viernes, 18 de noviembre de 2016

Todos juntos ahora

… unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 15:6
Mientras un hombre abordaba un tren en Perth, Australia, se le trabó la pierna entre la plataforma y un vagón. Los guardias de seguridad no podían liberarlo, por lo que coordinaron los esfuerzos de casi 50 pasajeros, quienes, a la cuenta de tres, empujaron el tren hacia un costado. Ese trabajo en conjunto desplazó el vagón lo suficiente para liberar la pierna del hombre.
En muchas de sus cartas, Pablo destacó el potencial del trabajo en conjunto de los cristianos de las primeras iglesias. Instó a los creyentes en Roma a que se aceptaran unos a otros como lo había hecho Cristo con ellos: «Dios (…) os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo» (Romanos 15:5-6).
La unidad con otros creyentes nos permite comunicar la grandeza de Dios y nos ayuda a soportar la persecución. A los filipenses, los alentó a estar «firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen» (Filipenses 1:27-28).
A Satanás le encanta dividir para vencer, pero sus esfuerzos son inútiles cuando, con la ayuda de Dios, somos «solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz» (Efesios 4:3).

Señor, ayúdanos a experimentar la unidad en ti.
Nuestra unidad es fruto de nuestra unión con Cristo.

El joven egipcio

El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia. Proverbios 28:13
Hallaron en el campo a un egipcio, al cual trajeron ante David, le dieron pan y comió, y le dieron a beber agua. También le dieron un pedazo de masa de higos secos y dos racimos de pasas. Luego que comió, se sintió reanimado, pues no había comido pan ni bebido agua durante tres días y tres noches. Entonces le preguntó David:
—¿A quién perteneces, y de dónde eres?
El joven egipcio respondió:
—Soy siervo de un amalecita, y mi amo me abandonó hace tres días porque estaba enfermo. Hicimos una incursión a la parte del Neguev que pertenece a los cereteos, al de Judá, y al Neguev de Caleb. También incendiamos Siclag.
—¿Me llevarás tú adonde está esa tropa? —le preguntó David. 1 Samuel 30:11-15
Al regresar de una campaña militar, David descubrió que su ciudad había sido saqueada e incendiada, y que toda su familia había sido tomada prisionera. Entonces clamó a Dios y, animado por su respuesta, persiguió a los saqueadores. En el camino hallaron a un joven esclavo egipcio, enfermo y agotado, abandonado a una muerte segura. Él contó:Yo soy siervo de un amalecita, y me dejó mi amo hoy hace tres días, porque estaba yo enfermo” (1 Samuel 30:13).
Éste informó a David sobre su participación en el saqueo al pueblo. A pesar de ello, David se ocupó de él y le prometió no entregarlo en manos de su antiguo dueño.

Días Difíciles

Cada persona es un mundo, cada uno tiene sus propias vivencias y por lo tanto, no podemos menospreciar las circunstancias de los demás. A veces entramos en una etapa de quejas y reclamos delante de Dios, quien en vez de darnos la solución, lo que hace es retrasarla, pues no somos nadie para acorralarlo.
dias dificiles
Pero a pesar de que estemos pasando por momentos difíciles, eso no es óbice para que seamos instrumentos usados por Dios. De las experiencias se aprende y por algo Dios nos lleva por el desierto; y es para estar más cerca de Él, para conocerlo más, amarlo y depender totalmente de Él. Aparte que es muy importante también para ayudar a otros y así darles una palabra de aliento y un sabio consejo.
Nos sentimos mal al no poder ayudar a los demás como quisiéramos, y aún más cuando vemos que atraviesan por situaciones peores y quisiéramos colaborar de muchas maneras; y, ¡vaya!, se nos hace imposible porque la solución no está en nuestras manos, pero ayudamos con lo más importante que es la oración y la intercesión. ¨Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? Salmos 42:3 (Reina-Valera 1960).
Esta es una de las preguntas que todos en algún momento nos hemos hecho, puesto que en esos instantes cegados por el dolor y la angustia, nuestras lágrimas no nos dejan observar el panorama y no notamos que detrás de las nubes grises está por salir un sol radiante.

¿Cómo ve Dios al hombre?

La manera como Dios nos ve determina todo en nuestra existencia. La pregunta que sirve de título a este devocional es una que en algún momento de nuestra vida podemos formularnos y buscar tratar de responderla. 
La Palabra de Dios dice en 1ra. Samuel 16:7: Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón”. También dice en Génesis 1: 26 - 27 “Entonces Dios dijo: Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen para que sean como nosotros; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra. Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó”Además, dice en Efesios 2:10 “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”.
            RECUERDA, EL HOMBRE CON DIOS ES SALVO. EL HOMBRE SIN DIOS ES CONDENADO. EL HOMBRE CON DIOS ES NUEVA CRIATURA, EL HOMBRE SIN DIOS ES LA MISMA CRIATURA. EL HOMBRE CON DIOS ES HIJO DE DIOS, EL HOMBRE SIN DIOS ES CRIATURA DE DIOS. ¿QUÉ QUIERES SER DELANTE DE DIOS? ¿SALVO O CONDENADO?; ¿NUEVA CRIATURA O LA MISMA CRIATURA?; ¿HIJO DE DIOS O SOLAMENTE CRIATURA DE DIOS? PARA ESTAR CON DIOS ES NECESARIO E INDISPENSABLE TENER A CRISTO JESÚS COMO REY, SALVADOR Y SEÑOR DE NUESTRAS VIDAS. ¿LO TIENES CONTIGO?