¿Qué es el dominio propio? Es la capacidad que todos tenemos, que nos permite controlar nuestros deseos y emociones para que estas no nos controlen a nosotros.
La Biblia dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:7 (Reina-Valera 1960). Partiendo de este versículo podemos decir con completa seguridad, que Dios te ha dotado, me ha dotado y nos ha dotado de dominio propio.
¿Sientes que eres seducido fácilmente por el pecado y caes?, pues entonces no estás usando el dominio propio que Dios te otorgó.
Diariamente seremos tentados y eso no cambiará hasta que el Señor venga por nosotros o nosotros nos encontremos con Él. Entre tanto, deberemos vivir con la conciencia puesta en que todos los días nos enfrentaremos a situaciones que querrán inducirnos a fallarle a Dios, y es en esos momentos cuando tenemos que darnos cuenta, que estamos dotados de la capacidad de decir NO a eso que, aunque humanamente nos atrae, espiritualmente sabemos que no es correcto.
¿Por qué pecamos la mayoría de nosotros? ¿Por qué fallamos diariamente casi siempre en las mismas áreas?, simplemente porque queremos, así de sencillo, no hay que darle más vueltas al asunto, pecamos porque queremos, no porque no podamos resistirnos o porque no podamos evitarlo, pecamos porque simplemente decidimos hacerlo, a sabiendas de que es incorrecto.