La presencia de Dios es lo que nos libra de tomar caminos erróneos , decisiones de las que luego nos arrepentimos.
Durante mucho tiempo, antes de venir a los caminos de Dios, buscamos descanso, reposo y paz en todas las circunstancias que pudiéramos estar atravesando, e incluso muchas personas, estando ya en los caminos del Señor, no tienen descanso en su interior, sino que viven esclavos de las preocupaciones, afanes, y tensiones de la vida.
Moisés, antes de seguir atendiendo su llamado, se aseguró de que Dios estuviera a su lado y que le mostrara el camino por el que debía transitar para no descarriarse de su perfecta voluntad, a lo cual Dios le dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Éxodo. 33:14
Y lo mas difícil es saber dónde se encuentra ese descanso para buscarlo; Dios, al haber entablado una conversación con Moisés, le hizo saber algo; que era Él quien le había llamado y era Él quien iba a estar a su lado dándole descanso; y esto es lo que nosotros necesitamos para poder funcionar bien, descanso en nuestra alma, algo que no lo da un hombre ni una mujer, ni una relación sexual, ni un viaje en crucero, el dinero, la fama, ni todo lo demás habido y por haber de este mundo; únicamente lo da Dios.