jueves, 6 de septiembre de 2018

Una felicidad duradera

¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela. Salmos 34; 12-14
A menudo escuchamos que la felicidad está en hacer las cosas como nosotros queremos. Sin embargo, no es verdad. Esta filosofía solo conduce a que uno se sienta vacío, ansioso y angustiado.
El poeta W. H. Auden observó a aquellos que intentan encontrar una salida en los placeres, en el hedonismo, y escribió sobre ellos: «Perdidos en un bosque tenebroso; / Niños que temen a la noche, / Nunca han sido felices ni han hecho nada bondadoso».

El salmista David canta sobre el remedio para nuestros miedos y tristezas: «Busqué al Señor, y él me oyó, y me libró de todos mis temores» (Salmo 34:4). La felicidad está en hacer las cosas como Dios quiere; realidad que puede verificarse a diario. «Los que miraron a él fueron alumbrados», escribe David (verso 5). Solo inténtalo y verás. A esto se refiere cuando expresa: «Gustad, y ved que es bueno el Señor» (verso 8).
Solemos decir: «Ver para creer». Así es como sabemos de las cosas en este mundo. Dame una prueba y lo creeré. Pero Dios lo pone al revés: creer es ver; pruébalo y verás.
Cree lo que dice el Señor. Haz lo que te pide y te darás cuenta. Te concederá la gracia para hacer lo correcto; y aun más: se te ofrecerá Él mismo, la única fuente de bondad y de felicidad duradera. 
Señor, ayúdame en mi incredulidad. Que confíe en ti para hacer lo que tienes preparado para mí hoy.
Felicidad es hacer lo correcto.

Pueblo especial

¨Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.¨
Deuteronomio 7:6 (Reina-Valera 1960)
pueblo especialTodos los que hemos tenido la oportunidad de conocer de Dios, es porque hemos sido escogidos, pues Él nos ama tanto que se las ingenió para llamar nuestra atención, pero nosotros la mayoría de las veces no interiorizamos lo que eso significa. Ser un escogido por Dios es lo más gratificante que existe en este mundo, antes de cualquier cosa, pues qué hay más grande para que el verdadero Dios, para que el Rey de reyes y Señor de señores se fijara en nosotros.
Ahora bien, eso no quiere decir que debamos enorgullecernos, pues la verdad es que no hicimos méritos para lograrlo. La palabra de Dios dice: ¨No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuánto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto. ¨Deuteronomio 7:7-8 (Reina-Valera 1960).
No por ser los mejores Dios nos ha escogido, cuando, por el contrario, éramos lo vil y lo menospreciado. Quien en realidad se ha rendido ante Dios y le ha entregado su corazón, ha tenido un cambio notable y reconoce que su vida pasada era un total caos; entonces era muy crítica nuestra situación, estábamos muy necesitados de amor, de libertad, de sanidad, y por eso nos llamó, porque nadie ponía su mirada en nosotros, no éramos tenidos en cuenta, la vida nos había golpeado muchas veces, y estábamos caídos en el dolor.
Pero Jehová aun así nos recogió, para que tuviéramos una vida digna, llena de amor, paz y alegría. Por tanto, ese dolor que teníamos cuando Él nos recogió en sus brazos, Jesús ya se lo había llevado en una cruz, pues por algo vino a morir aquí, para limpiarnos con su valiosa sangre de todo lo malo que estaba en nosotros, para que viviéramos una vida agradable, pura y en total santidad, puesto que el propósito final es que vivamos una eternidad a su lado y podamos conocerlo cara a cara, teniendo en cuenta esto: ¨Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Hebreos 12:14 (Reina-Valera 1960).
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.¨ Deuteronomio 7:9 (Reina-Valera 1960). Lo que Dios alguna vez le prometió a tus padres o antepasados, si no se ha cumplido, se va a cumplir; lo que Dios te promete a ti y a tu generación, lo hará realidad, porque Dios es fiel. Así que no te preocupes por el futuro que ha de venir, porque Dios tiene el control de tu vida y la de los tuyos, pero tienes que amarlo, obedecerle, vivir en santidad cada día y para siempre. Eso es lo que nos hace especial tesoro, lo que nos hace diferentes, porque no llevamos una vida conforme a este mundo, sino conforme al Reino de Dios.

👌Ser santo significa apartarse de lo malo

 y cumplir la voluntad de Dios😎


La botella

Un hombre estaba perdido en el desierto destinado a morir de sed. Por suerte, llegó a una cabaña vieja, desmoronada, sin ventanas, sin techo.
El hombre anduvo por ahí y halló una pequeña sombra donde acomodarse para protegerse del calor y del sol del desierto. Y mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, muy oxidada. Se arrastró hasta ella, cogió la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a bombear sin parar, pero nada sucedía.
Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, y entonces notó que a su lado había una botella vieja. La miró, la limpió de todo el polvo que la cubría, y pudo leer que decía: “Usted necesita primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella, mi amigo, y después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar”.
Imagen relacionadaEl hombre desenroscó la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua… ¡llena de agua! De pronto, se vio en un dilema: si bebía aquella agua podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar toda el agua que quisiese; o tal vez no, quizá la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada.
¿Qué debía hacer?
¿Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca… o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje?
¿Debía perder toda aquella agua con la esperanza de aquellas instrucciones poco fiables, escritas no se sabe cuánto tiempo atrás?
Al final, derramó toda el agua en la bomba, agarró la manivela y comenzó a bombear, y la bomba comenzó a rechinar, pero ¡nada pasaba! La bomba continuaba con sus ruidos, cuando de pronto surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente el agua corrió con abundancia… agua fresca, cristalina.
Llenó la botella y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y tomó aún más de su contenido refrescante. Enseguida la llenó de nuevo para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, tomó la pequeña nota y añadió otra frase:
“Créame que funciona, usted tiene que dar toda el agua antes de obtenerla nuevamente”.
Hebreos 11:1
“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Hechos 20:35 “Más bienaventurada cosa es dar que recibir”.
Lucas 6:21 “Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.”