Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado ya, pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios, en Cristo Jesús. Filipenses 3:13-14
Si quien comenzó en ti la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo, y hoy es parte de ese proceso, por ello mantén solo una cosa en tu mente y corazón: olvida ciertamente lo queda atrás y prosigue al blanco, al premio del supremo llamamiento de Dios, en Cristo Jesús.
Sí, ayer fue bueno, gracias a Dios, pero ya es parte del ayer; sí, ayer no fue tan bueno, gracias a Dios, pero así podemos aprender de nuestros errores para no repetirlos más. Mas quedarnos pensando en las bellezas y triunfos de ayer solo nos puede llevar a la vanagloria y el orgullo, y si solo nos quedamos llorando los infortunios de ayer, eso nos puede llevar a la depresión y la angustia. Por ello es mejor olvidar lo que queda atrás y seguir adelante al blanco.