sábado, 18 de agosto de 2012

Ley Universal de la Siembra y La Cosecha - Crecimiento Personal

Saber dar, saber sembrar, es algo que traerá frutos constantes en tu vida en todas las áreas.
Esta ley es asombrosa porque funciona en todos los ámbitos de la vida ya sean cosas espirituales, emocionales, sociales, familiares, laborales, etc. Dios estableció que todo lo que el hombre siembra eso mismo cosechará. Nadie puede cosechar lo que no sembró.
Si una maestra de escuela se comportó con su clase de forma dura, incomprensible, exigente, malhumorada e injusta ¿cómo puede pretender que sus alumnos la quieran y la recuerden bien? Muchas veces queremos cosechar donde no sembramos nada o lo que sembramos fue muy escaso o errado. Tener en cuenta esta ley en nuestra vida nos hará sabios; a veces no nos damos cuenta qué estamos sembrando, ya sean cosas buenas o malas, pero debemos ser conscientes de que en todo momento estamos sembrando. Las relaciones familiares son un ejemplo claro de siembra y cosecha, por ejemplo de padres a hijos o esposos a esposas.
Si con nuestros hijos somos críticos, exigentes y perfeccionistas produciremos una relación tensa; aunque el amor puede permanecer inalterable, la relación se desgasta y hace que los hijos quieran huir de sus padres. Es mejor sembrar comprensión, perdón, tolerancia, sabiendo corregir sólo cuando sea necesario. A veces los hombres quieren cosechar en sus mujeres lo que no sembraron, les son indiferentes, no las escuchan, no les dedican tiempo, pero pretenden que ellas estén siempre preparadas, listas y sonrientes para atender todas sus necesidades.
Si no estás recibiendo cosas buenas es mejor que pienses en todo lo que has sembrado. ¿Qué pasaría si tienes un amigo que en distintas ocasiones te regala cosas valiosas y siempre se acuerda de ti? Seguramente que con ese amigo no podrás ser tan desagradecido y olvidarte de regalarle algo ¡y mejor que no sea una baratija!. Todo es siembra y cosecha. Mejor es dar que recibir.
“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir” Hechos 20:35
Dar es una llave poderosa.
Saber dar, saber sembrar, es algo que traerá frutos constantes en tu vida en todas las áreas. Un empleado que durante años trabajó fielmente para su empresa, siendo responsable y leal, tarde o temprano será reconocido y ascendido. En el ámbito de los negocios he descubierto que las mejores empresas son las que dan siempre un extra a sus clientes, el mejor servicio, cordialidad, calidad y más de lo que esperan; esto hace, como consecuencia, que esa empresa prospere porque no se dedica a estafar o mentir, sino a dar lo mejor; y todo eso vuelve. Alguien que no podía prosperar me dijo penosamente: “Tendría que estar cosechando, pero no sembré nada en años anteriores y no tengo nada que cosechar”. Cuando en todo lo que emprendas dediques tiempo, empeño y cuides detalladamente de tu dedicación, seguramente tendrás una buena cosecha al poco tiempo. Hay personas que durante años no han trabajado, no se han esforzado ni se han dedicado a nada con empeño y después no entienden por qué no hay nada que cosechar.¿?

Romper el egoísmo
El egoísta piensa que si da, pierde, pero es al revés, si da, gana. El egoísta entiende que tiene que retener y guardar todo, pero al dar siempre tendremos el corazón lleno de alegría. Hay cosas que no tienen precio. Si te dedicaste a ayudar cuando otros lo necesitaron, seguramente estarán allí para ayudarte. No podemos ser indiferentes a quienes sembraron en nosotros.
Ayudar cuando alguien lo necesita es servir a Dios.
“Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones. Proverbios 19:17 (NVI)
“Pero el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado”. Isaías 32:8
Cuando nos vaciamos estamos listos para ser llenos de nuevo. Si retenemos todo corremos el riesgo de que las cosas se pudran y se pierdan. Dar es abrir la puerta a un fluir, toda agua estancada corre riesgo de pudrirse, pero las aguas que fluyen, que reciben y dan entre ríos y el mar siempre mantienen vida.
Una advertencia
“Muchos buscan el favor del generoso, y cada uno es amigo del hombre que da”. Proverbios 19:6
Ser generoso puede acarrear un riesgo que es atraer a los abusadores y vividores. Dar no significa dejarse aprovechar por los oportunistas; si das, da con sabiduría. Dios te guiará a dar siempre en el momento y lugar preciso. Quienes quieren abusar dando lástima para sacarte algo, están produciendo que nadie les quiera dar. Porque uno recibe por caer en gracia con las personas, uno recibe porque Dios te da esa gracia, pero no se recibe por manipular con lástima.
Dios recompensa la siembra.
“La dádiva del hombre le ensancha el camino Y le lleva delante de los grandes”. Proverbios 18:16
Siembra, siembra y siembra, los hombres te recompensaran y Dios nunca te fallará. Aprende a sembrar de todo, un abrazo, escuchar, tiempo, una palabra de ánimo, un regalo especial, una llamada para saludar a alguien, tus conocimientos, tu dinero, tu ayuda, etc. Debe ser nuestro estilo de vida, si damos a Dios que no vemos y creemos en Él por fe, también daremos a los hombres. Dar a Dios te exaltará, dar para su obra te llenará de paz, salud y prosperidad.
“Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto”. Prov. 3:9-10.
En el reino de Dios hay registros minuciosos y ordenados de todos nuestros buenos actos. Si serviste a Dios con alegría y dedicación por años, tu recompensa vendrá sin duda.

Nube de Colores - Reflexiones con Vídeo

El cielo se abrirá y entonces yo allí te veré, subiré a lo más alto

Y a tus brazos correré, no habrá nada en este mundo que me pueda
Detener,  Y en esa nube de colores tu sonrisa yo veré. Allí estaré…

Espero el  momento, espero nuestro encuentro

Encuentro que te sueño, que sueño con tus ojos, que
Me ven sonriendo, te miro y tiemblo, cuando veo tu amor,
Cuando veo tu amor.

Donde esta el momento, donde existe hora y tiempo,

Solo sus promesas, promesas que yo espero, espero pronto
Verte, verte de cerca, cuando veo tu amor…Cuando veo tu amor.

El cielo se abrirá y entonces yo allí te veré, subiré a lo más alto

Y a tus brazos correré, no habrá nada en este mundo que me pueda
Detener, allí estaré…

Y en esa nube de colores tu sonrisa yo veré, no habrá mas llanto ni

Tristezas tus cosquillas sentiré, y en esa nube….Yo te veré.

Encuentro tu momento, encuentro que eres cierto quedo en silencio,

Al ver tu amor inmenso no encuentro palabras, te siento cerca, cuando
Veo tu amor……Cuando veo tu amor…..

El cielo se abrirá y entonces yo allí te veré, subiré a lo más alto

Y a tus brazos correré, no habrá nada en este mundo que me pueda
Detener, allí estaré…

Y en esa nube de colores tu sonrisa yo veré, no habrá mas llanto ni

Tristezas tus cosquillas sentiré, y en esa nube de colores tus secretos yo
Sabré, no habrá lugar ningún lugar que pueda reemplazar, es allí
Donde mis sueños se me hacen realidad, no hay que esperar…..
No habrá nadie en este mundo, que me pueda detener, en tu amor yo
Esperare, mil años no se tal vez, LO QUE SEEE….ALLI ESTARE…
Allí estaré, allí estaré…..


¡Lo Intenté y Nada Pasó! ¿Cómo hacer para que Algo Bueno Pase en mi Vida?

“El compromiso es la respuesta  que dan aquellos que no quieren ser víctimas sino protagonistas de su vida”
Muchas personas han estado experimentando cambios en sus vidas. Para algunos son cambios positivos y están viendo resultados extraordinarios en sus matrimonios, sus finanzas, sus negocios, pero hay otros que todavía están luchando por sobrevivir, anhelando ser feliz, deseando tener una vida de dicha y prosperidad. Estos últimos dicen: ¡Lo he intentado todo y nada ha pasado!
Quizás usted leyó la siguiente anécdota:
Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún, así que el leñador se propuso hacer un buen papel. El primer día se presentó al capataz, que le dio un hacha y le asignó una zona del bosque. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles.
-Te felicito, le dijo el capataz. Sigue así.
Animado por las palabras del capataz, el leñador se decidió a mejorar su propio trabajo al día siguiente. Así que esa noche se acostó bien temprano. A la mañana siguiente se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo su empeño no consiguió cortar más de quince árboles.
-Debo estar cansado, pensó. Y decidió acostarse con la puesta de sol.
Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo toda la tarde tratando de talar su segundo árbol. Inquieto por lo que diría el capataz, el leñador fue a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se estaba esforzando hasta los límites del desfallecimiento.
El capataz le preguntó: -¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez? –Afilar, no he tenido tiempo para afilar. He estado demasiado ocupado talando árboles.
Esta anécdota nos muestra que con intentarlo no basta, que no es suficiente definir lo que quieres conseguir y empeñarse en ello ni siquiera con dedicación y esfuerzo. Eso es bueno pero es necesario comprometerse. Leyó bien: comprometerse. Para que algo pase en la vida y en su vida necesita estar comprometido.
Por ejemplo, Dios estaba comprometido a amarnos y para que no nos perdiéramos envío a su hijo. Jesús vino a buscar y a salvar lo que había perdido y estuvo comprometido hasta morir en la cruz. Pablo estaba comprometido en llevar las buenas noticias a los gentiles, y usted y yo somos parte de ese compromiso.
¿Está comprometido en su matrimonio? ¿A qué está comprometido?
¿Está comprometido a estar en libertad financiera o esclavo de las deudas? 
¿Está comprometido a una vida pura, íntegra o a una vida de placeres lejos de Dios?
¿Está comprometido al éxito o al fracaso? ¿A que está comprometido o comprometida?
Todos estamos comprometidos a algo o alguien. El compromiso es el lenguaje que yo sostengo con mis acciones. Lo que hasta ahora estás obteniendo en la vida, en tus relaciones y en tus finanzas es lo que hasta ahora has dado. Si quieres tener un futuro diferente debes partir del compromiso.
¿Qué quiero que suceda en mi vida?
En la Biblia encontramos a un hombre que era hijo de un honorable pero era ciego. Estamos hablando de Bartimeo y esta historia la consigues en el Evangelio de Marcos 10: 46-52. Aquí encontramos varios principios interesantes, pero quiero detenerme en los versículos 51 y 52:
“Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.”
En este pasaje encontramos a un Bartimeo comprometido a ver. Él dio todos los pasos necesarios para obtener su milagro. El no se fue por las ramas quejándose de lo duro que había sido vivir ciego durante mucho tiempo, excusándose de las personas y circunstancias, sino que cuando estaba con Jesús fue muy claro en su pedido: “quiero recobrar la vista”. Y Jesús le responde: “Tu fe te ha salvado”, y conocemos el final feliz de Bartimeo.
Bartimeo estuvo comprometido con alcanzar la visión que necesitaba ¿Y usted hasta donde está  comprometido hoy en su vida?  ¿Qué quieres que acontezca en su vida?
Si tú estás comprometido vas a hacer que las cosas pasen, pero si no hay compromiso no llegarás lejos. Para que algo bueno suceda en tu vida debes tener presente que el futuro sólo existe según tus intenciones. Tú puedes crear con otros el futuro que elijas. Puedes elevar tus compromisos sobre tus estados de ánimo y producir acción.
Hoy es el mejor día para comprometerse a ser la persona que Dios quiere que seas. Hoy es el mejor día para iniciar una nueva vida o volver a comenzar.

Juan Sebastián Bach - Reflexión e historia

A través de la historia, Bach ha sido proclamado como el compositor cristiano entre los músicos de la Iglesia. Cuando Juan Sebastián Bach nació en Eisenach, Alemania, en 1685, el apellido Bach ya era sinónimo de comercio musical. Más de 50 músicos llevaban ese apellido.
Juan Sebastián quedó huérfano a la edad de nueve años y por eso se crió con su hermano, comenzando allí su entrenamiento musical. Bach un día dijo: “ El único propósito de la música debe ser para la Gloria de Dios y la recreación del espíritu humano”.
Un día Bach le dijo a un estudiante: Practique sólo diligentemente y todo irá bien. Usted tiene cinco dedos en su mano tan saludables como los míos”. Cuando se le preguntó cuál fue el secreto de su éxito él respondió: “Yo fui hecho para trabajar, si tú eres igualmente trabajador serás igualmente exitoso”.

Juan Sebastián Bach fue devoto de Dios y un día dijo: “Donde hay música devocional, Dios está al alcance de la mano con su graciosa presencia”.
Los músicos no son producto de casualidades, sino de devoción, entrega y diligencia.
No importa tu profesión u oficio…no es asunto de casualidades sino de devoción, entrega y diligencia.
Dale a Dios todo lo que te queda y él te devolverá hasta que te sobre.

Deuteronomio 4:9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: y enséñalas a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Proverbios 12:27 El indolente no chamuscará su caza: Mas el haber precioso del hombre es la diligencia.
2 Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

Los restos del genio musical de la era barroca, Johann Sebastian Bach, reposan bajo el altar de la iglesia Luterana de San Juan en Leipzig, ciudad en la cual se desenvolvió durante muchos años como organista, cantor y profesor, y donde tenía como obligación, entre otras cosas, componer cantatas para los domingos y música sacra para el Viernes Santo.
Y es así que Bach realizó sus obras conocidas como ‘La Pasión según Juan’, la de ‘Mateo’ y ‘Marcos’ -de esta última nos quedaron solo fracciones- utilizando textos bíblicos tradicionales, incrementados por el libretista Picander y en las cuales describía musicalmente la pasión y muerte de Jesucristo, algo que ya se hacía desde la Edad Media.
Pero nadie realizó esta descripción en términos tan dramáticos y conmovedores como Bach en su Pasión según Mateo, obra para doble coro y orquesta que se está presentando en la Casa de la Música por parte del Conservatorio Franz Liszt, dentro de su tradicional festival en el mes de mayo.
Johann Sebastian Bach, de quien “se dice” que fue terco y difícil de llevar,  procreó 20 hijos, de los cuales nueve sobrevivieron; fue un hombre profundamente religioso, luterano y solía decir que “la música debería ser para gloria de Dios y recreación de la mente”. Sus composiciones, en muchos casos revolucionarias para su época, han sido motivo de admiración y estudio por parte de la mayoría de músicos de todas las generaciones, siendo consideradas verdaderos tratados musicales.
El hecho de que el Conservatorio Liszt presente fracciones de esta monumental obra, con gran acogida por parte del público, sólo confirma el buen momento por el que atraviesa la cultura en general y la música clásica en especial en nuestro medio. La iniciativa privada se hace presente a pesar de las limitaciones económicas.

Te veo - Jesús Adrián Romero (vídeo)

Te veo en los momentos de dolor 

te veo en la noche 
cuando en la vida se apaga el sol 
te veo en la luz 
te veo en la sonrisa y el amor 
te veo en mis sueños 
veo tu mano guiándome 
siempre estas Tú

siento tu abrazo tu expresión 
eres tan fiel y no hay razón 
que me haga dudar de tu corazón 
siento tu mano sobre mi 
siento tu amor y puedo oír tus palabras y tu vos 
siempre eres fiel 

te veo en el desierto y la aflicción 
te veo en el valle 
veo tu mano tapando el sol 
cubriéndome 
te veo en cada paso que yo doy 
te veo en mis planes 
veo tu mano guiándome 
siempre eres fiel 

siento tu abrazo tu expresión 
eres tan fiel y no hay razón
que me haga dudar de tu corazón 
siento tu mano sobre mi 
siento tu amor y puedo oír tus palabras y tu vos 
siempre eres fiel