domingo, 30 de septiembre de 2018

Antes de que se acabe el tiempo

Mucha gente dice que para todo hay tiempo. De acuerdo, mientras estemos vivos lo tiene, pero ¿qué pasará con esas cosas que dejamos para luego porque había “tiempo”, cuando nuestros días hayan terminado?
Frecuentemente olvidamos que la vida es muy frágil, tanto que en cualquier momento puede romperse, y tenemos una lista interminable de cosas “pendientes de hacer” esperando, ya que, según nosotros, ya habrá tiempo para ellas. Pero lo cierto es que todo lo que comienza tiene un final, que a veces llega pronto, y otras veces tarda, pero siempre es bueno vivir como si fuera el ultimo día, pensando que solo tenemos ese instante en el presente para aprovechar al máximo lo que podemos hacer.
Antes que se acabe el tiempo.Si analizas tu vida, te darás cuenta que hay más de una cosa que pospusiste pesar de que tuviste todo el tiempo para hacerla, cuando dejar las cosas a merced del tiempo es lo peor que podemos hacer, porque es dejarlas en manos de algo que no nos asegura cumplirlas. Dejarlas para luego, da chance a que en el período de tiempo intermedio pueda suceder algo que lo impida para siempre.
En cada día está la oportunidad de hacer todas esas cosas que tenemos que hacer, sin dejarlas para mañana, sin creer que el tiempo ya pasó. El mejor momento de actuar es hoy, actuar y confiar, poner todo en manos de Dios, confiar en Él antes que en el tiempo, poner las cosas en sus manos y comenzar a actuar, en lugar de postergarlas para después.
La vida pasa rápidamente y el tiempo perdido no se puede recuperar, pero el presente es la oportunidad perfecta para actuar y poner en acción todos los planes pendientes de hacer.
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, haz todo lo que esté en tus manos, aprovecha y vive cada día como si no hubiera mañana. Hoy seguro que puedes.
Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin. Eclesiastés 3:11 (Nueva Versión Internacional)

De Gloria en Gloria

Ir de Gloria en Gloria es ir a la manera de Dios, y sorprendernos es su sello. Si hace 6 años me hubieran preguntado ¿qué ves en tu futuro?, te respondería: una luz en las tinieblas. Si me hubieran preguntado, ¿crees que algún día recuperarás tu vida?, te hubiera respondido: no lo sé pero pelearé por ella con todo mi aliento. Si me hubieran preguntado, ¿crees que Jesús te salvará?, respondería: no lo sé, pero si no es Él nadie más podrá.
Jesús y su palabra alumbraron mi caminar y me llevaron por la senda que lleva a la vida. Seguí aquella luz en el tiempo oscuro de mi vida hasta que poco a poco llegó el gozo a mi corazón.
Resultado de imagen de De Gloria en Gloria“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”
2 Pedro 1:19
Todo aquel que siga la luz de la palabra de Dios jamás se perderá, será salvo, alcanzará vida e irá de Gloria en Gloria.
Miro hacia atrás y veo la mano de Dios hasta en el más mínimo detalle: en mi pareja, en mi familia, mi trabajo, mis sueños, y en los dones y talentos que depositó en mí.
Al lado de Jesús descubrí que solamente sembrando con lágrimas segaría una cosecha gloriosa. Si Jesús me salvó, descubrí, no sería para tener una vida mediocre sino para vivir de Gloria en Gloria.

Jóvenes, llamados a conquistar

Resultado de imagen de Jóvenes, llamados a conquistarLa historia del hombre relata los éxitos de algunas personas que alcanzaron notoriedad a causa de sus destacadas acciones. Abriendo página en la gigantesca enciclopedia, vemos algunos ejemplos: Juana de Arco tenía apenas 19 años cuando luchó por la independencia de su país, Francia; Simón Bolívar visitó Europa a los 21 años y juró, en Italia, liberar a su patria, Venezuela, y consiguió además la libertad de Colombia, Ecuador, Perú, y Bolivia; Miguel Ángel con solo 25 años completó su gran obra maestra; Aníbal, general cartaginés, considerado como uno de los más grandes estrategas militares, lideró una de sus más grandes conquistas cuando tenía 26 años; Martín Lutero, encabezó la Reforma cuando tenía 30 años; Cristóbal Colón hacía planes para llegar a otros lugares de la Tierra cuando tenía 30 años; Napoleón, a la edad de 30 años, ya había conquistado casi todo el mundo; Alejandro Magno había conquistado el mundo conocido cuando tenía 33 años. Esteban, el primer mártir de la Iglesia. ¿Observa algo en común?