jueves, 30 de abril de 2020

Lo que las familias no deben olvidar

El pueblo de Israel siempre ha sido un pueblo que ha procurado no olvidar nunca aquellos acontecimientos que han marcado su historia. Lo podemos ver desde el Antiguo Testamento, en el cual ellos tenían que recordar, de generación a generación, acontecimientos tales como: 
-La salida de Israel de Egipto (Éxodo 12:41-42) (celebración llamada pascua que permanece en la actualidad). 
-El paso del río Jordán para entrar a la tierra prometida (Josue 4:5-7). 
-La protección de Dios para su pueblo cuando ya había sido decretada su destrucción por el rey Asuero (Ester 9:27-28). Esta celebración llamada “Purim”, se celebra siempre hasta hoy en la actualidad. 

En la época actual el pueblo de Israel también tiene otros días para recordar, para no olvidar nunca los acontecimientos que han marcado su historia moderna y las personas que formaron parte de ella: 
La receta mágica de una buena relación entre padres e hijosEl 21 de Abril es el día en el que honran y recuerdan a todas las víctimas del holocausto, y el 27 de de Abril se celebra el día de Recordación, en el cual se recuerda a todos aquellos que entregaron su vida para hacer posible el regreso de los judíos a su tierra. 

Y NOSOTROS Y NUESTRAS FAMILIAS ¿QUÉ DEBEMOS RECORDAR? ¿QUÉ ES LO QUE NO DEBEMOS OLVIDAR? Estamos viviendo un tiempo que definitivamente quedará marcado en la historia actual de la humanidad. Los cambios que estamos viviendo, lo que la humanidad está sufriendo, es algo que cada uno de nosotros y nuestras familias debemos recordar y no olvidar, para que nuestra vida, cuando en el nombre del Señor todo esto pase, cuando todo esto termine, para que nuestra vida ya no sea igual, para que no sigamos cometiendo los mismos errores, que aprendamos a valorar lo que no valoramos antes. 

Evangelio de Marcos

Resultado de imagen de Evangelio de MarcosAunque el Evangelio de Marcos no nombra a su autor, es unánime el testimonio de los padres de la iglesia primitiva, en el sentido de que Marcos lo fue. Era compañero del Apóstol Pedro, y evidentemente su hijo espiritual (1 Pedro 5:13). Recibió de Pedro información de primera mano sobre los eventos y enseñanzas del Señor, y preservó esa información de manera escrita.

Es generalmente aceptado que Marcos es el Juan Marcos del Nuevo Testamento (Hechos 12:12). Su madre fue una cristiana rica y prominente en la iglesia de Jerusalén, y probablemente la iglesia se reunía en su casa. Marcos se unió a Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero, pero no en el segundo, debido a un fuerte desacuerdo entre Pablo y él mismo (Hechos 15:37-38). Sin embargo, cerca del final de la vida de Pablo, este llamó a Marcos para que estuviera con él. (2 Timoteo 4:11).

Fecha de su Escritura: El Evangelio de Marcos fue posiblemente uno de los primeros libros escritos del Nuevo Testamento, probablemente en el 57-59 d.C.

Propósito de la Escritura: Mientras que Mateo fue escrito principalmente para sus compatriotas judíos, el Evangelio de Marcos parece estar dirigido a los creyentes romanos, particularmente a los gentiles. Marcos escribió a los cristianos que previamente habían escuchado y creído el Evangelio (Romanos 1:8). Deseaba que ellos contaran con una historia biográfica de Jesucristo como el Siervo de Dios y Salvador del mundo, a fin de fortalecer su fe cuando se enfrentaban a una severa persecución, y para enseñarles lo que significaba ser Sus discípulos.

Versículos Clave: 
Marcos 1:11, “Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”.

Marcos 1:17, “Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres”.


Marcos 10:14-15, “Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.

Marcos 10:45, “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos”.

Marcos 12:32-33, “Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios y no hay otro fuera de él; y amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios”.


Marcos 16:6, “No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde lo pusieron”.

Marcos 16:15, “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

Perdonar Y Liberar

“El perdón es algo curioso; calienta el corazón y enfría la picadura”.
Todos hemos leído un millón de artículos sobre el perdón y escuchado mil charlas sobre el tema. Aún así, es muy difícil de practicar. El perdón no es nada fácil para la mayoría de nosotros.
Resultado de imagen de Perdonar Y LiberarCada vez que alguien nos lastima, quedamos con un sentimiento de herida, ira y venganza, y nos es muy difícil pasar por alto la herida que alguien nos ha infligido. Pero el perdón no es olvido, es simplemente no tener en cuenta la herida. No es algo que damos a otros sino a nosotros mismos.
La herida y el dolor que alguien nos causa, bien podrían ser siempre parte de nuestra vida, pero el perdón nos ayuda a soltar su agarre para que podamos seguir adelante.
Y en cuanto a quién perdonar, comencemos con un amigo que nos ha lastimado mucho, y el extraño que nos pisó el callo en el autobús, y luego a todos los demás.
Perdonarnos a nosotros mismos es también importante. Y perdonémonos rápido ya que cuanto más tiempo empleemos, cuanto más lo pensemos, puede que nunca pudiéramos estar listos para hacerlo. Así que hagámoslo tan pronto como podamos, porque aunque no cambie el pasado, definitivamente cambiará el futuro.
Y recordemos: “No perdonar es como ingerir raticida y esperar a que la rata muera”.
Hoy en día, algunos sectores del cristianismo han mistificado al perdón, convirtiéndolo en “atadura” para quienes nos han ofendido y a quienes no hemos perdonado. Sin embargo, seguro que la razón por la que el Señor nos llama a perdonar es precisamente porque, al no hacerlo, somos nosotros mismos los más perjudicados. Y en esto, inclusive la ciencia confirma el impacto sobre nuestros cuerpos, de la amargura resultante del no perdonar.
Así que, vivamos la vida abundante que Dios nos ofrece, dando el indispensable primer paso: perdonando a quienes nos ofenden.

No Es el Qué… Es el Cómo

David traía alimentos a sus hermanos al frente de batalla cuando vio a Goliat. No pensaba en convertirse en un héroe, simplemente tomó la oportunidad con la que otros soldados solo soñaban.
Las oportunidades nos pillarán por sorpresa y, si no estamos alerta y preparados, las dejaremos pasar. Lo que los demás descubrieron por David aquel día, había estado allí todo el tiempo.
Si somos líderes, ya poseemos el talento necesario para dirigir. Pero el valor es lo que nos establecerá como líderes frente a los demás. Y la gente que más veneramos demuestra el valor en el frente de batalla, en la reunión de la Junta, para defender a los indefensos o simplemente para intentar lo que nadie más pensó posible.
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Podríamos decir: “¡Pero yo no tengo el dinero! No nos preocupemos: el capital sigue al valor. El “qué” siempre precede al “cómo”. No nos dejemos intimidar por los números. Dios no es movido por hojas de cálculo ni por condiciones del mercado… es movido por la fe.
Ya hemos llegado a lo crucial: no dejemos que el “cómo” nos intimide. El “cómo” es muy desafiante, y por eso nos provee siempre de alguna oportunidad. Si el camino al éxito estuviese bien alumbrado, ya estaría abarrotado. Si el “cómo” no fuese un problema, algún otro ya lo hubiera resuelto.
Todo progreso comienza con una pregunta: “¿Qué necesita ser hecho?” Y alguien necesita hacer esa pregunta… ¿y por qué no nosotros?
El futuro le pertenece a aquellos que tienen el valor de hacer esa pregunta y la fe para perseverar hasta descubrir la respuesta. Cuando los obstáculos se vean demasiado grandes y la oposición demasiado fuerte, parémonos firmes en esta Escritura: “No temamos ni desmayemos… porque hay un poder mayor en nosotros que en él”.
Pensamiento que nos llena de entusiasmo y santa expectativa, por lo que Dios quiere y puede hacer a través de cada uno de nosotros, si tan solo nos ponemos en Sus manos.


lunes, 27 de abril de 2020

Evangelio de Mateo

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Este Evangelio, conocido como el Evangelio de Mateo, fue escrito por el apóstol del mismo nombre. El estilo del libro es exactamente lo que se podía esperar de un hombre que una vez fue recaudador de impuestos. Mateo tiene un gran interés en la contabilidad (Mateo 18:23-24; 25:14-15). El libro es muy ordenado y conciso. En vez de escribir en orden cronológico, Mateo ordena este Evangelio a través de seis argumentos.

Como cobrador de impuestos, Mateo posee una habilidad que hace sus escritos aún más interesantes para los cristianos. Sería de esperar que los recaudadores de impuestos fueran capaces de escribir como una especie de taquigrafía, lo que esencialmente significaría que Mateo pudo haber registrado las palabras de una persona mientras hablaba, palabra por palabra. Esta habilidad significa que las palabras de Mateo no solo están inspiradas por el Espíritu Santo, sino que deben representar una transcripción actual de algunos de los sermones de Cristo. Por ejemplo, el Sermón del Monte, como se registra en los capítulos 5-7, es casi con certeza una perfecta grabación de ese gran mensaje.


Fecha de su Escritura: Como apóstol, Mateo escribió este libro en el período inicial de la iglesia, probablemente alrededor del 50 d.C. Esta fue una época en la que la mayor parte de los cristianos eran judíos convertidos, por lo que es bastante comprensible que Mateo se enfocara en la perspectiva judía en este evangelio.

Propósito de la Escritura: Mateo intenta probar a los judíos que Jesucristo es el Mesías prometido. Más que en ningún otro evangelio, Mateo cita el Antiguo Testamento para mostrar cómo Jesús da cumplimiento a las palabras de los profetas judíos. Mateo describe en detalle el linaje de Jesús desde David, y utiliza muchas formas de lenguaje con las que los judíos debían haberse sentido cómodos. El amor y preocupación de Mateo por su pueblo es evidente a través de su meticulosa manera de contar la historia del Evangelio.

Versículos Clave: Mateo 5:17, “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”.

Mateo 5:43-44, “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”.


Mateo 6:9-13, “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén".


Mateo 16:26, “Porque, ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”.


Mateo 22:37-40, “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”.

Mateo 27:31, “Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle”.


Mateo 28:5-6, “Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor”.

Mateo 28:19-20, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

La cercanía de Dios

Claman los justos, y Jehová oye y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu.” (Salmos 34:17-18).
La soledad no debe ser para el cristiano un motivo de tristeza. Porque por la fe, sabemos que nunca estamos fuera de la presencia de Dios. Aunque nosotros nos alejemos de Él por el pecado, Dios está atento para unirse a nosotros si nos arrepentimos y volvemos junto a Él. Esta cercanía la ganó Cristo con su sacrificio; no es por mérito nuestro, sino que es un don del amor de Dios.

I. No debemos sentirnos solos si tenemos fe (versículo 17)

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Si vivimos unidos a Dios, no debemos sentirnos solos. Porque si lo invocamos y deseamos estar en su presencia, Él acude como un Padre ante su hijo. Él oye nuestros ruegos y los responde, pero somos nosotros los que clamamos a veces sin fe. No terminamos de convencernos de que Dios nos ama hasta el extremo, y que siempre está a nuestro lado (versículo 17).
Toda nuestra vida se gasta buscando la felicidad. El problema es que la buscamos en cosas que no nos la dan realmente, y por eso somos infelices. Si esperamos que las cosas materiales o el éxito en este mundo nos den la felicidad, terminaremos vacíos y solos. La verdadera compañía está junto a Dios, y también la verdadera felicidad (Salmo 16:11).
Ahora bien, no podemos adjudicarnos la cercanía de Dios a causa de nuestra bondad. Es un don que quiere hacernos, complementario al perdón de los pecados. El Señor entregó su vida por nosotros, derramó su sangre. Ganó para nosotros la justificación y nos hizo agradables a Dios mediante su sacrificio (Efesios 2:13).
Debemos aprovechar esta cercanía de Dios ganada con la sangre de Cristo. Es en esta vida cuando tenemos la oportunidad de vivir en su amor y luego entrar en el gozo de nuestro Señor. Después, cuando llegue el día de nuestra muerte, o la segunda venida de Cristo, no podremos cambiar el estado de nuestro espíritu. O estará con el vestido de fiesta que le permita participar del banquete de bodas, o será echado fuera y lamentará su necedad eternamente (Isaías 55:6).

Pero es mi papá

es mi papa

Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Colosenses 3,13
- Pero es mi papá -
Tengo en ocasiones discusiones contigo.
Muchas son las veces que siento que me atacas.
A veces lloro porque dentro de mí deseo tener a un tierno y dulce guardián,
y encuentro a un hombre lleno de dureza.
Sin embargo, cuando la tormenta pasa y las nubes me dan un respiro,
veo que tengo mucha necesidad de ti, y lloro a escondidas.
Sé que has sufrido y que te duelen muchas cosas del mundo.
Sé que no sabes tal vez emitir tus sentimientos, pero sí que los tienes.
Yo espero una dulce llamada preguntando dónde está tu hija mayor
pero recibo una molesta voz.
He llorado por tu incomprensión
y he hablado a tu corazón.
He querido que entendieras tantas cosas,
y reconozco que yo también en ocasiones no colaboro mucho, que mis aún jóvenes años
hacen chirivitas con los tuyos.
Pero quiero que sepas que cuando me voy con la sangre hirviendo,
oro y digo una y otra vez, -pero es mi padre-.
Porque eres mi padre no importando qué,
porque soy tu hija no importando cuantos qué,
porque Dios no se equivocó en darme a ti como padre en este mundo,
porque buscó en tu corazón y vida lo que yo pudiera necesitar para cumplir su propósito en mí.
Porque eres mi padre y te amo mucho
Porque cuando careces de algo, yo lloro
Porque quisiera que el dinero no fuera una necesidad.
Pero lo único que pienso es en terminar de estudiar
porque sé que al avivar el don que mi Padre celestial me ha dado,
desato una lluvia de bendiciones no solo a mí sino también a mi entorno.
Y mi entorno eres tú al igual que mamá y mis hermanos.
Porque aunque a veces siento que no puedo más,
pienso que somos la familia que somos
y que tú eres mi padre y te amo.
Gracias le doy a Dios porque gracias a tu niñez tan triste
y a todas las carencias que viviste
ahora soy quien soy.
Porque quiero que sepas que llevo tu apellido
con mucha alegría y orgullo.
Te amo papá, y aunque a veces nos llevamos como el perro y el gato,
quiero que lo sepas, y te lo digo con todo mi amor latiendo en el corazón.
Te doy las gracias porque gracias a ti tengo el pensamiento:

MI PAPÁ.

Si son muchas las veces que tienes rencillas con tu papá, si él ha cometido errores y quizá no los puedes perdonar, piensa en lo mucho que él también vivió y tuvo que sufrir. No quiero justificar absolutamente nada, pero no seas tan duro con él porque algún día serás papá y también mamá, y no quiera Dios que cometas algún error en el camino y que luego sea muy difícil de explicar. 
O si tu caso tu papá no es el rey que cuida a su princesa con dulces palabras o dulces cuidados, recuerda que no podemos dar lo que no tenemos, pero detrás de esa llamada de atención que te parece dura, está un TE AMO HIJO(A) Y ME PREOCUPA PERDERTE SI LLEGAS TAN TARDE, PERO NO APRENDÍ A DEMOSTRARLO CON PALABRAS DULCES.
Si algo deseo de todo corazón regalarte el día de hoy es que

PASE LO QUE PASE ES TU PAPÁ Y DIOS TE LO DIO PARA CUMPLIR SU PROPÓSITO EN TI. NADA ES CASUALIDAD, AMEMOS A NUESTRO PAPÁS QUE CON TODO Y TODO NOS AMAN, 

Y RECUERDA: PERO ES TU PAPÁ.

viernes, 24 de abril de 2020

¿Por qué tarda Dios en responder a nuestras oraciones?

¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? Salmo 13:1 

El tiempo de Dios es perfecto, para responder nuestras oraciones ...No hay duda de que todos quisiéramos que nuestro Dios respondiera inmediatamente nuestras oraciones, que no tuviéramos que esperar como normalmente pasa en nuestro mundo terrenal, pero el Reino de los Cielos no funciona de esta manera. 

En la palabra de Dios podemos ver normalmente a los seres humanos en que podemos sentirnos impacientes, incluso desesperados, por lo que consideramos una “Tardanza de Dios”. 
Nuestra lógica humana terrenal que nos hace sentirnos tan impacientes y ansiosos, nos dice: Si Dios es todopoderoso, si para Él no hay nada imposible, si Él tiene poder para cambiar mis circunstancias en este mismo momento, ¿por qué no lo hace? Esta pregunta seguramente es la que la mayoría de las personas se están haciendo en todo el mundo en este tiempo de pandemia, en la cual los cristianos no hemos cesado de orar y de clamar. Confiamos en su poder, en sus promesas, pero la respuesta de Dios aparentemente no llega, y entonces... ¿Por qué tarda Dios en responder? 

PRIMERAMENTE: Tenemos que comprender que nuestro Dios no se rige o se limita por nuestro tiempo. Dicho de otra manera, Dios no obra presionado por nuestro reloj o nuestro calendario, Él es eterno, como nos lo declara su palabra (2 Pedro 3:8) Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 
Esto nos debe hacer entender que nosotros no podemos regir a Dios, que Él no está bajo nuestro dominio. Nos recuerda que Él es Dios, y que nosotros debemos aceptar su voluntad y someternos a ella, no Él a la nuestra. 

¿Por qué Dios nos dio cuatro Evangelios?

Estas son algunas razones por las que Dios nos dio cuatro Evangelios en vez de uno:

(1) Para proporcionarnos una descripción más completa de Cristo. 

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Aunque toda la Biblia está inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16), Él utilizó autores humanos con diferentes trasfondos y personalidades para llevar a cabo Sus propósitos a través de sus escritos. Cada uno de los autores de los Evangelios tenía un propósito diferente con su Evangelio, y para cumplir esos propósitos, cada uno enfatizó diferentes aspectos de la persona y el ministerio de Jesucristo.

Mateo escribió para la audiencia hebrea, y uno de los propósitos de su Evangelio era mostrar, mediante la genealogía de Jesús y el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, que Él era el Mesías largamente esperado, y que por lo tanto, debía ser creído. El énfasis de Mateo estaba sobre Jesús como el Rey prometido, el “Hijo de David”, quien se sentaría para siempre sobre el trono de Israel (Mateo 9:27; 21:9).


Marcos, sobrino de Bernabé (Colosenses 4:10), fue un testigo ocular de los eventos en la vida de Cristo, habiendo sido también amigo del apóstol Pedro. Marcos escribió para la audiencia de gentiles, como se aprecia por su falta de inclusión de datos importantes para los lectores judíos (genealogías, controversias de Cristo con los líderes judíos de Sus días, referencias al Antiguo Testamento, etc.). Marcos enfatizó a Cristo como el Siervo sufriente. Aquel que no vino para ser servido sino para servir y dar Su vida en rescate por muchos (Marcos 10:45).

El evangelista Lucas, el “médico amado” (Colosenses 4:14) y compañero del apóstol Pablo, escribió tanto el Evangelio de Lucas como los Hechos de los Apóstoles. Lucas es el único autor gentil del Nuevo Testamento. Desde mucho tiempo atrás, ya era aceptado como un diligente y erudito historiador, por aquellos que habían utilizado sus escritos en estudios históricos y genealógicos. Como historiador, él declara que es su intención escribir de forma ordenada la vida de Cristo, basada en los reportes de aquellos que fueron testigos oculares (Lucas 1:1-4). Dado que él escribió específicamente para el beneficio de Teófilo, aparentemente un gentil de cierto rango, su Evangelio fue redactado teniendo en mente a una audiencia gentil, y su intención era mostrar que la fe cristiana está basada en eventos históricamente fiables y verificables. Con frecuencia, Lucas se refiere a Cristo como “el Hijo del Hombre,” enfatizando Su humanidad, y comparte muchos detalles que no se encuentran en los relatos de los otros Evangelios.

El Evangelio de Juan, escrito por Juan el apóstol, es diferente a los otros tres Evangelios y posee un gran contenido teológico referente a la persona de Cristo y el significado de la fe. Con frecuencia se hace referencia a Mateo, Marcos y Lucas como los “Evangelios Sinópticos”, por su contenido y estilo similar, y porque en ellos se observa una sinopsis de la vida de Cristo. Mas el Evangelio de Juan comienza, no con el nacimiento de Jesús o Su ministerio terrenal, sino con la actividad y características del Hijo de Dios antes de hacerse hombre (Juan 1:14). El Evangelio de Juan enfatiza la deidad de Cristo, como se aprecia en su uso de frases como “El Verbo era Dios” (Juan 1:1), “el Salvador del Mundo” (Juan 4:42), el “Hijo de Dios” (usado repetidas veces), y “Señor y... Dios” (Juan 20:28).. En el Evangelio de Juan, Jesús también afirma Su deidad con muchas declaraciones del “Yo Soy.” La más notable entre ellas está en Juan 8:58, en donde Él asegura que “... antes que Abraham fuese, Yo Soy” (comparar con Éxodo 3:13-14). Pero Juan también enfatiza el hecho de la humanidad de Jesús, deseando mostrar el error de una secta religiosa de sus días, los gnósticos, quienes no creían en la humanidad de Cristo. La explicación de Juan sobre su propósito principal para escribirlo, está casi al final de su Evangelio: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en Su nombre” (Juan 20:30-31).

Perfecto Amor

“Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”. Juan 15:10
Cuando pensamos en el perfecto amor del Padre no pensamos en que se encuentre relacionado con “guardar sus mandamientos”; pero, cuando nosotros guardamos sus mandamientos (obedecemos), como consecuencia, nos amamos unos a otros de la misma manera como Jesús nos ha amado. ¿Qué significa esto? ¿Cómo nos ama el Señor? Esta es la manera en la que debemos amarnos:
Resultado de imagen de perfecto amor1- Amor sacrificial (Juan 15:13), “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos”. Esta clase de amor está dispuesto a ceder nuestros derechos por el bien de alguien más.
2- Amor sincero (Romanos 12:9), El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. Debemos ser genuinos, auténticos al amar, despojándonos de toda hipocresía.
3- Amor servicial (Gálatas 5:13), “… sino servíos por amor los unos a los otros”. Cuando amamos como Cristo nos amó, no hay lugar para el egoísmo. Solo con un corazón desprovisto de éste es como podemos servir a los demás.
4- Paciente (Efesios 4:2), con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor. Todos somos diferentes, pero nuestras diferencias nos complementan. Por tanto, debemos soportarnos unos a otros y ser tolerantes con los demás, usando para ello ese amor paciente que el Padre nos da.
5- En unidad (Colosenses 2:2), Lucho para que sean consolados sus corazones y para que, unidos en amor, alcancen todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo”. El amor cubre multitud de faltas y nos permite caminar en unidad con nuestros hermanos, dejando a un lado todas aquellas cosas que nos separan.

¿Qué es el hombre?

Jehová, ¿qué es el hombre para que en él pienses,
o el hijo de hombre para que lo estimes?
 Salmos 144:3
De todos los análisis y las divagaciones en que me he encontrado inmerso, éste parece ser uno de los más intrascendentes; porque es muy difícil tener una apreciación objetiva de uno mismo, cuesta ser imparcial. No se puede ser juez y parte. Ser la imagen reflejada en un espejo, ser el espejo mismo, y además el espectador y dueño de ambos. Esto lleva a subestimar o a sobredimensionar, tanto los defectos como las virtudes de aquello que es el objeto de nuestro análisis.
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Como especialista patológico, admiré la capacidad creativa del autor, del artista, del diseñador y ejecutor de esta extraña y compleja maquinaria que es la humana, en todas y cada una de sus obras de arte; admiré el sello de exclusividad y la garantía de una calidad que trasciende los tiempos y las edades. Fascinado por el funcionamiento del hígado, del cerebro y del corazón; recogiendo huesos para estudiarlos; transitando en el enredo de kilómetros de arterias, venas y vasos capilares, surge la pregunta: “¿Qué es el hombre?”, pregunta que dividía mi alma en dos. Era como el separador entre dos hojas de un libro, ¡tan apasionante como indescifrable!
Entre la anatomía y la fisiología; entre la literatura y la filosofía; entre la materia y el espíritu; la medicina y la psicología, la pregunta: “¿Qué es el hombre?” es como la pregunta del millón. ¿Qué es el ser humano? ¿Es la mejor de las máquinas? ¿Es solo una bomba distribuidora de sangre? ¿Es el hombre solo un cerebro capaz de procesar información, como el disco duro de un ordenador? ¿Debemos pensar en el hombre como un riñón que filtra, un estómago que consume, un pulmón que ventila y un intestino que desecha?  Amanecer como espectador en la sala de urgencias de un hospital en busca de respuestas, puede ser la experiencia más frustrante o la más emocionante y elevadora.