Esta preciosa definición de la fe que encontramos en la palabra de Dios, nos permite comprender el por qué nos cuesta mantener nuestra fe fortalecida, en los tiempos de crisis que estamos viviendo en el mundo.
● Fe es la certeza de lo que se espera, es decir, necesitamos ser pacientes para esperar la respuesta de Dios.
● Fe es la convicción de lo que no se ve, es decir que tenemos que confiar en que
Dios está obrando aunque no veamos lo que está haciendo.
Tenemos que saber que mientras esperamos con paciencia y confiando en lo que Dios
está haciendo aunque no lo vemos, aparecerán enemigos usados por satanás para
afectar nuestra fe, golpeando poco a poco los muros de nuestra fe para derribarlos. Por eso es muy importante reconocer esos enemigos de nuestra fe para poder
enfrentarlos: I) PRIMER ENEMIGO DE NUESTRA FE: LA IMPACIENCIA (Habacuc 1:2)
La misma definición de fe que nos da la palabra de Dios, nos permite darnos cuenta que la impaciencia es contraria a la fe, pues tener fe significa tener paciencia para esperar la respuesta de Dios. La impaciencia viene a nuestra vida cuando precisamente, como lo expresa el profeta Habacuc, creemos que Dios no nos escucha, cuando clamamos y parece que Dios no nos responde.
Para enfrentar al enemigo llamado impaciencia tenemos que recordar las promesas de Dios para todos aquellos que esperan en Él: Dios no dejará avergonzados a todos aquellos que esperan en Él (Isaías 49:23b) “... y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí..”
Tenemos que pedirle a nuestro Dios las nuevas fuerzas que están prometidas para todos aquellos que estamos esperando en Él (Isaías 40:31) “pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán…”

