domingo, 12 de julio de 2015

Naturaleza y uso de los dones espirituales

Jesús vino a traer buenas nuevas a los pobres. Aprender a ser padres sociales y espirituales. Isaías 61.1 
1ª Corintios 1.12-14
La iglesia de Corinto abundaba, evidentemente, en dones especiales y espirituales dados por Dios, como sabiduría, conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, lenguas y la interpretación de lenguas. Algunos estaban desanimados porque no tenían estos dones, otros estaban enorgullecidos y envanecidos por sus cargos y capacidades, y otros, que sí los tenían,
 abusaban y hacían un mal uso de estos dones. Pablo les escribe con respecto al Autor de los dones, la excelencia de éstos, y la naturaleza y verdadero uso de los mismos, y añade: "No quiero que estéis mal informados acerca de este asunto." Verso 1
"Ninguno de vosotros tiene razón alguna para sentirse orgulloso o envanecido con vuestro conocimiento y dones". Verso 2
Dios os encontró en medio de la idolatría pagana; por lo que, si habéis sido favorecidos con sabiduría espiritual o con algún don, se debe a su gracia, no a vuestro mérito" (1 Corintios 4:6,7).
Atribuyamos todo a la gracia soberana de Dios y humillémonos por nuestra indignidad.
Todo creyente tiene al Espíritu Santo, el cual nos regenera, llama, santifica y mora en nosotros (Romanos 8:9; 1 Corintios 2:12). 
Tengamos o no dones inusuales, tenemos al Espíritu de Dios, evidenciado por el hecho de que reconocemos con nuestros labios, corazones y vidas que Jesucristo es Rey de reyes y Señor de señores. Ningún hombre tiene este conocimiento o confiesa esta verdad excepto bajo el poder y la influencia del Espíritu de Dios (Juan 16:13-15).
Hay dones diferentes; nadie los tiene todos, pero todos tienen alguno y, aunque no todos somos iguales, es, sin embargo, el mismo Espíritu Santo quien da los dones y las bendiciones como le agrada.
Humíllense los que tienen mucho, y los que tienen poco sean agradecidos.
Verso 5. Hay diferentes ministerios en la iglesia. Uno ministra como pastor, otro como anciano, otro como diácono, otro en esta o aquella capacidad; pero todos sirven al mismo gran Señor de la iglesia. Es su iglesia, su viña y su voluntad lo que buscamos.
Verso 6 Hay diferentes efectos, operaciones o logros (2 Corintios 2:14 - 16), pero es el mismo Dios el que nos utiliza, cuando quiere, donde quiere, y de la manera que quiere.
Verso 7 Los dones, ministerios y operaciones del Espíritu no son para que saquemos beneficios de ellos (como Simón el Mago), ni para fomentar el orgullo y la envidia, ni para causar división, sino para la gloria de Dios, y el bien y beneficio de toda la iglesia.

Lo que significa Tener al Espíritu Santo

Y aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera habíamos oído que hubiera Espíritu Santo. Hechos 19:1,2
¿Qué significa realmente tener al Espíritu Santo dentro de mí? Tener al Espíritu y ser lleno de Él, significa rendir completamente cada área de mi vida al señorío de Jesús. No mantener o reservar nada para mí mismo. Darle a Él todas las llaves de las puertas de mi vida. No tener espacio para la hipocresía. En el camino cristiano no se puede regatear con Dios.
Yo no puedo decirle a Dios: Señor, yo te daré tal área si Tú me das tal bendición o regalo.  No puedo negociar el camino de santidad con Dios. En la medida en que obedezco a Jesús y le permito a Él tener absoluto control en mi vida, en esa medida seré lleno del Espíritu Santo. Dios entonces, continuará expandiendo mi capacidad de ser lleno para el resto de mi vida, produciendo más y más de su carácter en mí, y multiplicando los frutos del Espíritu en mí.
El proceso de ser lleno del Espíritu es un proceso sin fin, nunca termina terrenalmente.  Yo nunca podré medir el alcance del amor de Dios. Nunca me cansaré de disfrutar de la frescura que suple todos los recursos de mi vida. No hay altura, ni alcance, ni límite a lo profundamente que yo puedo crecer en Cristo, su Espíritu continuará extendiendo sus límites y horizontes en mí. Esta es la razón por la cual, la gente verdaderamente santa rara vez es gente aburrida. Con el Espíritu Santo morando en mí, siempre habrá sorpresas  y nuevas experiencias. 

Pedro no se ahogó

La mayoría conocemos la historia de Jesús caminando sobre las aguas, y Pedro hundiéndose por haber dudado, pero detengamos la historia en un momento importante de ese acontecimiento.
pedro no se ahogoRecordemos un poco, los discípulos vieron a Jesús andando sobre las aguas y creyeron que era un fantasma. Después, Pedro, dudando, le dijo a Jesús que ordenara que pudiera caminar hacia él y Jesús lo hizo; luego, la parte que más conocemos: Pedro dudó y comenzó a hundirse, gritando, pidiendo ayuda para que Jesús lo salvara porque se hundía, pero aquí viene el momento crucial Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?  Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Mateo 14:31,32
Ese preciso momento en el que después de mucha duda y poca fe, Pedro se hundía, es una escena en la que podemos ver que él al sentir hundirse, por su mente quizá pasaba lo peor, pero Jesús estaba ahí, extendió su mano y lo sacó del agua, lo llevó a la barca y calmó el viento. Solo en un instante cambió el panorama, y los momentos de angustia de Pedro los transformó en calma y seguridad.

El vaso con agua

Después de mucho hablar, el conferenciante tomó el vaso y preguntó al auditorio, “¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua?” Las respuestas fueron variadas, entre veinte y quinientos gramos. “Lo importante no es el peso en absoluto, dijo. Lo verdaderamente importante es cuánto tiempo puedo sostenerlo. Si lo sostengo durante un minuto, no pasa nada. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, y si lo hago todo un día, seguro que deberá intervenir un médico. La reacción de mi organismo no está relacionada con el peso, sino que mientras más tiempo pase sosteniendo el vaso con agua, lo iré sintiendo más pesado.
el vaso con aguaEcha sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo. Salmo 55: 22. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Gálatas 6: 2.
Se trataba de una cuestión de peso, pero fue clara la enseñanza del conferenciante sobre la relación de las cargas que pueden soportar los hombres y las mujeres. Lo que la Sagrada Biblia expresa es que no es bueno ni sano llevar un peso toda la vida. Son muchas las personas que transitan por la vida llevando una carga molesta, sin saber que pueden aliviar su vida depositando esa carga sobre el Señor. Llevar una carga, cualquiera que sea, hace a la persona infeliz, altera su carácter, sus emociones y también sus sentimientos. Es más, resulta imprescindible intercambiar la carga con Cristo Jesús, y Él dio sus razones,llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”, Mateo 11: 29,30. 
Es la oportunidad que usted ha estado esperando, aceptar el ofrecimiento del Señor, y vivir sin esa carga que lo ha estado atormentando.