LIBRES PARA DISFRUTAR DE DIOS
Salmos 34:8-10 “Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado el hombre que confía en él! Temed a Jehová vosotros sus santos, pues nada falta a los que lo temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.”
Nuestro Dios, quien creó al mundo y que es el Señor de todo, quiere que hallemos placer en nuestra unión y relación con Él.
Su Palabra nos enseña que Él “nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” (1 Timoteo 6), pero lo más importante que Dios nos ha dado para que disfrutemos, es Él mismo. Estamos llamados a encontrar satisfacción en nuestra relación con Él.
Uno de los secretos para tener una relación satisfactoria, es la aceptación. Ser aceptados por alguien que se preocupa por nosotros a pesar de nuestras faltas, nos hace libres para disfrutar de su amistad.
Lo mismo pasa con nuestra relación con Dios. Nuestro amoroso Padre celestial sabe quiénes somos y, por la obra de Jesús en la cruz, nos acepta como Sus hijos. Nosotros, que una vez fuimos sus enemigos, hemos sido ahora aceptados en Su familia. Y al ser aceptados por Dios, somos libres para disfrutar de una preciosa intimidad con Él.