso fin a sus predicciones apocalípticas; admitió sus desaciertos y dio testimonio público de reconocimiento a Dios. En dicho testimonio, dijo entre otras cosas lo siguiente: “Hemos aprendido una lección muy dolorosa, que toda la creación está en manos de Dios y que va a terminar el tiempo en su tiempo, no en el nuestro. Humildemente, reconocemos que Dios no va a decirle a su pueblo la fecha en que Cristo va a regresar, como tampoco Él le dice a nadie la fecha en que va a morir físicamente”.
Querid@ amig@: Ojalá que, afectado por la vanidad, el orgullo, o la simple inteligencia humana, no te cueste a ti también reconocer la supremacía y el poderío de Dios; que no pretendas desarraigarlo de su propia creación; o que en tu sed de conocimiento, tus oídos no se endulcen con las declaraciones de quienes ahora asoman por ahí mencionando ser Dios o enviados de Él, conocedores de sus íntimos secretos.
Ojalá, pues, caso contrario, tarde o  temprano, públicamente o para tus adentros, tendrás que reconocer que quien tiene el control y la última palabra, ha sido, es y será Dios.
Al referirse al tema del fin del mundo, el propio Jesús dijo :

“PERO EN CUANTO AL DÍA Y LA HORA, NADIE LO SABE, NI SIQUIERA LOS ÁNGELES EN EL CIELO, NI EL HIJO, SINO SÓLO EL PADRE. ¡ESTÉN ALERTA! ¡VIGILEN! PORQUE USTEDES NO SABEN CUÁNDO LLEGARÁ ESE MOMENTO” .

(Marcos 13:32,33)