El evangelio no es una cultura sino una contracultura. Usted vino a ser ciudadano de un Reino sin importar donde haya nacido; por eso cuando Moisés profetizó al pueblo que serían prosperados y conquistarían la tierra prometida, el pueblo no entendió el código de la abundancia.
Porque mientras Moisés fue criado en una cultura de abundancia y esplendor en el palacio egipcio, los judíos solo conocían de chozas y de escasez. Por eso, para ellos era muy difícil después encajar en ese código del cual les hablaba Moisés. Dios quiere meterte en una etapa de superabundancia.
No le crea a la gente que viene con actitudes negativas. Créale a Dios, porque Él determinó bendecirle de manera sobrenatural. El problema de pobreza no viene de las finanzas sino de la forma de pensar, es un problema de la mentalidad que cada uno ha adquirido.
La Iglesia nunca debió desconectarse del mercado, porque las parábolas de Jesús hablan únicamente sobre el concepto de Reino. En ninguna parte de la Biblia Dios dice que nos daría dinero, porque nunca lo prometió; pero Él, sí prometió que nos daría riquezas. Cuando usted tiene el favor de Dios, tiene el favor de Faraón, es decir, de personas y autoridades que sin ser cristianas pero con poder económico le van a bendecir.
Todos hemos vivido momentos especiales cuando vimos cumplido un sueño o alcanzado una meta, pero hay próximos grandes momentos que vendrán y debemos prepararnos para capturarlos. José tenía diecisiete años cuando tuvo el sueño de que iba a gobernar las naciones del mundo, y aunque pasó trece años más de dolor, a los treinta años, Faraón lo mandó llamar para que le interpretara dos sueños que no lo dejaban dormir.
A Faraón le impactó tanto lo que José le dijo que lo puso como ministro de economía, y fue el número dos en Egipto, la potencia más grande de la antigüedad. José pudo capturar ese gran momento del cumplimiento de su sueño porque estaba listo antes de que llegase; todos conquistaremos nuestro gran momento y debemos estar preparados para no perderlo, y para eso no debemos preocuparnos por el hoy.
Porque mientras Moisés fue criado en una cultura de abundancia y esplendor en el palacio egipcio, los judíos solo conocían de chozas y de escasez. Por eso, para ellos era muy difícil después encajar en ese código del cual les hablaba Moisés. Dios quiere meterte en una etapa de superabundancia.
No le crea a la gente que viene con actitudes negativas. Créale a Dios, porque Él determinó bendecirle de manera sobrenatural. El problema de pobreza no viene de las finanzas sino de la forma de pensar, es un problema de la mentalidad que cada uno ha adquirido.
Todos hemos vivido momentos especiales cuando vimos cumplido un sueño o alcanzado una meta, pero hay próximos grandes momentos que vendrán y debemos prepararnos para capturarlos. José tenía diecisiete años cuando tuvo el sueño de que iba a gobernar las naciones del mundo, y aunque pasó trece años más de dolor, a los treinta años, Faraón lo mandó llamar para que le interpretara dos sueños que no lo dejaban dormir.
A Faraón le impactó tanto lo que José le dijo que lo puso como ministro de economía, y fue el número dos en Egipto, la potencia más grande de la antigüedad. José pudo capturar ese gran momento del cumplimiento de su sueño porque estaba listo antes de que llegase; todos conquistaremos nuestro gran momento y debemos estar preparados para no perderlo, y para eso no debemos preocuparnos por el hoy.