viernes, 25 de marzo de 2016

Extiende tus alas y vuela alto

pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
Isaías 40:31 Reina-Valera 1960
Nunca sabrás cuán lejos puedes volar si no extiendes tus alas y levantas el vuelo. Versículo de la Biblia realmente motivador para mí. Tengo una lámina con una hermosa águila en pleno vuelo en un espejo de mi baño, y me veo obligada a mirarla cada vez que me miro en el espejo desde hace muchos años, porque esta es la historia de mi vida; una constante espera, aprendiendo cómo esperar en Dios, tener paciencia y esperar el tiempo de Dios para el cumplimiento de los anhelos de mi corazón, mis sueños, mis oraciones y peticiones al Dios Altísimo, que todo lo puede.
Pero hoy, no fue un día como los otros, pues el versículo trajo a mi mente mucho más que solo esperar. El Señor me ha venido mostrando últimamente, a través de las experiencias que he tenido, la búsqueda de su rostro y querer tener un encuentro personal con Él, ya que la espera también tiene su fin; que acaba cuando llega el tiempo perfecto de Dios, para el cumplimiento de sus promesas o para que logremos el fin que esperamos.  
Porque durante el tiempo de la espera, Dios ha estado trabajando en nuestro interior en un proceso de limpieza, de renovación, de cambio. Él ha sido fiel y ha estado ahí siempre, nos ha fortalecido, enseñado y mostrado el camino por el que debemos andar, aunque muchas veces somos nosotros los que fallamos o no queremos verlo, pues tenemos la esperanza que podemos lograrlo con nuestro propio esfuerzo, conseguir todo lo que nos propongamos.
Pero, ¿alguna vez nos preguntamos si Dios tiene otros planes, otra visión y otra misión o propósito para nosotros? El tiempo de Dios es perfecto, no basado en el tiempo cronológico sino en el tiempo espiritual, donde Él mide nuestro progreso, nuestra madurez espiritual, nuestro entendimiento; mide cuánto hemos entendido y nos hemos esforzado por alcanzar nuestras metas. Metas que en la mayoría de los casos obedecen a esfuerzos baldíos, porque sencillamente nuestros planes no están alineados con los planes de Dios para nuestra vida, y porque los esfuerzos, fortaleza y empeño que ponemos en nuestras obras, son solo eso, nuestras obras, hechas con nuestra carne, nuestra mente y nuestros sentimientos y no teniendo en cuenta los pensamientos, los  planes y la Voluntad de Dios.

Dios llenó el vacío de mi alma

Llenaste mi mundo de innumerables sorpresas, con verdadera felicidad que nunca había descubierto antes, pusiste mis pies en roca firme para resistir los vientos y tormentas que amenazan para que dude de tu existencia, le diste sentido a mi vida y sacaste mi alma de angustia.
Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás; Por tu justicia sacarás mi alma de angustia. Salmo 143:11
Porque yo aparentaba tener gozo y felicidad en mi vida; pero me estaba consumiendo lentamente muy dentro de mí, sin saber que me hacia falta tu presencia en mi vida; porque a ti oh Dios mío, no puedo ocultar la verdad.
Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio. Salmo 142:7
Sacaste mi alma de la cárcel, y yo nunca supe cómo mi alma fue encarcelada, solo sé que no podía sentir tu presencia, ni clamar a ti en ningún sentido. Mi conocimiento se esfumó como una neblina y no podía recordar ni concentrarme en nada, hasta que mi alma casi agonizante clamó a ti, y Tú escuchaste mi gemir, libraste mi alma de angustia y sacaste mi alma de la cárcel.

¿Fue Jesús crucificado en viernes?

La Biblia dice específicamente el día de la semana en que Jesús fue crucificado. Las dos opiniones más extendidas son que en viernes y miércoles. Otros, sin embargo, usando una síntesis de ambos argumentos, el viernes y miércoles, aceptan el jueves como el día más probable.

Jesús dijo en Mateo 12:40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” Aquellos que opinan que la crucifixión fue en viernes, dicen que existe una manera válida por la cual pudo haberse considerado que Él permaneció en la tumba tres días. En la mentalidad judía del primer siglo, parte de un día era considerado como un día completo. Puesto que Jesús estuvo en la tumba parte del viernes, todo el sábado y parte del domingo, pudieron haber considerado que efectivamente Él estuvo ahí tres días. Uno de los principales argumentos sobre el viernes se encuentra en Marcos 15:42 donde dice que Jesús fue crucificado “la víspera del día de reposo” (el día anterior al Sabbath o sábado) Si ese era el Sabbath semanal, entonces el hecho nos lleva a la crucifixión el viernes. Otro argumento para el viernes dice que los versos Mateo 16:21 y Lucas 9:22 enseñan que Jesús resucitaría en el tercer día, por lo que Él no necesitaría estar en la tumba los tres días y noches completos. Pero mientras algunos traductores usan “en el tercer día” para estos versos, no todos lo hacen, y no todos están de acuerdo que esa sea la mejor manera de traducirlos. Es más, Marcos 8:31 dice que Jesús resucitaría “después” de tres días.

El argumento sobre el jueves parece que se impone sobre la opinión del viernes, en el sentido de que sus defensores simplemente exponen que hubo demasiados eventos (algunos cuentan hasta veinte), sucedidos entre la sepultura de Cristo y la mañana del domingo, para que ocurriera del viernes por la tarde al domingo por la mañana. Ellos señalan que esto es específicamente un problema, cuando el único día completo entre el viernes y el domingo fue el sábado, el Sabbath judío. Un día extra o dos eliminan ese problema. Los que abogan por el jueves razonan: Supongamos que no has visto a un amigo desde el lunes al anochecer. La siguiente vez que lo ves es el jueves por la mañana y dices, “no te he visto en tres días”, aunque técnicamente solo han pasado 60 horas (2.5 días). Si Jesús fue crucificado en jueves, este ejemplo muestra cómo pueden ser considerados los tres días.


Los que opinan que fue el miércoles dicen que hubo dos Sabbaths esa semana. Después del primero (el que ocurrió al anochecer de la crucifixión Marcos 15:42Lucas 23:52-54) las mujeres compraron las especias. Las mujeres lo hacen después del sábado (Marcos 16:1). Los que se inclinan a favor del miércoles sostienen que ese “Sabbath” era la Pascua (ver Levíticos 16:29-31; 23:24-32, 39 donde los grandes días sagrados no hacían referencia a uno de los siete días de la semana referido como el Sabbath). El segundo Sabbath de esa semana era un sábado normal. Nótese que en Lucas 23:56, las mujeres que habían comprado las especias después del primer Sabbath, regresaron y prepararon las especias y entonces “descansaron el día de reposo conforme al mandamiento”. El argumento establece que ellas no pudieron haber comprado las especias después del Sabbath, y al mismo tiempo preparar las especias antes del Sabbath, a menos que hubiera dos Sabbaths. Con el punto de vista de los dos Sabbaths, si Cristo fue crucificado en jueves, entonces el gran y sagrado Sabbath (la Pascua) habría comenzado el jueves al anochecer y terminaría el viernes al anochecer, al inicio del Sabbath o sábado semanal. Comprar las especias después del primer Sabbath (Pascua) hubiera significado que ellas las compraron en sábado, quebrantando así la ley.

Amor Perfecto

Todos necesitamos recordar el amor de Jesús.
Independientemente de que lo hayas conocido durante toda tu vida o últimamente, la necesidad de que te hable del amor que te tiene es la misma. Con el ajetreo de la vida y el trabajo es fácil olvidar lo real que es, lo cercano que está, cuánto se interesa en todos los detalles de tu vida y el afán con que desea que conozcas Su corazón.
Tener confianza en cuánto nos ama Jesús no solo nos hace felices, sino que es una fuerza estabilizadora en nuestra vida.
Cuando nos garantiza con frecuencia que nos ama, y lo creemos y confiamos en ello, Su paz y seguridad nos serenan, aunque afrontemos desilusiones, dificultades, sufrimientos o cualquier otra cosa que nos depare la vida.
Su amor es lo bastante fuerte para hacernos salir adelante en cualquier dificultad.
Es perdurable, digno de confianza y eterno. Su amor es perfecto. Es más, es lo único en este mundo que es absolutamente perfecto. Hay muchas cosas que son bonitas, hermosas y maravillosas, pero nada es tan perfecto como Su amor. Vivimos en un mundo imperfecto, con humanos imperfectos y en circunstancias que dejan que desear, pero el amor de Él nos permite remontar las dificultades de la vida. Él es perfecto, igual que Su amor.
Su amor es gratuito.
No hay que esforzarse para obtenerlo ni tratar de demostrarle que lo merecemos. Eso también es bueno, porque todos pecamos y cometemos errores. Si tuviéramos que granjearnos el amor de Jesús, ninguno lo lograríamos, ya que todos somos humanos con debilidades parecidas y metemos la pata. Él, en Su divina providencia y sabiduría, lo sabía, y decidió amarnos sin compromisos.