En una entrevista que le hicieron a la hija de Billy Graham en el Early Show, Jane Clayson (periodista) le preguntó, "¿Cómo pudo Dios permitir que sucediera esto?" (Se refería a los ataques del 11 de Septiembre de 2001). Anne Graham dio una respuesta sumamente profunda y llena de sabiduría. Dijo: "Al igual que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso, pero durante años hemos estado diciéndole a Dios que salga de nuestras escuelas, que salga de nuestro gobierno y que salga de nuestras vidas. Y siendo el caballero que Él es, creo que se ha retirado tranquilamente. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé Su bendición y Su protección cuando le hemos exigido que nos deje estar solos?"
A la luz de ciertos sucesos recientes... ataques de terroristas, tiroteos en las escuelas, etc., creo que todo comenzó cuando Madeleine Murria O'Hare (fue asesinada, y hace poco que se descubrió su cuerpo) se quejó de que no quería que se orara en nuestras escuelas, y dijimos que estaba bien.
Luego alguien dijo que sería mejor que no se leyera la Biblia en las escuelas... y eso que la Biblia dice no matarás, no robarás, amarás a tu prójimo como a ti mismo, y dijimos que estaba bien.
Luego el doctor Benjamín Spock dijo que no debíamos pegarles a nuestros hijos cuando se portasen mal porque sus pequeñas personalidades se truncarían y podríamos lastimar su autoestima (el hijo del Dr. Spock se suicidó). Dijimos que los expertos saben lo que están diciendo... Y añadimos que estaba bien.
Después alguien dijo que los maestros y directores de los colegios no deberían disciplinar a nuestros hijos cuando se portan mal. Los administradores de las escuelas dijeron que más valía que ningún miembro de la facultad y de las escuelas tocara a ningún estudiante que se portase mal porque no queremos publicidad negativa y, por supuesto, no queremos que nos vayan a demandar (aunque hay una gran diferencia entre disciplinar, tocar, golpear, cachetear, humillar, patear, etc.). Y dijimos que estaba bien.
Luego alguien dijo: dejemos que nuestras hijas aborten si quieren, y que ni siquiera tengan que decírselo a sus padres. Y dijimos que estaba bien.
Luego uno de los consejeros del consejo de administración de las escuelas dijo: ya que los muchachos siempre van a ser muchachos y de todos modos lo van a hacer, démosles a nuestros hijos todos los condones que quieran para que puedan divertirse al máximo, y que no tengan que decirles a sus padres que se los dimos en la escuela. Y dijimos que estaba bien.
Luego algunos de nuestros principales funcionarios públicos dijeron que no importa lo que hacemos en privado mientras cumplamos con nuestro trabajo.
Estuvimos de acuerdo con ellos y dijimos, no nos importa nada lo que alguien, incluído el Presidente, haga en su vida privada mientras tengamos un trabajo y la economía esté bien.
Luego alguien dijo: vamos a imprimir revistas con fotografías de mujeres desnudas, y decir que esto es una apreciación sana y realista de la belleza del cuerpo femenino. Y dijimos que estaba bien. Y luego alguien más llevó más allá esa apreciación y publicó fotografías de niños desnudos, llevándola aún más allá cuando las colocó en Internet. Y dijimos que estaba bien, que tienen derecho a su libertad de expresión.
Luego la industria de las diversiones dijo, hagamos shows por televisión y películas que promuevan lo profano, la violencia y el sexo ilícito. Grabemos música que estimule las violaciones, las drogas, los suicidios y los temas satánicos. Y dijimos que, no es más que diversión, no tiene efectos negativos, de todos modos nadie lo toma en serio, así que adelante.
Y ahora nos preguntamos: ¿por qué nuestros niños no tienen conciencia, por qué no saben distinguir entre el bien y el mal, y por qué no les preocupa matar a desconocidos, a sus compañeros de escuela, o a ellos mismos? Probablemente, si lo pensamos bien y despacio, encontraremos la respuesta. Seguramente tiene mucho que ver con "LO QUE SEMBRAMOS ES LO QUE RECOGEMOS."