domingo, 10 de febrero de 2013

Involucrando a Dios en nuestros planes - Bosquejos, Enseñanzas

SANTIAGO 4: 13 – 17
4:13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 
4:14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
4:16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
4:17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.



INTRODUCCIÓN: a continuación, a la luz de este pasaje bíblico, la advertencia que Santiago, el hermano de Jesús (medio hermano), le hace  a un grupo de Judíos creyentes, especializados en el comercio y con un instinto fino por los negocios, de que todo lo esperaban, lo hacían, y lo planeaban por sus habilidades y autosuficiencia, pero al margen de Dios o sin Dios. Veamos lo siguiente al respecto, para analizar y estudiar esta palabra.
  1. 1.      EL PLAN,  EL PROGRAMA,  EL PROYECTO QUE TENÍAN (Vr. 13).
A. IREMOS A TAL CIUDAD: Nos vamos, llegamos, viajamos.                   
B. ESTAREMOS ALLÁ UN AÑO: Pasaremos, nos quedamos, nos duramos.
C. TRAFICAREMOS: Haciendo negocios, haremos negocios.
D. GANAREMOS: Ganando dinero, tendremos ganancias, ganaremos dinero, haremos dinero (Otras Traducciones).
  • PARA EJECUTARLO Y REALIZARLO YA: “Para mañana era tarde” ya que todo lo planearon apresurada, precipitada y ligeramente, a la carrera, sin sentarse a estudiarlo bien, detenidamente: estaban afanados (Salmos 39: 6; Proverbios 19: 21; 23: 4; Eclesiastés 1: 3; 3: 22; 6: 12; 10: 14; Jeremías 22: 13,14; Mateo 6: 25-34; 13: 22; Marcos 4: 19; Lucas 12: 22-34; 21: 34).
  • PARA ELLOS ERA EL “PLAN PERFECTO”: De hecho ellos eran expertos, profesionales, buenos, autosuficientes y hábiles para planear, programar,  disponer de su vida y proponer.
  • TODO LO PLANEARON AL MARGEN DE DIOS O SIN DIOS: Sin considerar su voluntad, sin su providencia, sin dirección, sin guía, sin brújula, sin la dependencia total de Dios, sin tenerle en cuenta, sin recurrir, sin pensar en ÉL y sin su ayuda. Proponiendo, organizando y disponiendo de su vida como si Dios no existiera o no interviniera en ella. Como si no necesitaran de su ayuda ni la de nadie más: este fue el pecado de ellos (Vr. 17).
Dios no estaba en estos planes por ningún lado, para nada, y sin embargo, parecían “estar seguros” de todo lo planeado: Iremos, estaremos, negociaremos, y ganaremos. Se olvidaron de Dios o no quisieron involucrar, meter, integrar a Dios en sus asuntos. Todo lo programaron con una independencia total de Dios, creyéndose autosuficientes, como si no necesitaran de Él, ni de su ayuda para nada. Para todos los que hemos actuado de igual manera, debemos saber claramente, que todo lo que queramos hacer sin Dios nos puede llevar al fracaso y a la derrota total; ya que sin Él es imposible lograrlo, conseguirlo y alcanzarlo (Génesis 11: 1-11; Juan 15: 1-8; Filipenses 4: 1-13).
2.     LA EXHORTACIÓN Y LA REPRENSIÓN INICIAL (Vr. 14) 
A. NO SABÉIS LO QUE SERÁ MAÑANA ¿Y QUÉ ES VUESTRA VIDA? “Mas ni siquiera saben qué va a pasar con sus vidas el día de mañana” (PDT). ¿Saben acaso qué les sucederá mañana? ¡Ustedes no saben lo que les espera mañana! (Otra Traducción). ¡Disfrutemos del hoy (presente), que del mañana (futuro) Dios se encarga! (2 Reyes 7: 1, 2, 16; Proverbios 27: 1; Eclesiales 3: 22; 6: 12; 8: 7; 10: 14; Mateo 6: 34).
B. LOS COMPARÓ COMO LA NEBLINA QUE APARECE Y DESAPARECE: “Pues la vida es como una nube de vapor, que aparece un instante y al punto se disipa” (Otra Traducción). Todo lo que se programa, proyecta, planea, traza al margen de Dios o Sin Dios es vano, inútil, inseguro e incierto y se viene abajo (Génesis 11: 1-11). 
3.     LA  ACTITUD CORRECTA (Vr. 15)Si el Señor quiere” (vr. 15): si Dios lo permite, lo desea, lo anhela, lo considera, si está en sus planes, si es de su voluntad. (Mateo 26: 42).
A. SIEMPRE DEBÍAN DECIRLO: Nunca debía faltar esta expresión en su boca, ni tampoco debe faltar en la nuestra: “Siempre deberían decir: si el Señor quiere” (PDT).
B. SE RECONOCE NUESTRA DEPENDENCIA TOTAL DE DIOS: No sólo en el existir, sino también en el movernos y en el hacer, como dice la Biblia: “Porque en Él vivimos y nos movemos  y somos  (existimos) (Hechos 17: 28).
C. CONSIDERAMOS SU VOLUNTAD: Pensamos, recurrimos, acudimos a Dios y a su providencia. 
D. LE INVULUCRAMOS, LE HACEMOS PARTICIPE, LE METEMOS EN EL ASUNTO, LE ESTAMOS COMPROMETIENDO Y DEBE SER EL PRINCIPIO POR EL CUAL VIVIR: Si Dios quiere
E. NOS DA Y PRODUCE SEGURIDAD: El presente y el futuro están bajo el cuidado protector de Dios y vamos a lo seguro (Salmos 135: 6; Daniel 4: 35b; Mateo 8: 1-3).
4.     LA EXHORTACIÓN  Y LA REPRENSIÓN FINAL (Vr. 16, 17).
A. OS JACTÁIS EN VUESTRA SOBERBIA (VS. 16b) (PROVERBIOS 27: 1): Hablaron orgullosamente (DHH), se jactaron en sus fanfarronerías (NVI), ustedes alardean con fanfarronería (otra traducción), hicieron alarde de lo que no es y de valientes, hablaron  con arrogancia, ahora ustedes se sienten orgullosos y son arrogantes (PDT): presunción o actitud reprochable y presuntuosa.
  • UNA JACTANCIA MALA (Vr. 16b) (PROVERBIOS 27: 1).
(Gr. ponerós): Dañina, malo(a) en efecto o influencia, degeneración, enferma(o), perversa(o), maligna(o), peor, que no vale nada, corrompida(o), perjudicial, inconveniente, que no beneficia, no bendice, no ayuda, no es útil, la palabra clave es INSENSATA (O): Porque no saben lo que acontecerá  después. Nuestros días están en las manos de Dios y no en las nuestras, y no sabemos si lo veremos (Proverbios 19: 21; Eclesiastés 3: 22; 6: 12; 8: 7; 10: 14; Jeremías 22: 13,14).
  • EJEMPLO BÍBLICO DE JACTANCIA MALA: actitud insensata.
Los que trataron de edificar la torre de Babel (Génesis 11: 1-11), algunos líderes irresponsables de Israel en la época del profeta Isaías (Isaías 56: 12), el rico “necio” de la parábola de Jesús (Lucas 12: 16-21). “Necio” (hb. Afron/ Nabal) era una palabra fuerte (Lucas 11: 40; Efesios 5: 17), que significaba tonto, estúpido, ignorante, egoísta, imprudente, incrédulo, loco, lastimoso, etc. Tenía que ver con el modo de pensar con arrogancia,  autosuficiencia e independientemente de Dios.
B. PECADO DE OMISION  (Vr. 17): “La Omisión” de un bien, es tan pecado como la comisión de un mal (otra Traducción). Los comerciantes judíos, creyentes a quienes se dirigía Santiago, conocían la  fragilidad de la vida, pero hacían caso omiso del conocimiento que tenían y que habían aprendido para actuar, hacer y planear:
Hicieron caso omiso a lo escrito en la Biblia (Proverbios 16: 9; 19: 21; 20: 24; 27: 1;Eclesiastés 3: 22; 6: 12; 8: 7; 10: 14; Isaías 56: 12; Jeremías 10: 23; 22: 14; Mateo 6: 25-34; Lucas 12: 22-34). 
CONCLUSIÓN: Si Dios quiere, lo hacemos, lo logramos, lo realizamos: cuando Él quiere nada ni nadie le dice qué hacer, ni por qué lo hace (Salmos 136: 5; Daniel 4: 35b; Mateo 8: 1-3). Si Dios no quiere, nada sucede y todo lo que hagamos sin Él se viene abajo y es inútil (Génesis 11: 1-11; Lucas 12: 16-21).
En este año tengamos a Dios en cuenta y presente en todo lo que vayamos a planear, proyectar, trazar, soñar, desear, programar, inclusive en los casos más insignificantes (Hechos 18: 21b; 1 Corintios 4: 19; 16: 7; Hebreos 6: 1-3; Romanos 1: 10; 1 Pedro 3: 17). Recuerde  Uno puede planear su vida, pero el Señor decide qué es lo que va a suceder” (Proverbios 16: 9). ¡EL HOMBRE PROPONE, PERO DIOS DISPONE! ¡La decisión al final es de Dios!  ¡AMÉN QUE SÍ!

Habla con el Corazón – Devocional - vídeo

Lo ideal sería que cada uno de nosotros, diariamente, habláramos con Dios, mantuviéramos una relación íntima con Él, una comunicación fluida.
Pero ocurre que, a veces, esa comunicación fluida se convierte en algo monótono, en algo que hacemos por costumbre y nos olvidamos de disfrutar esos momentos y de sentirlos en plenitud.
Hace dos días, mientras viajaba hacia mi casa en mi vehículo, tuve una de esas experiencias únicas con Dios. De pronto comencé a hablar con Él, pero de una forma diferente, era mi corazón hablando, expresando lo que en ese momento sentía, siendo muy sincero y hablando de una forma que no era la normal.
De pronto, pude sentir la hermosa presencia de su Santo Espíritu, que inundaba mi vehículo, y las palabras de mi boca fluían cada vez con mayor sinceridad, sin duda era MI CORAZÓN HABLANDO.
El camino hacia mi casa, se hizo corto, pues no sentí el tiempo y puedo dar testimonio de que después de ese momento todo mi panorama cambió, todo mi ser sintió una paz increíble que realmente necesitaba.
En ese momento comprendí que a veces hay que hablar con el corazón, hay que dejar a un lado las oraciones mecanizadas y darle rienda suelta a lo que nuestro corazón tiene que decirle al Señor, porque cuando es el corazón el que habla, cada palabra que sale es sincera y si hay algo que le gusta a Dios es la sinceridad.
Puede que recientemente te hayas sentido abatido por algo, quizá hay alguna situación que esté causando que desvíes tu mirada del Señor, a lo mejor hay algo que está robándote la paz; entonces es un bueno momento para HABLAR CON EL CORAZÓN. No importa el lugar que sea, tú puedes expresarle a Dios lo que realmente siente tu corazón, no tienes que buscar palabras del diccionario para hablar con Él, no tienes que inventar una oración mecánica, simplemente DEJA QUE TU CORAZÓN HABLE.
Ve a un lugar, tú solo con el Señor y deja fluir lo que tu corazón tiene que decir al Señor. Seguro que Él inclinará su oído a tus palabras e inundará toda tu vida de una paz que sobrepasará tu entendimiento.
Sólo asegúrate de ser lo más sincero posible y sobre todo: DEJA QUE TU CORAZÓN HABLE.
Seguro que si lo haces tendrás una experiencia única, con la cual todo tu panorama cambiará, porque a veces es necesario salir de la rutina para tener esos hermosos encuentros con el Señor.
Este día:

“Habla con el Corazón”

“Dios bendice a los que tienen un corazón puro, pues ellos verán a Dios”.

Mateo 5:8 (Traducción en lenguaje actual)


Dios quiere escucharte - Mensaje


La mayoría de las veces decimos querer escuchar la voz de Dios, le hablamos para contarle nuestras necesidades, para pedir una respuesta y pedimos su ayuda en problemas que estamos teniendo, le decimos lo que queremos que haga, nos acercamos a Él para pedir infinidad de cosas sabiendo que lo hace, y que está, como siempre, atento a nuestras necesidades, tan fiel, dispuesto a respondernos en su infinita misericordia, porque así es, es Dios, es Todopoderoso, nuestro defensor. 
Él ha prometido estar con nosotros, y contamos incondicionalmente con Él, pero… ¿te has puesto a pensar alguna vez en que también le gusta que le hables de tu amor, de tu admiración, y tus sentimientos hacia Él? Muchas veces lo llegamos a pasar por alto, o damos por hecho que ya lo sabe porque todo lo ve y conoce nuestros corazones porque es omnisciente, o porque priorizamos nuestras necesidades. Pero, así como a nosotros nos gusta que se acerquen y nos digan: te quiero, te amo, eres especial e importante para mí, eres mi vida y tantas cosas más que nos hacen sentir especiales, aún cuando ya lo sepamos, siempre el escucharlas y más de una persona que estimas o amas, siempre nos viene bien, pues así también hay días que le podríamos dedicar unos momentos para decirle a Dios: te amo, eres lo más hermoso, eres indispensable para mí, eres lo mejor que tengo, eres mi anhelo, eres quien despierta en mí el amor. Hay tantas palabras por decirle, que seguro que nos quedaríamos cortos, nos faltarían las palabras para expresar el amor y el agradecimiento a tanto que nos da.
Puedes hacerlo hoy, experimenta ese sentimiento que nace desde el alma, ese amor tan puro y tierno que su sola presencia despierta; siente como, al decírselo, hace palpitar con más fuerza el corazón y correr la sangre por tus venas. Tal vez no te alcancen las palabras, tal vez un nudo se forme en tu garganta, pero nunca te canses ni te olvides de decírselo.

Porque aunque ya lo sabe, Él quiere escucharte.

"El día mas importante es Hoy" - Reflexiones


"El día más importante es Hoy"

Hay dos días en cada semana en los que no nos debemos preocupar.

Dos días que se deben guardar libres de miedo y ansiedad.

Uno de esos días es ayer.

Ayer, con sus equivocaciones y pesares, sus faltas y confusiones, sus dolores, tristezas y deudas pendientes.

Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control; ni todo el dinero del mundo podría cambiar alguna cosa que hayamos hecho, ni podemos borrar ni una sola palabra que hayamos dicho.

Ayer ya pasó.

El otro día sobre el que no debemos preocuparnos es mañana.

Mañana, con sus posibles adversarios, sus problemas, sus promesas grandes y sus pequeños logros. Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor o detrás de una máscara de nubes,... pero subirá.

Hasta que llegue, no tenemos parte en el mañana, pues aún no ha nacido. Y sólo queda un día: HOY. Cualquiera puede pelear la batalla de un solo día.

Cuando nos cargamos con esos horripilantes Ayer y Mañana, entonces nos derrumbamos. No es la experiencia de hoy la que vuelve locos a los hombres, sino la amarga culpa, algo que sucedió ayer, y el miedo de lo que traerá el mañana. Vivamos, pues, tan sólo un día a la vez, para ser inmensamente felices.

Desafortunadamente, en un mundo tan acelerado como el actual, olvidamos o no sabemos disfrutar los momentos gratos de la vida, que realmente pueden ser muchos, pero a menudo los dejamos pasar. Pongamos en manos de Dios nuestro pasado y nuestro futuro, vivamos plenamente el día de hoy, sabiendo que con la felicidad del hoy construiremos también la del mañana.
¡¡Dios le Bendiga!!

Simplemente cree - Reflexiones - vídeo

Cuando todo se pone de color oscuro y volvemos nuestra vista hacia todos lados sin ver una salida o una solución posible, ¡vaya, cómo nos cuesta creer!
Y es que nos cuesta creer que algo bueno pueda salir de eso, nos cuesta creer que algo bueno vaya a pasar, nos cuesta creer que Dios pueda hacer algo.
Nosotros, los seres humanos, independientemente de la nacionalidad que poseamos, tenemos un problema con la fe; nos cuesta creer las promesas de Dios, pero somos muy crédulos con las mentiras que el diablo trata de introducir en nuestra mente.
Por un lado, se nos hace fácil creer al enemigo cuando nos dice que somos unos derrotados, unos hipócritas, cuando comienza a predicarnos que no valemos nada y que Dios no está interesado en nuestros asuntos, pero se nos hace MUY DIFÍCIL de creer lo que Dios ya ha prometido.
¿Por qué somos así?, ¿por qué nos cuesta creer lo que Dios nos ha prometido? Nos cuesta creer porque analizamos todo bajo nuestra perspectiva humana y, al ver que no existe una soluciona humana posible, creemos que las cosas no se mejorarán o nada bueno saldrá de eso.
¡Gracias a Dios, Él no ve las cosas como nosotros las vemos!
Posiblemente, a ti, en este momento, te parece que no hay una posible solución a tu problema, has agrandado tanto tu problema que se ha vuelto un gigante difícil de vencer, miras hacia cualquier lado, analizas cualquier posible solución y por más que pienses y pienses, simplemente, ¡no existe!
El hecho de haber analizado todo humanamente y llegar a la conclusión de que no existe una forma de salir de esa, te hace pensar y creer que de verdad NO EXISTE UNA SOLUCION. Pero, ¿por qué no dejas que Dios analice todo en tu lugar? ¿Por qué no le cedes el lugar a Dios, para que sea Él quien decida si es posible o no?
Cuando Dios le dio la promesa a Abraham de que su descendencia sería como las arenas del mar o como las estrellas del cielo, Abraham era un anciano y su esposa Sara también, además de que Sara era estéril, es decir, no había posibilidades humanas de que llegara a quedar embarazada.
Ellos pensaron primero en las posibilidades y formas humanas para una posible solución a ese problema; fue así como Sara decidió que su esclava Agar fuera el medio por el cual podría darle un hijo a Abraham.
Cuando nosotros decidimos actuar según nuestros planes o según como creemos que tienen que ser las cosas, y de esa manera queremos darle una “ayudadita” a Dios, corremos el riesgo de equivocarnos duramente. El hijo que Agar tuvo no era el hijo de la promesa, ellos trataron de solucionar el problema con ideas humanas, pero Dios tenía un promesa que cumplir y, a pesar de que todo apuntaba que el cumplimiento de esa promesa era imposible, los dos con avanzada edad y Sara estéril, Dios lo iba a hacer posible.
¿En qué le quieres ayudar a Dios? ¿Será que Dios necesita que le echemos “una manita” para que pueda cumplir sus promesas?
Hay momentos en la vida en donde no podemos “echarle una manita” a Dios, en donde nuestro trabajo sólo es CREER, solamente eso, no tienes por qué hacer más, simplemente tu trabajo es CREER. Deja que Dios haga lo demás, porque si metes tus manos, posiblemente lo eches a perder, por eso a veces sólo tienes que CREER.
Puede que muchos estén pasando situaciones que, humanamente, hoy en día es imposible solucionar. Situaciones que les han robado la paz, que han hecho de sus días un calvario, situaciones que no pueden sacar de su mente y que sienten cada día que les matan su fe.
Hoy quiero motivarte a que no dejes de CREER; lo que para ti parece perdido, Dios puede restaurarlo, lo que para ti parece oscuro, Dios lo puede colorear, lo que para ti es imposible, Dios puede convertirlo en posible. ¿Qué es lo único que Él te pide?, simplemente CREER.

Creer sin ver la recompensa, creer sin ver es la esencia de la FE.

Dios no quiere que pierdas tu tiempo pensando cómo actuará Él, qué método usará o de qué forma lo hará, lo único que tienes que hacer es descansar en la promesa de que Él actuara en tu vida, si tan sólo depositas tu confianza plena en Él.
No sé cómo será la forma de actuar de Él, porque un Dios creativo es difícil de predecir, lo que sí sé es que seguramente te sorprenderá de una forma en la cual ni siquiera pensaste que lo haría; así es Él, así es mi Dios, así es tu Dios, simplemente CREE.

¡SI CREES, DIOS TE SORPRENDERÁ!

“Del mismo modo, Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe”
Gálatas 3:6 (Nueva Traducción Viviente)