viernes, 31 de mayo de 2013

¿Qué cosa dice? - Análisis en Hebreo y Griego de la Biblia - Vídeo

Y plantó el SEÑOR Dios un huerto hacia el oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado. Genésis 2:8
“Puso”: Uno de los problemas más grandes que tenemos con la lectura de la Biblia, es que ya nos sabemos las historias. Habitualmente, eso no nos hace leer lo que el texto dice en realidad, sino que leemos lo que nosotros creemos que dice el texto.
Hemos sido corrompidos por nuestras imágenes de escuela, por las pinturas culturales, despliegues de Hollywood y sermones malos.... Se requiere un esfuerzo tremendo para remover estos antifaces casi automáticos y leer el texto literalmente, sin las adiciones de las ideas preconcebidas. Este versículo es un buen ejemplo.
Dios “puso” a Adán en el jardín. El verbo en hebreo es “siym”. Tiene una gama amplia de significados: designar, traer, llamar, poner, cambiar, nombrar, asignar, comprometer, considerar, manifestar, determinar. ¡Impresionante! Una palabra cubre todas estas acepciones.
El uso de “siym” para la acción de Dios con Adán contiene muchas implicaciones. Pero esa es la parte que no vemos normalmente. La parte que no vemos es que Adán no fue creado en el Jardín. Fue creado en otro lugar y puesto en el Jardín. Una cosa es lo que dice el texto, pero seguro que nunca lo viste de esta manera.
¿Y por qué es tan importante? ¿A quién le importa si Dios creó a Adán dentro o fuera del Paraíso?

La Lámpara Del Cuerpo - Crecimiento personal-espiritual

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Mateo 6:22.23
La forma en que Dios diseñó la anatomía del globo ocular, también arroja luz para que lo entendamos mejor: La retina tiene millones de bastoncitos y conos. Gracias a ellos podemos ver los colores. Cuando baja la intensidad de la luz, los conos que están en la retina no reaccionan y se nos nubla la vista; entonces los bastones se adaptan paulatinamente a la condición de la oscuridad, lo logran en un lapso de unos cuantos minutos,…y esto es una de las maravillas de su creación…; nuestros ojos son uno de nuestros cinco sentidos físicos, pero también espirituales, ya que con ellos vemos para bien o para mal, es decir para bendición de nuestras almas, o para perdición de ésta.
Hemos oído decir que los ojos son las ventanas del alma, que ellos reflejan lo que verdaderamente hay dentro de nuestro ser, y con ellos muchas veces decimos cosas que aún no han salido de nuestros labios; por ejemplo, cuando estamos enojados, alegres, tristes, no necesitamos hablar, ellos lo dicen todo…¿verdad?
Jesús dijo en Mateo 5:29  Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno… ¿qué es lo que puede estar ocasionándole a tu corazón que se contamine?
Cuando Jesús nos dio esta enseñanza, estaba dándonos una analogía. Una enseñanza que representa la teoría que debemos tener los llamados hijos de Dios, porque si esto fuese una práctica real que debiéramos llevar a cabo, todos tendríamos que quedarnos ciegos, cojos o mancos. Porque mientras estemos en este mundo, el pecado nos asediará, y además creeríamos que los que carecen de la vista, no pecan,…lo cual es falso, ya que el pecado se concibe en el corazón del ser humano…y no solamente a través de nuestros sentidos físicos; por lo tanto, la enseñanza va más allá…

¿Qué es la salvación? ¿Qué es la doctrina cristiana de la salvación? - Preguntas cristianas - Vídeos

Respuesta: Salvación es la liberación de un peligro o un sufrimiento. Salvar es liberar o proteger. La palabra sugiere la idea de victoria, salud, o preservación. Algunas veces, la Biblia usa las palabras salvo o salvación para referirse a algo temporal, liberación física, como la liberación de Pablo de la prisión (Filipenses 1:19).
Con más frecuencia, la palabra salvación se refiere a una eterna liberación espiritual. Cuando Pablo le dijo al carcelero de Filipos lo que debía hacer para ser salvo, se estaba refiriendo al destino eterno del carcelero (Hechos 16:30-31). Jesús iguala el ser salvo con la entrada al reino de Dios (Mateo 19:24-25).


¿De qué somos salvados? En la doctrina cristiana de la salvación, somos salvados de la “ira”; es decir, del juicio de Dios al pecado (Romanos 5:9; 1 Tesalonicenses 5:9). Nuestro pecado nos ha separado de Dios, y la consecuencia el pecado es la muerte (Romanos 6:23). La salvación Bíblica se refiere a nuestra liberación de las consecuencias del pecado y por lo tanto implica la remisión del pecado.


¿Quién realiza la salvación? Sólo Dios puede quitar el pecado y liberarnos del pago del pecado (2 Timoteo 1:9; Tito 3:5).

El Amigo de mi hijo - Reflexiones

Era la reunión del domingo por la noche en una iglesia cristiana evangélica. Después de cantar, el pastor se dirigió a la congregación y presentó al orador invitado. Se trataba de uno de sus amigos de la infancia, ya entrado en años. Mientras todos le seguían con la mirada, el anciano ocupó el púlpito y comenzó a contar esta historia:
"Un hombre junto con su hijo y un amigo del mismo, estaban navegando en un velero a lo largo de la costa del Pacífico, cuando una tormenta les impidió volver a tierra firme. Las olas se encresparon a tal punto, que el padre, a pesar de ser un experto marinero, no pudo mantener a flote la embarcación, y las aguas del océano arrastraron a los tres".
Al decir esto, el anciano se detuvo un momento y miró fijamente a dos adolescentes que, por primera vez desde que comenzó la reunión, estaban mostrando interés. Y siguió narrando:
"El padre logró agarrar una soga, pero luego tuvo que tomar la decisión más terrible de su vida: escoger a cuál de los dos muchachos tirarle el otro extremo de la soga. Sólo tuvo escasos segundos para decidirse. El padre sabía que su hijo era seguidor de Cristo, y también sabía que el amigo de su hijo no lo era. La agonía de su decisión era mucho mayor que los embates de las olas.
Miró en dirección a su hijo y le gritó: ¡Te quiero, hijo mío!, y le tiró la soga al amigo de su hijo. En el tiempo que le tomó jalar al amigo hasta el velero volcado, su hijo desapareció bajo los fuertes oleajes en la oscuridad de la noche. Jamás lograron encontrar su cuerpo.”

La Perseverancia de Abraham Lincoln - Vídeo

1816 – Su familia fue forzada a salir de su hogar, y a la edad de 7 años tuvo que empezar a trabajar para ayudar con los gastos.
1818 – Su madre murió.
1831 – Fracasó en todos los negocios que emprendió.
1832 – Compitió para la legislatura estatal y perdió. También perdió su trabajo y fue rechazado para entrar a la escuela de leyes.
1833 – Pidió prestado dinero para empezar un negocio, fracasó y empleó 17 años de su vida para pagar la deuda.
1834 – Volvió a competir para la legislatura estatal y ganó.
1835 – Se comprometió en matrimonio pero su novia murió.
1836 – Tuvo una crisis nerviosa y estuvo en cama 6 meses.
1838 – Compitió para presidente de la cámara estatal y otra vez fue derrotado.
1840 – Se postuló para gobernador y fue derrotado.
1843 – Compitió para el congreso federal, y perdió.
1846 – Se postuló de nuevo para el congreso federal y ganó.
1848 – Compitió en la reelección del congreso, y volvió a perder.
1849 – Se postuló para Oficial estatal y fue rechazado.
1854 – Compitió para senador y volvió a perder
1856 – Buscó la nominación a la vicepresidencia y obtuvo la ridícula suma de menos de 100 votos.
1858 – Compitió de nuevo para senador, y ... volvió a perder.
1860 – Fue elegido presidente de su país…

Actualmente es quizás el presidente más querido y recordado en la historia de su país…
Su nombre es Abraham Lincoln.

Si dependes de Dios en todos los aspectos de la vida, nunca serás derrotado.
Aunque algunas veces las cosas no salgan como te gustaría, recuerda que si estás en las manos de Dios, Él te llevará por caminos que nunca has imaginado.

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Efesios 2:10 Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.