lunes, 17 de noviembre de 2014

Amor a La Vida

Dios nos dio la vida para que lo honremos y lo adoremos y de esa manera, cumplamos su propósito.
“De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él crea, no se pierda sino que tenga vida eterna” Juan 3:16
Cada día vemos testimonios del poder transformador de Dios en la vida de miles de personas. Son abundantes los testimonios de personas en ese sentido, al igual que el ciego sanado por el Señor Jesús, que lo vemos en el evangelio de San Juan, Capítulo 9.
“Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado cuando Jesús hizo el barro y le abrió los ojos al ciego. Por eso los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había recibido la vista.—Me untó barro en los ojos, me lavé, y ahora veo —respondió.
Algunos de los fariseos comentaban: Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado. Otros objetaban: ¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales? Y había desacuerdo entre ellos.
Por eso interrogaron de nuevo al ciego:—¿Y qué opinas tú de él? Fue a ti a quien te abrió los ojos.
—Yo digo que es profeta —contestó.

La Catedral de La Habana

Para muchas de las comunidades costeras de los mares cálidos, los corales forman parte de sus tradiciones y su vida cotidiana. Es absolutamente normal encontrar en muchas de las ciudades más antiguas del Caribe, auténticas fortalezas coloniales construidas con bloques rocosos de origen coralino.
Estos bloques se obtenían de canteras de roca caliza coralina, que no son más que arrecifes de coral fósiles compactados y emergidos tras el paso de milenios. Es increíblemente notable que la Catedral de La Habana, en Cuba, fue construida con bloques de piedra formados por los esqueletos de diminutos animales que existieron hace unos 131.000 años.
En sus paredes se dibuja la historia del paso del tiempo. Cada columna es un vestigio, cada dintel conserva la memoria ancestral de los animales que nos precedieron, miles de años antes de que el primer hombre dejara su huella en este mundo.
Obviamente, el talento de los pueblos está estrechamente ligado al material disponible. Así que resultó relativamente sencillo que la mundialmente famosa, medicina reconstructiva cubana y el coral se encontraran en algún punto. Desde hace once años el Instituto de Oceanografía de Cuba está produciendo un biomaterial conocido como Hidroxiapatita Porosa Coralina (HAP-200), que ha sido probado satisfactoriamente, como soporte para la formación y crecimiento de nuevo tejido óseo, y que ha tenido un éxito notable en el tratamiento de secuelas óseas post-traumatismos craneoencefálicos.
Incluso se ha probado en implantes oculares, donde una esfera de este biomaterial coralino se utiliza para la inserción de los músculos oculares de la cavidad del ojo perdido, ya que su porosidad permite que sea penetrada paulatinamente, por los tejidos periféricos y vasos sanguíneos.
Esto le brinda movilidad al ojo artificial con resultados estéticos muy satisfactorios. El indiscutible éxito de la utilización de material coralino radica en que su estructura, porosidad y composición química son increíblemente similares a las del tejido óseo humano. Por eso los índices de reacciones adversas son mínimos sin tener, hasta el momento, casos de rechazos.

El bautismo cristiano, un paso de obediencia

Hace poco más de un año, mientras fijábamos fecha para llevar a cabo bautizos, una hermana que recientemente había aceptado a Cristo y que era candidata para ser bautizada, me decía que estaba pensando seriamente, si lo haría o no, porque le parecía que al hacerlo adquiriría un mayor compromiso y no sabía si estaba preparada para ello.
Lamentablemente, decidió no hacerlo y unos meses más tarde se alejó de la iglesia y hasta ahora no ha regresado. Volvió a su vida anterior, y aunque la visitamos en diferentes ocasiones, ya no regresó; finalmente nos dijo que ya no deseaba ser visitada, que cuando estuviera lista regresaría.
En esas ocasiones utilizó frases parecidas “no sé si estoy preparada para ello” y“cuando esté lista entonces regresaré”. ¿Qué pasaría si todos esperáramos a creer estar listos o que hubiera ciertos requisitos o estándares que cumplir? Seguramente, habría muy pocos cristianos en el mundo o quizá no habría ninguno.
Sí, ser bautizado representa un compromiso, pero no es mayor que el hacer nuestra oración de fe, en la que confesamos a Cristo como Señor y Salvador. Es más bien, un pequeño paso en el camino de la fe que es necesario dar; el Señor espera que demos esos pequeños pasos, que realmente no son difíciles, que solo requieren decisión y estar dispuestos a obedecer.
La palabra compromiso, de acuerdo a la Real Academia Española, significa: Obligación contraída, y obligación tiene definición: Vínculo que sujeta a hacer o abstenerse de hacer algo establecido por precepto de ley, por voluntario otorgamiento o por derivación recta de ciertos actos.
Luego entonces, cuando nosotros voluntariamente, hacemos la oración de fe, aceptando como Señor a Jesucristo, es cuando hacemos el compromiso de obedecerle y de caminar de acuerdo a su voluntad; no olvidemos el significado de Señor.
Romanos 10:8-9 “8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.”

La obediencia, la regla de oro

Mateo 7:12  “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.”
La mayoría de nosotros conoce ‘la regla de oro’ desde la niñez: debemos tratar a los demás como queremos ser tratados.
delicados-obediencia16aPara los niños, esta regla parece tener sentido. Es lógico compartir si ellos quieren que los demás compartan con ellos, y evitar pegarle a otro, porque tampoco a ellos les gustaría ser las víctimas.
Pero a medida que la vida sigue y que las relaciones se vuelven más complicadas, esta sencilla norma ética no parece cuadrar con nuestras circunstancias.
Por ejemplo, imagínate que tu socio te engañó. ¿Cómo puedes tratarlo con respeto después de haberse aprovechado de ti? Una actitud perdonadora ¿no le abrirá la puerta para que vuelva a hacerlo? Sin embargo, el mandamiento de Dios es aplicable a esta situación.
La obediencia puede ser difícil, porque cuando somos heridos o tratados injustamente, nuestro instinto es vengarnos. De un momento a otro, comenzamos a hablar a espaldas de una persona, y a mostrar un sutil y creciente desprecio a ella. A la naturaleza humana le gusta la venganza por el mal recibido. En realidad, no somos capaces de hacer otra cosa si depende solo de nosotros.

Fe, Riesgo, Cambio, Esperanza - Crecimiento personal-espiritual

Es por la Fe como confiamos en Dios poniendo nuestras vidas en Sus manos, y tomamos “pasos de Fe”cuando caminamos con Dios. La Fe no es sentarse y esperar, la Fe es caminar, un paso cada vez. La Fe es confiar en Dios y en la gente para que estos nos ayuden, a medida que hacemos cambios para caminar con Dios.
El cambio es lo que queremos. Una vida, un corazón y una mente cambiada. El cambio es el proceso de arrepentimiento y santificación. Un estilo de vida cambiado. Pero el cambio requiere algo. Requiere que tomemos riesgos. Todo cambio implica algún elemento de riesgo. Debemos confiar, tener Fe en Dios, si vamos a tomar riesgos.
¿Y qué sucede cuando experimentados el cambio? Tenemos esperanza.
Aclarando, trabajemos de atrás para adelante. La Esperanza viene del cambio. El Cambio viene de tomar riesgos. La habilidad de tomar Riesgos requiere tener Fe en Dios y en los demás. La Fe se expande con la Esperanza que sentimos después del Cambio.
¿Quieres esperanza? Entonces necesitas cambiar. ¿Quieres cambiar? Necesitas arriesgar. ¿Estás dispuesto a tomar riesgos? Entonces debes tener fe/confiar en Dios y en los demás.
La iglesia en Tesalónica tenía fe, la cual les llevó a un cambio de estilo de vida, uno que no necesitaba introducción ni explicación.
No se puede obviar, si quieres una vida cambiada, necesitas tomar algún riesgo, y “el riesgo más grande es ser honesto con uno mismo y los demás”.
¿Estás dispuesto a confiar en Dios hoy y a tomar riesgos? El resultado garantizado será la esperanza si estás confiado y arriesgando con Dios.
“Partiendo de ustedes, el mensaje del Señor se ha proclamado no sólo en Macedonia y en Acaya sino en todo lugar; a tal punto se ha divulgado su fe en Dios que ya no es necesario que nosotros digamos nada.” 1 Tesalonicenses 1.8