¿Qué son los siete pecados capitales?

Mucha gente teme a una lista de siete pecados que supuestamente Dios no perdonará. Esta lista es conocida como los “siete pecados capitales” ¿Es bíblica la idea de los “siete pecados capitales ”? Sí y no. Proverbios 6:16-19 dice: “Seis cosas aborrece Jehová, y aún siete abomina su alma. (1) Los ojos altivos, (2) la lengua mentirosa, (3) las manos derramadoras de sangre inocente, (4) el corazón que maquina pensamientos inicuos, (5) los pies presurosos para correr al mal, (6) el testigo falso que habla mentiras, y (7) el que siembra discordia entre hermanos.” Sin embargo, esta lista no es la que la mayoría de la gente entiende como los “siete pecados capitales.”

Mucha gente cree que la lista de los “siete pecados capitales” es: soberbia, envidia, gula, lujuria, ira, avaricia y pereza. Aunque indudablemente cada uno de estos son pecados, en la Biblia nunca es dada tal descripción de los “siete pecados capitales”. La lista tradicional de los “siete pecados capitales” puede funcionar como una buena manera de clasificar, teniéndolos como soporte, a muchos diferentes pecados. Casi toda clase de pecado puede colocarse bajo una de estas siete categorías. Sin embargo, es más importante señalar que estos siete pecados no son más “capitales” que cualquier otro. Todo pecado tiene como resultado la muerte (Romanos 6:23). Pero alabado sea Dios, porque a través de Jesucristo, todos nuestros pecados, incluidos los “siete pecados capitales”, pueden ser perdonados (Mateo 26:28); Hechos 10:43; Efesios 1:7).

Los Destructores del Amor

En 1977 el Dr. Harley desarrolló un concepto revolucionario, "El Banco Emocional del Amor", para explicar cómo el sentimiento de amor se crea y se destruye. De manera que cada experiencia que tenemos con nuestro cónyuge afecta de forma radical al saldo en nuestro Banco del Amor.
A través del día, de la semana, el mes y el año hacemos depósitos o reintegros de la cuenta.

Cuando las cosas van bien en la relación, es porque hemos hecho varios depósitos, y esos depósitos son acreditados en nuestra cuenta; somos felices y nos sentimos amados.

Sin embargo, cuando las cosas no van bien es porque hemos hecho varios retiros del Banco Emocional; somos infelices y nos sentimos frustrados.

Las relaciones que están a punto del fracaso es porque sus cuentas en El Banco del Amor están sobregiradas, en descubierto; y esas relaciones están caracterizadas por sentimientos de odio, indiferencia y apatía.

La gracia de Dios

EFESIOS 2:8-9  “porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de DIOS.  No por obras, para que nadie se gloríe”.
En el invierno del año 2000 hubo una tormenta de hielo que golpeó el sureste de los Estados Unidos, y dejó sin energía eléctrica muchas áreas de esa parte del país. Debido a las peligrosas condiciones de las carreteras, la mayoría de las personas se quedaron en casa aquel domingo por la mañana. Habían escuchado las predicciones de la tormenta, e hicieron preparativos para quedarse con sus familias. La mayoría de los negocios cerraron, y muchas iglesias cancelaron sus reuniones.

Pero una Iglesia decidió en el último momento, seguir adelante con el servicio dominical. Con unas pocas velas y una escasa congregación cantó himnos a viva voz, sin música.  El ministro, inspirado por el Espíritu Santo, predicó acerca del sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario con voz más fuerte de lo normal. Al final del breve culto, lo que pudo haber sido algo rutinario se convirtió en un poderoso testimonio sobre la gracia de DIOS. Del último banco se adelantaron dos hombres vagabundos, que habían entrado al templo en busca de un poco de calor. Caminaron lentamente hasta el frente donde, llorando, entregaron sus vidas a Cristo. Allí declararon que durante muchos años habían estado sometidos al alcohol, las drogas y la pobreza, viviendo en la calle y durmiendo en cajas de cartón. A partir de ese momento la vida de ambos empezó a cambiar. Después se hicieron miembros de la iglesia y allí sirvieron al Señor en diferentes ministerios.

Palabras sencillas para ti, hombre

HOMBRE:

A pesar de que muchos te ven fuerte, tienes corazón y posees sensibilidad. Sé que a veces la vida es dura y que como cabeza del hogar, llevas sobre tus hombros una gran responsabilidad.
Pero quiero decirte en el día de hoy, que Dios tiene el control de tu vida. Que Él te dará la capacidad, la sabiduría y te proveerá las herramientas para que puedas enfrentarte a todo lo que venga y salir victorioso.
Tú eres muy especial, y a Dios le plació hacerte fuerte y trabajador. Y aunque tu familia no te ha visto llorar, cuando frustrado te preocupas y te preguntas si lo lograrás, JEHOVÁ TE MIRA Y TE CONSUELA.
Son muchas las presiones y a veces desearías explotar. Mas levanta tu mirada al cielo y encontrarás ayuda, pues la mano amiga de Jesucristo nunca se apartará, y mucho menos te fallará.
Respira tranquilamente, disfruta de las cosas bellas de la vida. Sé siempre el caballero que eres y recuerda que independientemente de como te veas, eres un príncipe y tu linaje viene de Cristo.
En Él está tu identidad, de Él proviene la sabiduría. Piensa primero, antes de actuar. Busca siempre la presencia de Dios, su voluntad y dirección.

¡Y ÁNIMO, SIGUE ESFORZÁNDOTE Y SIENDO VALIENTE!