martes, 4 de diciembre de 2012

Revolución del Alma - Historia reflexiva - vídeo

Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros y pensé: “¿Por qué se estará llevando a su casa todos los libros el viernes? Debe ser un “empollón”. Yo ya tenía planes para todo el fin de semana: fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.
Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él. Cuando le alcanzaron, le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que le tiró al suelo.
Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus gafas. Vi lágrimas en sus ojos.
Le acerqué sus gafas a sus manos y le dije, “esos chicos son unos tarados, no deberían hacer esto”. Me miró y me dijo: “¡gracias!”. 
Había una gran sonrisa en su cara; una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud.
Le ayudé con sus libros. Vivía cerca de mi casa. Le pregunté por qué no le había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada. Yo nunca había conocido a  alguien que fuera a una escuela privada.
Caminamos hasta casa. Le ayudé con sus libros; parecía un buen chico. Le pregunté si quería jugar al fútbol el sábado conmigo y mis amigos, y aceptó. Estuvimos juntos todo el fin de semana. Mientras más conocíamos a Kyle, mejor nos caía, tanto a mí como a mis amigos. Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle con aquella enorme pila de libros de nuevo. Me paré y le dije:
“Hola, vas a conseguir unos buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días”. Se rió y me dio la mitad para que le ayudara.
Durante los siguientes cuatro años nos convertimos en los mejores amigos. Cuando ya estábamos  terminando la secundaria, Kyle y yo decidimos ir a la universidad de Duke. Sabía que siempre seríamos amigos, que la distancia no sería un problema. Él estudiaría medicina y yo administración con una beca de fútbol.
Llegó el gran día de la Graduación. Él preparó el discurso.
Yo estaba feliz de no ser el que tenía que hablar. Kyle se veía realmente bien. Era una de esas personas que se había encontrado a sí mismo durante la secundaria, había mejorado en todos los aspectos, se veía bien con sus gafas. Tenía más citas con chicas que yo y todas le adoraban. ¡Caramba! Algunas veces, incluso me sentía celoso… Hoy era uno de esos días. Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que le di una  palmadita en la espalda y le dije:
“Vas a estar genial, amigo”. Me miró, con mirada de agradecimiento y me sonrió:
“Gracias”, me dijo.
Limpió su garganta y comenzó su discurso:
“La Graduación es un buen momento para dar gracias a todos aquellos que nos han  ayudado a través de estos años difíciles: a tus padres, a tus maestros, a tus hermanos, quizá a algún entrenador… pero principalmente a tus amigos. Yo estoy aquí para decirles que ser amigo de alguien es el mejor regalo que podemos dar y recibir y, a este respecto, les voy a contar una historia”.
Yo miraba a mi amigo, incrédulo, cuando comenzó a contar la historia del primer día que nos conocimos. Aquel fin de semana él tenía planeado suicidarse. Habló de cómo limpió su armario y por qué llevaba todos sus libros con él: para que su madre no tuviera que ir después a recogerlos a la escuela. Me miraba fijamente y me sonreía.
“Afortunadamente fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer algo irremediable”, dijo.
Yo escuchaba con asombro cómo ese apuesto y popular chico, mi amigo, contaba a todos ese momento de debilidad. Sus padres también me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud. En ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras:
“Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. Dios nos pone a cada uno frente a la vida de otros para impactarlos de alguna manera”. 

“Los amigos son ángeles que nos llevan en sus brazos cuando nuestras alas tienen problemas para recordar como volar“
No lo olvides nunca …
Hay personas que se dedican a iluminar las vidas de otros con su alegría y su cariño, y eso a veces vale mucho.
Proverbios 17
En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.


Sed - Reflexión

Cuentan que una vez un hombre navegaba por el océano y su barco se hundió; estuvo a la deriva durante varios días antes de que, milagrosamente, fuera encontrado por un bote pesquero. Al recuperarse de su pésima condición contó el peor error que había cometido.
Al sentir una sed desesperante, bebía agua salada y, por la sal contenida en la misma, lejos de saciarse, sentía más sed e introducía sal y arena a su cuerpo que le deshidrataba más y más.
Muchas veces cuando sentimos sed de amor, cariño, comprensión, verdad o atención, la buscamos en cosas que, lejos de saciarnos, nos dejan peor que antes. Así, el solitario se refugia en otro más solitario; el falto de amor lo busca en los placeres y la vida desenfrenada; el incomprendido se refugia en vicios y mal carácter para llamar la atención.
Es hora ya de que dejes de llenar tu cuerpo de agua salada. Jesús dijo: “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan 4:14 .
Así que no busques más saciar tu sed, sea como sea, en las cosas de este mundo. El único que puede saciarte es tu amigo y creador, Jesús. Haz la prueba, no cuesta nada ¡y lo ganas todo!
Juan 6:35
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

¿Qué puede hacer DIOS a través de ti? - reflexión propia, devocional - vídeo

“Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”
Efesios 2:10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Si alguien me hubiera dicho, cuando fui salvo, lo que DIOS iba a hacer conmigo, simplemente no le hubiera creído. No era lo que se dice buena "materia prima". En mis inicios como cristiano no estaba seguro de si algún día mi vida como tal, cristiana, sería una vida normal como consecuencia de mi antigua vida.
DIOS entró de lleno a mi vida y me prometió que sería restaurado para ser Su testigo (Isaías 43). Le seguí y, al hacerlo, Él me llenó de vida. Al estar en la presencia de DIOS, mi ser fue restaurado. El pecado, el miedo, la depresión, las preocupaciones y la ansiedad fueron echados fuera de mí por el Espíritu Santo y remplazados por paz y gozo. Hubo momentos difíciles al estar frustrado por no tener, cuando yo quería, lo que DIOS había prometido y estuve tentado a rendirme, pero le pedí a Jesús Su fortaleza y me ayudó a seguir luchando. También la influencia de mis hermanos/as en Cristo, la influencia de mi congregación fueron, las dos, muy importantes para mí. En ese tiempo y proceso DIOS depositó en mí dones para enseñar, para evangelizar a Su pueblo. También conocimientos, siendo el mejor de ellos la seguridad plena en mi vida eterna. El Señor también depositó en mí talentos. Él me usa para plasmar en el blog que administro: devocionales, artículos de crecimiento personal, reflexiones, etc., para publicar vídeos cristianos, y ¿por qué no, también?: para escribir un libro. Esto era prácticamente imposible para mí en mis inicios como cristiano, cuando comencé a caminar con DIOS, pero no para Él.
¿Qué es aquello que DIOS quiere hacer a través de ti? Si actualmente estás teniendo dificultades al aferrarte a las promesas de DIOS para tu vida, quiero decirte esto: eso que tanto anhelas, que tanto deseas, ya es tuyo; sólo tienes que creerlo y avanzar. DIOS está contigo y no te soltará.
Aunque te resulte difícil de creer, DIOS está convirtiéndote en una obra maestra. Cuanto más difícil sea la prueba a la que estás siendo sometido, más grande será tu victoria.

Cree de todo corazón que Jesús te transformará en una obra maestra y prepárate para lo que hará a través de ti.


M.G.L

Hoy… Estaré A Disposición Del Señor - Devocional

Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder. Salmos 110:3.
¡Bendito sea el Dios de gracia! Tiene un pueblo al que escogió en otro tiempo para que fuese su particular heredad.
Por naturaleza, los hijos de este pueblo tienen una voluntad tan rebelde como los demás hijos de Adán; pero cuando Dios manifiesta su poder, o cuando despliega su omnipotencia, dispone su corazón para el arrepentimiento y para creer en Jesús.
Nadie se escapa en contra de su voluntad. ¡Poder maravilloso es éste que nunca fuerza la voluntad, sino que la abre con llave maestra que Él sólo sabe manejar.
Ahora estamos dispuestos a ser, obrar o sufrir lo que el Señor quiera. Si nos vemos tentados a rebelarnos, con sólo venir Él podremos correr por el camino de sus mandamientos con todo nuestro corazón.
Que en este día, mi voluntad esté dispuesta a realizar un generoso esfuerzo para la gloria de Dios y el bien de mis semejantes.
Hoy es un día especial para ponerme a disposición de Dios.
Señor, heme aquí; sea hoy el día de tu poder. Estoy enteramente a tu disposición, deseoso de que te sirvas de mí para tus designios sacrosantos. Que nunca me vea obligado a exclamar: "tengo el querer, mas el efectuar el bien no lo alcanzo". Dame el poder como me das la voluntad. Amén.

Presencia - Vídeo Reflexivo


Por su muerte y resurrección Jesús abrió las puertas de su reino. Cuando le rendimos nuestra vida, Jesús nos lleva a la presencia de Dios ahora y por la eternidad.