domingo, 6 de octubre de 2019

El dilema de entender o sentir La Gracia de Dios

Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí no es invención humana; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
(Gálatas 1:11 y 12).

Muchos creyentes han tratado de leer y estudiar lo que sea con el fin de comprender el significado correcto de la Gracia de Dios. Tristemente tratan de comprender un misterio del cielo como si fuese una fórmula matemática o una ecuación de química. 
Definitivamente, el tema de la gracia de Dios es un asunto mal entendido por los cristianos hoy en día. Sin embargo, es la doctrina de la gracia un aspecto fundamental y exclusivo de la fe cristiana. La gracia de Dios es una revelación al creyente, del carácter de Dios, de su amor y perdón a favor del pecador a través de la obra de Cristo.

Los dedicados a las matemáticas y a las ciencias abstractas han tratado de explicar un universo infinito y los conceptos de La teoría de la Relatividad, definiendo un símbolo llamado "lemniscata" para describir el infinito.
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Este símbolo, aplicado a las ciencias, esconde los extraños conceptos y poco intuitivos de los misterios de lo infinito. El símbolo del infinito normalmente se usa para expresar las cosas que no tienen límite. Concepto que es muy difícil de asimilar plenamente con nuestras mentes corruptas y finitas. Un ejemplo de ello es el concepto del universo que se expande siempre a velocidades cercanas a la de la luz. 

Este símbolo matemático lo habremos visto alguna vez de nuestras vidas, los que hayamos estudiado las matemáticas modernas; sin embargo, no puede la mente del hombre entender completamente el infinito porque sencillamente no estamos capacitados para ello. 
Seguro que este ocho tumbado y sin un punto en el que acabe su eterno recorrido, no puede describir el infinito e inmensurable amor de Dios. ¡Qué sería de esta tierra y de nosotros, los pecadores, si la Gracia de Dios no fuera nuestro sustento y supervivencia!

Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. (Lamentaciones 3:22 y 23).

La gracia de Dios no es una licencia para pecar, y tampoco es una herramienta para esconder nuestras culpas o nuestra propia carnalidad, sino que nos revela constantemente nuestra depravación. La gracia nos enseña a amar a Dios indescriptiblemente por Su amor y no por Su juicio.
La Gracia de Dios nos señala a Cristo, nos presenta a Cristo, y nos atrae de manera constante a Cristo. (Juan 1:17)

Jesús es el único camino

En mi vida hubo una vez que estaba perdido, tan perdido que la salvación no era una opción para mí. Caí en el abismo por la desordenada vida que había vivido. La opresión de las tinieblas me hacía creer que no existía salida. Había desperdiciado mi vida, y el pecado solamente estaba cobrando su factura. El rey alcohol se había apoderado de todo, había reinado durante siglos en mi familia. La devastó toda, cada mente, cada voluntad, y ahora estaba tomando mi vida.
Resultado de imagen de Jesús es el único caminoDurante el día miles de pensamientos dementes me encendían en ansiedad, y por las noches el terror atormentaba mi cansada alma. Descubrí que no es necesario esperar la muerte para experimentar el infierno. Meses y meses en tinieblas y tormento cada día. Hasta en ocasiones, el enemigo se aparecía en mis sueños y me decía, ¡no hay salida!
Todos los días rogaba al cielo que escuchara mis oraciones y me sacara de las tinieblas, pero no podía ver ni un rayo de luz. Solía decir, ¡Si hay alguien allá arriba, por favor detén mi sufrimiento y quítame la vida!
Fue entonces cuando hubo esperanza, y creer en la salvación me mantuvo con vida. Un amigo me compartió su testimonio, me habló acerca de una etapa de su vida en la que no podía ver la luz en las tinieblas y era presa del terror. Y gozoso me dijo, ¡hay una salida, mi Salvador te puede salvar si tú crees!
Entonces le entregué mi vida a Jesús y todo cambió. Me liberó, restauró mi mente, sanó mis heridas y me dio un nuevo comienzo…. pero solamente cuando de todo corazón creí que Jesús es el único camino de salvación.
Siempre hay esperanza, porque Jesús es para siempre. Jamás dejes de creer, pues el Señor siempre pondrá una luz en tu camino que alumbrará tu caminar, si llamas su nombre. ¡Siempre hay una salida, y su nombre es Jesús!
Si estás en búsqueda de salvación y deseas hacer a Jesús el Señor de tu vida, haz esta oración:
Querido Dios, perdóname porque no te he honrado con mi vida. Perdona por favor mis transgresiones. Creo que Jesús es tu Hijo y pagó por mis pecados. Ten misericordia y lávame con la sangre de Cristo, para poder ser libre y restaurado. Ayúdame a perdonar a aquellos que me han hecho daño y sana mis heridas. Ayúdame a tener un auténtico arrepentimiento y a andar en la senda de la justicia. Pon en mí tu entendimiento para poder vivir. Y finalmente, recibo la promesa que le hiciste a tu Hijo, pidiéndote que envíes poder de lo alto en el Espíritu Santo para que me guíe… todo esto en el nombre de Cristo Jesús, amén.

“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”

Romanos 5:8

“Porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo”

Romanos 10:13

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”

1 Juan 1:9

Eres hijo, no esclavo

¿Qué piensas cuando ves o escuchas la palabra “esclavo”? Seguramente la mayoría de nosotros imaginamos a alguien que, trabajando duro, está siendo explotado, física o laboralmente. La definición sencilla y correcta de esclavo es: “individuo que se encuentra bajo el dominio de otro”; pero existen muchos tipos más de esclavitud, como por ejemplo, personas que son esclavas de la tristeza, de la culpa, del dolor, y de muchas cosas más, sentimientos o pensamientos que los dominan sin que ellos así lo deseen, personas que quisieran liberarse de esa dependencia o carga que llevan por algo que les pasó o les hicieron, pero que por algún motivo no tienen la fuerza para enfrentarlos.
A lo largo de la vida experimentamos muchas cosas, situaciones y vivencias que muchas veces nos marcan o nos dejan recuerdos, tanto los felices como los dolorosos; pero estos últimos lamentablemente son los que más recordamos, porque siendo a veces cosas tan fuertes nos mantienen atados y viviendo dominados por ellos.
Por otra parte, aunque no existe una definición exacta de “hijo”, un hijo es algo amado y un tesoro valioso en las manos de quien mira por él. Hay padres que engendran y hay padres que crían, y hay padres que hacen las dos cosas, y en nuestro caso hay hijos que tienen también a Dios por Padre, y que como tales, tienen derechos y privilegios que nunca debemos olvidar.
Las cosas que has experimentado puede que te hayan hecho sentir muy triste, tan decepcionado y cansado que lo único que sientes es que todo parece ser muy difícil, y sin darte cuenta has olvidado tu verdadero lugar y poco a poco has tomado el de un esclavo que sufre y depende de otros.