Amados jóvenes, ¡cuidado con acceder a la “prueba de amor”! eso no es de Dios.
Eclesiastés 9: 8 “En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza”.
“Si realmente me amas, demuéstramelo”. Seguramente, y más si eres chica, escucharías esa frase tan famosa que viene con intenciones de recibir la famosa “prueba de amor”.
Entre los jóvenes es bastante habitual usar la frase “prueba de amor”, refiriéndose al hecho de tener la primera relación sexual en el noviazgo. Se supone que si la chica realmente ama a su novio, le demostrará su amor teniendo intimidad con él.
Pero ¿crees necesario tener relaciones antes del matrimonio para demostrar que realmente amas a alguien?, definitivamente si yo fuera tú respondería con un rotundo y gigantesco: ¡NO!
Porque el amor no se demuestra por eso. Si una persona realmente te ama, no necesariamente tiene que demostrártelo a través de la intimidad; si realmente está enamorado o enamorada de ti, sabrá esperar hasta el matrimonio para gozar de éste.
Lamentablemente, hay muchas, en su mayoría chicas jóvenes, que son víctimas de esta famosa prueba, ya que ellas acceden a situaciones como tener miedo de perder a su novio: creen que si no aceptan su novio las dejará y, por no querer que pase eso, acceden a dar la famosa prueba de amor. Es una lástima que las chicas den algo tan valioso, por miedo a perder a la persona que supuestamente aman.
Pero debes saber una cosa, el temor de perder a alguien no es compatible con el amor verdadero, pues el verdadero amor echa fuera todo temor. Es decir, si una persona te ama realmente, no te dejará por cosas tan insignificantes como esa; si tú tienes miedo a perderle por no acceder, ¿eso será realmente amor?, más que amor creo que sería como una extorsión. Es más, no aceptar serviría para demostrar si realmente te ama o no, pues si tú no accedes a su petición, y él sigue contigo respetándote y esperando junto a ti hasta el matrimonio para tener relaciones, quiere decir que te ama y que le importa más respetarte y respetar a Dios, que acceder a un placer tan momentáneo que puede llevarle, a él y a ti, a la pérdida de la autoridad divina. Y todo por unos momentos de placer que bien pueden esperar, pues tarde o temprano se darán cuando lleguéis al matrimonio. Entonces, ¿por qué adelantarse?
También muchas chicas o chicos acceden a esta “prueba de amor” por presión de sus amigos o compañeros: “¿Aun no lo habéis hecho?, ¿en qué mundo vivís?” Esa es la frase más común entre los jóvenes, que creen que por no tener relaciones sexuales antes del matrimonio eres un anticuado, religioso o simplemente un homosexual, pero ¿quién ha dicho que no querer tener relaciones antes del matrimonio sea por eso?; es más, personalmente creo, que es más hombre aquél que dice no al pecado, que aquél que se deja manipular por él.
Para ser hombre hay que tener bien amarrados los pantalones y, a pesar de que nuestra carne anhela pecar, no acceder a sus deseos. Eso es ser hombre, ser hombre es respetar a tu novia, evitar extorsionarla con palabras como: “si no accedes, entonces no me quieres”, o “si no lo hacemos creo que nuestra relación no funcionará”. Todas esas y más frases que lleven consigo la intención de convencer a la otra persona, de hacer algo que no quiere hacer, son útiles para extorsionar. Así se les llama. ¿Tú crees que eso es amor?, JAMÁS, eso JAMÁS será amor, al contrario, eso denota que lo que realmente hay es una insana intención de tener relaciones contigo, para luego dejarte y buscarse otro nuevo reto.
Por desgracia, la gran mayoría de chicas o chicos que acceden a esta petición terminan su relación de noviazgo tarde o temprano, ya que el hecho de haberse adelantado al proceso de Dios les induce a actuar de diferente forma con su pareja, y por eso podemos ver a chicos, que después de haber recibido de su novia la famosa “prueba de amor”, las desprecian y las ven como a unas cualquieras. Todo eso se produce porque para muchos de ellos todo era un reto, y al ver cumplido su reto ven que es hora de trazarse uno nuevo.