jueves, 12 de abril de 2012

Amarte más-Vídeo


Dentro de tu corazón esta mi libertad
En tus versos encontré lugar para posar
Humillarme por entera para escucharte
Porque entiendo que mi fe se hará gigante
Cuando me hables
Y romper mi corazón de tanto darse
De tanto entregarse a ti
Derretir como la cera mi intelecto
Y servirte con el corazón sin lógica sin argumentos
Pues total la vida misma se hace lógica
Porque te tengo a ti, te tengo a ti.
Y amarte mas poniendo entero mi corazón
Amarte siempre amarte hoy
Darte más que mis versos
Mi vida en sacrificio y ser tu templo
Amarte mas quiero que escuches la alabanza
De mi boca que brotan de mis adentros
Que pretenden llegar a ti, Señor.
Cuando me apoyo en ti entonces tengo paz
Desvaneces mi temor y mi necesidad
No me guío por mi vista solo tus preceptos
Me hacen caminar segura entre los fuertes vientos
Y me dejan ver un horizonte claro entre la tempestad
Derretir como la cera mi intelecto
Y servirte con el corazón sin lógica sin argumentos
Pues total la vida misma se hace lógica
Porque te tengo a ti, te tengo a ti.
Y amarte mas poniendo entero mi corazón
Amarte siempre amarte hoy darte mas que mis versos
Mi vida en sacrificio y ser tu templo
Amarte más quiero que escuches la alabanza
De mi boca que brotan de mis adentros
Que pretenden llegar a ti, Señor.
Y amarte más poniendo entero mi corazón
Amarte siempre amarte hoy
Darte más que mis versos
Mi vida en sacrificio y ser tu templo
Amarte mas quiero que escuches la alabanza
De mi boca que brotan de mis adentros
Que pretenden llegar a ti señor
Llegar a ti, Señor y amarte más.


Carta a Taryn- Reflexiones


Amada Taryn:
Te estoy escribiendo esta carta a las 3:00 de la mañana ya que no puedo dormir y quería compartir contigo. Hoy fue un día tan importante en tu vida al matricularte en la Universidad Estatal de Oklahoma. Este fue tu día… estabas tan entusiasmada de iniciar una nueva etapa en tu vida. Mientras escuchaba hoy en la orientación para padres, un consejero nos compartió acerca de la montaña rusa emocional en la que ustedes estaban embarcados. Como madre de una adolescente… creo que el símil se queda corto.
Lo que no comprendí fueron las emociones mezcladas que experimentaba ya que mi orgullo estaba nublado por la egoísta tristeza de perder a mi niñita. ¿Cómo saber que habías crecido lo suficiente para sobrevivir a setenta y cinco millas de mamá? Eres una persona sorprendente y la verdad es que estabas lista para tu nueva jornada, ¡era yo la que no lo estaba! Tienes una perspectiva fantástica de la vida y tu fuerte fe en Dios me da mucha paz, ¡gracias!
Todo en lo que podía pensar era qué darte para que te aferrases a esta gozosa ocasión. Estabas tan entusiasmada que seguías diciéndome que recordarías este día para siempre que me pregunté si este día exacto realmente estaría en tu mente dentro de treinta años… ya que yo no podía recordar el mío. Como te das cuenta ahora… estaba equivocada.
Así que aquí está mi regalo para ti. Estoy compartiendo tu día con todos los que escuchen. Todo el que te conoce sabrá de tu naturaleza dadora. Estoy usando tu historia para darle a otros de manera cónsona con tu hermoso corazón, sabiendo que cuando das, recibes.
Experimentamos tu último año juntas y aunque ya he pasado por esto dos veces antes con tus hermanos, su intensidad nunca disminuye. Fue un gran paseo para ti cuando pude ver tu gozo en todas las festividades de tu último año de secundaria.
El final fue un genuino clímax con tu baile de graduación: uno de los momentos más emocionantes de tu vida. Tu “grupo” de amigos estaba compuesto de nuevos y viejos; pero un denominador común era que todos eran buenos muchachos. Algunos de ellos, parejas, otros, solo amigos y un chico loco fue solo… su nombre: Matt. Eso no importó, habías estado cerca a él por mucho tiempo y recibió el afecto de todas las chicas que le amaban como tú.
Este espíritu libre, al que había conocido hacía cuatro años cuando lo trajiste a la cena de la práctica de la boda de tu hermana, pude ver claramente por qué te agradaba. Era la imagen del buen chico, íntegro, que uno aprobaría si existiese un chico digno de estar cerca de nuestra hermosa hija, nuestra bebé. Se quedó en tu vida a lo largo de toda la secundaria y no pudiera estar más contenta si todos los que llevases a casa fueran como él.
Recuerdo las fotos que tomamos en nuestra casa antes del baile de graduación y recordé sentirme triste por él, sin pareja, hasta que su fantástica personalidad le hizo el centro de atención. Sus fotos reflejaron que estaba en su elemento. Alquilaste una limosina y me sentí aliviada de que el riesgo de que tomases y condujeses fuese eliminado. El grupo satisfizo mis expectativas y todos regresaron a casa sanos y salvos a la mañana siguiente ¡habiendo disfrutado el tiempo de sus vidas! Estabas mostrando señas de crecer… eras la chica perfecta.
De camino a casa después de la matrícula hoy, el teléfono sonó. Era tu hermano y esperaba que llamaba para felicitarte en tu día especial. Su voz fue solemne, me pidió que te pusiera al auricular. Al escucharle, pude verte en el espejo retrovisor al conducir a casa. En esos pocos momentos vi en tus ojos lo que las palabras nunca podrán describir: envejeciste años en sólo momentos. Nunca olvidaré esa mirada en tus ojos. No estabas preparada, no habías sido advertida para poderte proteger. Sólo nuestra fe en Dios nos permite soportar esos momentos. Siempre recuerda que esta fe es lo que necesitas para seguir adelante.
Cuando colgaste, balbuceaste que Matt se había ido. Me tomó mil preguntas para sacarte alguna información ya que el “shock” te había atontado. Tus primeros pensamientos fueron de ira porque “alguien del grupo le hubiese permitido beber y conducir”. Los detalles de cómo murió no son importantes, lo que importa es que Matt era un buen chico que nos dejó en lo mejor de su vida. Sé que cuestionabas por qué Dios permitiría esto. Intenté imaginarme el dolor que su familia sentía y los pensamientos devastadores de todo padre que tiene que enterrar a su hijo. Cuando seas madre algún día, entonces podrás comprender que no puede haber nada peor.
Han pasado ya horas y estás exhausta y semidormida, tus ojos rojos y tu rostro triste. Mi corazón se rompe al no poder librarte del dolor que sientes. El servicio memorial de velas esta noche en la secundaria estuvo lleno de muchos que amaron a Matt. Lo único que puedo darte es el regalo de la fe. Una fe de que Dios tenía un plan especial para Matt de tocar las vidas de tantos, compartiéndolo con nosotros por breve tiempo. El don de Matt de tocar a tantos se hace evidente ahora que se ha ido.
Un mensaje para hacer saber a todo amigo que nunca está bien beber siquiera una gota y colocarse detrás del volante de un auto. No temer llamar a un padre o a un amigo y pedirles que nos recojan si hemos estado tomando. Que ninguna decisión es buena cuando la hacemos bajo la influencia del alcohol. Que todos somos capaces de tomar malas decisiones de beber sin importar cuán buenas personas seamos. Todos somos humanos y podemos ser perdonados por nuestro Hacedor, por nuestros padres y por nuestros amigos. El sacrifico final de Matt tocará las vidas tanto de ustedes como de las de muchos amigos y aquí está mi oportunidad de honrar a Matt.
Le enviaré esta carta a muchas personas que nunca tuvieron la bendición de conocer a Matt. Aun aquellos que no estén experimentando los “goces” de la adolescencia, tienen sobrinos, primos, vecinos, o conocen a alguien que los tiene. Enviemos un mensaje por Matt: no bebamos y conduzcamos. Porque cada vida a la que su historia sea contada, le estaremos enviando una bendición a alguien que puede salvarse.
Taryn, dijiste esta mañana que este sería un día que recordarías por el resto de tu vida. Ahora estoy convencida de que así será. Te ama siempre, incondicionalmente, tu Mamá.
Missy Wright, Jun 20, 2006
Siempre el alcohol deja una triste huella en el alma. Mejor es no caer en las garras del alcohol.
Andan a tientas en medio de la oscuridad,y se tambalean como borrachos. Job 12:24,25.
Pues borrachos y glotones, por su indolencia, acaban harapientos y en la pobreza. Proverbios 23:21.

Hoy… El Señor me invita a dar un paso de fe


Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y  esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. — Efesios 2:8-9
En el reino de Dios, las cosas simples y demasiado fáciles generalmente son los medios mediante los cuales Dios cumple sus deseos en nuestras vidas.
El arrepentimiento es una de esas actividades que se ven fáciles, pero nuestro orgullo personal tratará de probarle a Dios nuestra valentía y sinceridad, tal y como lo hizo Naamán. Trata de recordar las palabras del siervo de Naamán: “Padre mío, si el profeta te hubiera dicho que hicieras alguna gran cosa, ¿no la hubieras hecho? ¡Cuánto más cuando te dice: “Lávate, y quedarás limpio”! .
Recuerda que somos salvos por gracia, no por nuestra propia bondad o por nuestro propio esfuerzo. Son “las riquezas de Su [la de Dios] bondad” y Su “tolerancia y paciencia”, no su enojo o frustración, lo que nos llevó al arrepentimiento . Es demasiado difícil para nosotros despojarnos de nuestras nociones religiosas acerca de Dios y de Sus intenciones hacia nosotros.
Si no recordamos con cuánto afecto Él piensa en nosotros y cuánto quiere que estemos con Él todo el tiempo, sin importar lo que hayamos hecho o qué tan desesperadamente estemos perdidos por nuestra culpa, fallaremos en aprovechar este regalo tan maravilloso llamado arrepentimiento.
El arrepentimiento está representado en la Biblia la mayoría de veces como un regalo, una misericordia, o un beneficio concedido por Dios. No es una línea que Él dibuja en la arena, no es un precursor del castigo que preferiría darnos. Es un enorme error imaginar el arrepentimiento como una oportunidad para lucirnos ante Dios. Aunque hemos hecho mal, vamos a intentar “conciliarnos” con Él mostrándole lo indignados que estamos con nosotros mismos.
Una tentación sutil que todos nosotros enfrentamos en nuestra vida espiritual es tratar de “hacernos cargo de las cosas de aquí en adelante”, apreciar lo que Dios ha hecho por nosotros hasta hoy, pero tomar la carga de mantenernos a nosotros mismos en rectitud desde este momento en adelante. Tratamos de “ser perfeccionados por la carne,” en lugar de continuar en el Espíritu.
En otras palabras, intentamos comportarnos (en vano) tan bien como podemos con el fin de ser suficientemente buenos como para podernos arrepentir de lo que sea necesario por las cosas malas de nuestra vida. Sentimos que es deshonesto contarle al Señor de nuestras malas obras antes de corregirlas.
Equivocadamente suponemos que debemos esperar hasta que estemos fuera del bosque, ya no perdidos, antes de arrepentirnos por haber estado en ellos. Por ejemplo, caemos en la trampa de llegar a la conclusión incorrecta de que es aceptable arrepentirnos de nuestra rabia sólo después de haber resistido con éxito la tentación de la furia.
Esta es una de las ideas equivocadas básicas que nos impide querer arrepentirnos. Sin embargo, después de todo, el arrepentimiento dirige la atención a varios hábitos, pensamientos, comportamientos y actitudes que no pertenecen a nuestras vidas.
No son lo que sabemos que deberían ser, nuestra clave del arrepentimiento, y ya hemos tratado de detenerlos hasta donde nos es posible y sin ningún éxito perdurable. Si nos imaginamos que el arrepentimiento es nuestra promesa de nunca volver a hacer lo que hemos estado haciendo mal, sólo así tiene sentido que esperemos hasta que la tentación haya sido completamente conquistada antes de poder arrepentirnos legítimamente.
Primero queremos tener nuestro pecado bajo control para entonces poder arrepentirnos. No queremos atraer la atención de Dios al pecado antes de estar preparados para ofrecerle una garantía de nuestra victoria sobre el pecado, obtenida con mucha dificultad.
Pero eso es como esperar a que tu casa se venda antes de contratar los servicios de una agencia de bienes raíces o como querer saber una canción antes de tratar de cantarla; haber recuperado la salud antes de visitar al médico.
Nociones como ésta son retrocesos. Como el día de descanso, o la Biblia, el arrepentimiento fue diseñado para servirnos, y no al revés. Dios no dice: “¡Cambia! y después te puedes arrepentir legítimamente.” No. Él dice: “Arrepiéntete. Después podrás cambiar”.
Hoy se que Dios me invita a dar un paso de fé.
Señor, ayúdame a dar ese paso de fe de arrepentimiento para así ver el cambio en mi vida. Amén.

Bolitas- Reflexiones

Se cuenta que el siglo pasado vivía en la región de Kimberly en África una familia muy pobre.
El hombre tenía un rancho, pero la tierra era arenosa y estéril.
Los niños, sin dinero con qué comprar bolitas, habían aprendido a jugar con piedrecitas que juntaban de la arena del arroyo. Un día pasaba un grupo de hombres y se detuvieron para pedir agua.
Mientras la tomaban, uno de los hombres se quedó viendo a los muchachos y a sus “bolitas”, luego les preguntó si había más y cuando los niños le dijeron que efectivamente, había montones junto a la arena, el hombre fue a verificar hallando tal y como los niños le habían dicho.
Entonces dijo al campesino: “…Oiga, señor, ¿cuanto quiere por su rancho?
Yo le pagaré lo que usted me pida…”.
El campesino sonrió, y pensando hacer un excelente negocio pidió cincuenta mil dolares.
Dicho y hecho, el hombre sacó su talonario de cheques y le pagó lo que había pedido.
Eso fue el origen de las Minas de Kimberly, las minas de diamantes más valiosas del mundo.
Usted y yo tenemos promesas de nuestro Señor Jesús mucho más valiosas que los diamantes y, sin embargo, en ocasiones jugamos con ellas como si fueran bolitas.
El propósito de las promesas de Dios al hombre es el de hacerlo más valioso y mejor; mientras no lo veamos asi, no seremos mejores.
Proverbios 13:7 “Hay quienes se hacen ricos, y no tienen nada: Y hay quienes se hacen pobres, y tienen muchas riquezas.”