jueves, 2 de julio de 2020

Conductas que agradan a Dios

1 Tesalonicenses 4: 1-12 (RVR 1960).

¨Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús que, de la manera que aprendisteis de nosotros como os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más¨. (verso 1).
SANTIDAD: Es lo que nos identifica como verdaderos hijos de Dios, y lo que marca la diferencia de los demás, estar apartados del pecado, de las cosas que desagradan a Dios, porque Él es santo, y por lo tanto todo hijo se debe parecer a su padre. ¨Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación¨. verso 7
La familia que agrada a Dios - Devocional cristianoDECIR LA VERDAD: Debemos analizar cómo nos comportamos con los demás; si de nuestra boca salen murmuraciones, chismes, cizañas, mentiras, o comentarios malintencionados que afectan a la integridad y al corazón del prójimo. Hay que procurar al máximo el bienestar de los que nos rodean. El amor se demuestra en todo tiempo y en todo momento, con una palabra, hasta con gestos y con muestras de afecto; Dios manda que nos amemos unos a otros ¨Que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado¨ verso 6.
TRANQUILIDAD: Es difícil mantenerla en medio de la tempestad, y es precisamente ahí cuando más la debemos utilizar. Dios nos promete y nos da paz en medio de la tormenta. Hay que aprender a depender de Dios, a dejar todas nuestras cargas en sus manos y estar confiado. En medio de pleitos, contiendas, momentos de mucha tensión en la familia, en el trabajo, en la escuela, no dejándonos contagiar con los arranques de ira, ni desesperarnos por el momento, sino ser luz y mantener siempre la calma.
TRABAJAR: Es algo que nadie más hará por nosotros. Si queremos ser alguien en la vida hay que prepararse y trabajar, si queremos tener una hermosa familia hay que construirla  y trabajar fuertemente en ello. Estamos en la viña del Señor y somos sus labradores; todo lo que vale la pena en la vida conlleva mucho esfuerzo y dedicación. ¨Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.¨  Versos 11-12.
¨Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a DIOS, que también nos dio su Espíritu Santo¨ Verso 8.


Tus sueños mis sueños. Tu tiempo, Tu Voluntad

Hay sueños que se cumplen antes de lo esperado y otros que tardan en hacerse realidad.
Hay sueños que se cumplen por tener tan solo fe, por tener la paciencia y la esperanza necesaria que con el tiempo se va perdiendo, pero que perdura aunque sea como un grano de arena.
Y hay personas que cumplen sus sueños dejando todo en manos del Señor; en cambio otras deciden probar su suerte al azar o pactar con el enemigo para alcanzar aquello tan deseado y anhelado.
El enemigo podrá hacer realidad tus sueños, conceder tu deseo como un “Genio” y se hará realidad, pero con el paso del tiempo las cosas van a cambiar. Puede que tu sueño se haga realidad pero siempre te faltará algo importante. El enemigo te pasará la factura en algún momento y si no haces lo que te pide, hará de tu vida un infierno. Aunque parezca que ahora vives en un infierno, en un pozo sin salida, en el medio de un desierto seco y sin vida, el infierno del enemigo es aún peor, más de lo que puedes imaginar.
Tus sueños mis sueños. Tu tiempo, Tu VoluntadEl ser humano no es un ser paciente, todo lo contrario; ansía cada vez más tener aquello que no llega, que no se concreta, que no se cumple… ¡AHORA, YA! ¿Cuántas veces hemos creído en los cuentos de hadas? ¿Cuántas personas siguen creyendo en los cuentos de hadas?
En estos cuentos todo es perfecto, no hay error, no hay tristeza ni dolor, todo se hace realidad. Pero nuestra vida no es perfecta, vivimos y convivimos en un mundo lleno de odio, rencor, violencia, maldad, oscuridad, tristeza, desesperación. Entre las cosas que componen este mundo de pecadores, no hay cosas perfectas.
Y si hay algo o alguien perfecto, es Él. Él se pasea por todas partes, lo ve todo, lo escucha todo, observa con detenimiento y con su tiempo a cada persona. Conoce las situaciones en las que vivimos, conoce lo triste o gozosa que está nuestra alma, lo fuerte o frágil que es nuestro espíritu. Qué pensamos, qué sentimos. Él conoce nuestros sueños, nuestros mayores anhelos.
Sabe si lloramos en silencio por no ver concretado nuestro anhelo. Sabe por qué situación estamos pasando, sabe que nos duele o nos enfada ver a otros con éxito cuando nosotros creemos que merecen el fracaso más absoluto, cuando juzgamos al que está al lado sin saber ni siquiera qué es lo que pasa en realidad.
Muchos optamos, decidimos dejar nuestros sueños, nuestra vida en manos del Señor; otros muchos se arrepienten o dudan si dejar su vida en manos de Dios, es más, hasta se enojan con Él por las decisiones que toma o los sueños que no se cumplen... ahora.

Levántate y Resplandece

¨Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.¨ Génesis 13:17 RVR1960.
Es innegable, y hasta necesario, que pasaremos por dificultades, es inevitable tocar fondo alguna vez en esta vida, pues como seres humanos cometemos errores de los cuales aprendemos. Aunque bien es cierto que nos sirve de alivio ir a la presencia de Dios, derramar nuestras lágrimas delante de Él, desahogarnos de nuestros problemas y preocupaciones. No hay nada mejor que descansar en el Señor y dejar nuestras cargas en sus manos.
Levantate y Resplandece | Levantate y resplandece, Isaias 60 ...El problema radica cuando pretendemos estar siempre en la misma situación y no ser diligentes. Está bien que Dios tome el control de todo, pero para que Él actúe y las cosas nos salgan bien, debemos primero mostrar ante Él una actitud de Fe y no de pesimismo, mucho menos de tristeza y desánimo; eso no es lo que Él quiere. Está claro que somos culpables de algunas situaciones que nos suceden, pero también existe alguien que nos quiere destruir y siempre se mantiene atacándonos.
La solución a nuestros problemas no está en pasar tirados todo el día llorando, la solución está en creer que hay un Dios grande y fuerte, que no existe nada imposible para Él. Un Dios que te dice no temas que yo te llevo de la mano. (Isaías 41:13)
Si estar derribados lamentándonos, aislados, tristes, y llenos de amargura fuera la solución, Dios no nos haría el llamado a que nos levantemos. Tenemos que levantar nuestro ánimo, tenemos que sacudirnos el polvo, salir del lodo y caminar hacia la tierra firme.
Sacúdete el polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion. Isaías 52:2 RVR1960.
Las bendiciones también se pelean, se luchan, hay que apartar del medio todo lo que estorbe para que se cumplan nuestras promesas; por eso es indispensable levantar nuestro clamor, levantarnos en oración, ayuno, intercesión, guerra espiritual.
Ponte en pie y busca la luz que es Jesús, quien te guiará y te iluminará el camino que debes recorrer; solo el Espíritu Santo te puede encender con su fuego, y recibirás un resplandor de santidad y gracia sobre ti.
¨Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.¨ Isaías 60:1

¡Levántate y verás la gloria de Dios!