jueves, 18 de enero de 2018

La esperanza eterna

Cuando hablamos de esperanza nos referimos a algo que deseamos que suceda, puesto que en ello confiamos. Y en nuestro caso todas nuestras esperanzas están puestas en que Jesús regrese pronto por su iglesia, en ello confiamos y esto esperamos.
Aparte de todo lo que hacemos nosotros y la vida que Dios nos permite vivir, tenemos la esperanza de que grandes cosas vendrán a quienes en Él y su promesa confiamos; unas de éstas son:
1. Alegría a la hora de morir: Bastante polémico, por cierto. ¡Alegría a la hora de morir! ¿Acaso la muerte no produce miedo?; en nuestro caso no, sabemos que somos salvos y escogidos para estar toda la eternidad junto con Cristo. Además, en Proverbios 14:32 está representada esta confianza puesto que nuestro pensamiento está en Jesús.
2. Una eternidad asegurada: La eternidad fue el regalo más valioso que Jesús pudo entregarnos en la cruz. Gracias a su sacrificio podemos entender que nada nos hace falta y que nada necesitaremos más que estar junto a Él en la eternidad.
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Hechos 24:15 dice que si muriéramos y Cristo aún no ha llegado por nosotros, estamos seguros que Él nos resucitará y podremos ver su maravillosa gloria.
3. Tesoros en el cielo: Es este el momento en el que veremos los tesoros que hemos acumulado en el cielo, nuestros esfuerzos por agradar a Dios serán recompensados en su tiempo Colosenses 1:5.
4. Nos prepara para la venida de Cristo: Esta esperanza nos hace estar alerta y no confiarnos, puesto que sabemos que Él llegará pronto y de manera repentina. La palabra dice en Tito 2:13 que nuestra esperanza está en ver su gloria y su llegada pronta por su iglesia.
5. La seguridad del alma: en Hebreos 6:18 tenemos la confianza de que hay cosas que no cambiarán, como la llegada de Cristo por su iglesia, y la esperanza de la verdad en Dios de que en Él tenemos guardada nuestra alma al momento de su llegada, y ello nos da fuerza para perseverar.
Estas son las características de por qué esperamos y creemos en que Cristo es el Salvador. Todo esto está fundamentado en 1 Pedro 1:3 que dice Gracias a Dios quien es grande en misericordia, que nos hizo revivir gracias a que Jesús, como nuestro hermano mayor, ha resucitado primero.

¿Es necesaria la confesión pública para la salvación (Romanos 10:9-10)?

Resultado de imagen de ¿Es necesaria la confesión pública para la salvación (Romanos 10:9-10)?Romanos 10:9-10 se usa por muchos cristianos bien intencionados, como un esfuerzo para atraer a alguien a la fe en Cristo. "Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación".

Aunque realmente este pasaje no se debe entender en el sentido de que somos salvos por medio de una confesión audible de fe. Sabemos que la salvación es por gracia por medio del don de la fe (Efesios 2:8-9), no por las palabras que hablemos. Por lo tanto, como con todas las Escrituras, el contexto es de vital importancia si queremos entender correctamente Romanos 10.


En el momento en que el libro de Romanos fue escrito, que una persona aceptara a Cristo y lo confesara como el Señor, generalmente derivaba en persecución y finalmente en la muerte. En aquellos tiempos, recibir a Cristo y confesarlo como Señor, sabiendo que la persecución iba a venir, indicaba una verdadera salvación y la obra del Espíritu Santo. Son raras las manifestaciones externas de la fe cuando la vida está en juego, sucedía generalmente nada más que en la iglesia primitiva. La intención de la frase "serás salvo", no es la de revelar una condición para la salvación por la confesión pública de un credo, sino la del hecho definitivo de
 que ninguna persona que esté enfrentando la muerte confesaría a Cristo como Señor, a menos que realmente él o ella fueran salvos.

En Romanos 10:10, leemos, "Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación". El original griego conlleva la idea de "confirmar" con la boca lo que ha sucedido en el corazón y estar agradecido por eso.

Romanos 10:13
 dice: "porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo". El versículo 14, sin embargo, indica que invocar al Señor es el privilegio de aquellos que ya están redimidos: "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído?". Además, el versículo 12 dice: "Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan". Evidentemente, la frase "rico para con todos los que le invocan", no puede estar hablando de salvación, mientras que aquellos que "invocan" ya "han creído", de acuerdo al versículo 14.

Para concluir, Romanos 10:9-10 no está estableciendo una confesión pública como un requisito para la salvación. Más bien, está afirmando que cuando alguien confiaba en Cristo y posteriormente lo confesaba como Señor, sabiendo que la persecución iba a venir, esa persona daba evidencia de una verdadera salvación. Aquellos que son salvos, confiesan a Cristo como Señor porque Él ya ha plantado la fe en sus corazones. Como con el bautismo y todas las buenas obras, la confesión pública no es el medio de la salvación; simplemente es la evidencia de la misma.

Para Él

“…Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible… todo comenzó en él y para los propósitos de él…” Colosenses 1:16 (PAR).

La vida es el espacio de tiempo con el que contamos los seres humanos para proyectar nuestra existencia. El problema es que la mayoría de las personas no saben para qué están aquí en la tierra. Habitualmente, se dejan llevar por las circunstancias que les rodean y llegan a tomar decisiones sobre cosas que les llevan a un estado permanente de confusión, antes de comprender la razón real de su existencia.
Sin embargo, vale la pena mencionar que Dios está muy interesado en que podamos conocer sus propósitos, los cuales son mucho más grandes que nuestra familia, profesión, trabajo... y nuestros sueños y anhelos más deseados. Si le preguntáramos a Dios ¿cuáles son sus propósitos?, tal vez Él nos respondería que…
Resultado de imagen de para DiosI. (SUS) PROPÓSITOS SON EL CORAZÓN DE NUESTRA EXISTENCIAColosenses 1:16
El apóstol Pablo declaraba con estas palabras a los Colosenses que todas las cosas creadas, especialmente la humanidad, encuentran la razón de su existencia en Dios y los propósitos que Él mismo designó. Para Pablo, el corazón de la existencia de todo ser humano es vivir en los propósitos que Dios, sabiamente, diseñó para la plenitud y realización de todo ser humano. A través de este versículo, Dios quiere colocarnos en la posición correcta para entender y vivir en sus propósitos.
Sin embargo, estamos viviendo tiempos muy difíciles, tiempos en los que la pérdida de valores, la falta de interés en las cosas de Dios, aunado a las adicciones, el aborto, el divorcio, y muchas otras cosas, están llevando a las personas a un caos de confusión, en el que de manera egoísta se engañan a sí mismos y pretenden engañar a los demás. Afortunadamente este versículo es muy poderoso. A través de él, Dios quiere que sepamos que fuimos creados por Él, y no para nuestros propósitos sino para los suyos; quiere que sepamos que así como el corazón humano le da vida a los cuerpos, sus propósitos son el corazón de nuestra existencia, y que al vivir en sus propósitos podemos alcanzar la plenitud y realizarnos en todo lo que emprendamos.
Pero si le preguntáramos ¿qué hacen y son sus propósitos?, vemos lo siguiente…
II. SUS PROPÓSITOS RENUEVAN Y DAN SEGURIDAD A NUESTRA EXISTENCIASalmo 138:8
En el corazón de David, autor de este salmo, se escondían fuertes emociones que describen lo que muchas veces también hay en el nuestro. David conocía perfectamente los propósitos de Dios, ya que Dios le había levantado en Israel como un siervo conforme a Su corazón. Sin embargo, el poner la vista en los asuntos de la vida más que en los propósitos de Dios, le llevó a experimentar una fuerte frustración que solo desapareció de su vida cuando cayó humillado, clamando a Dios que le ayudara. Fue entonces cuando Dios obró a favor de la vida de David dándole ánimo, renovando sus fuerzas y dándole la seguridad de que Dios mismo le diría la manera en que cumpliría con sus propósitos.

No mires hacia atrás

Génesis 19.17 “Cuando ya los habían sacado de la ciudad, uno de los ángeles le dijo: ¡Escápate! No mires hacia atrás, ni te detengas en ninguna parte del valle. Huye hacia las montañas, no sea que perezcas” NVI
Una de las cosas, y seguro que la más importante que Dios nos exige para formar parte de su familia es la obediencia; de acuerdo con la lectura de este pasaje, los ángeles le ordenaban a Lot que saliera de ese lugar para salvar su vida y la de los suyos, que por ninguna razón se diera la vuelta para mirar hacia atrás, y que no perdiera la oportunidad que el Señor le estaba otorgando de escapar ileso de toda destrucción. Dios, en todo momento, nos invita a caminar tomados de su mano mirando siempre hacia adelante, ya que lo mejor siempre está por venir; el camino que ya recorriste no tiene sentido, eso ha quedado atrás.
En tu andar diario siempre van a presentarse situaciones adversas o de difícil decisión, sin embargo no debes titubear en el momento de tomar una determinación; no te pongas a pensar en lo que podría pasar, simplemente decídete y ¡hazlo! Porque lo peor que puede haber en una persona es la indecisión. Al igual que Lot no te detengas, no mires hacia atrás, porque la palabra de Dios dice Que todas las cosas han sido hechas nuevas”. 2 Corintios 5;17 Y si es así en tu vida, entonces, ¿para qué pensar en el pasado?