
El cielo, la nueva tierra, es el lugar en el cual moraremos con cuerpos físicos glorificados (ver 1 Corintios 15:35-58). Ahora bien, el concepto de que el cielo está “en las nubes” es antibíblico. El concepto de que seremos “espíritus flotando en del cielo” también es antibíblico. El cielo que experimentarán los creyentes será un nuevo y perfecto planeta en el cual viviremos. Ese cielo, la nueva tierra, estará libre de pecado, maldad, enfermedad, sufrimiento y muerte. Será muy parecida a la tierra actual, o quizá una recreación de nuestro actual planeta, pero por supuesto sin pecado.
¿Y qué hay acerca de los nuevos cielos? Es importante recordar que, en la mente antigua, “los cielos” se referían al cielo del espacio exterior, así como al lugar donde habita Dios. Así que, cuando Apocalipsis 21:1 se refiere a los nuevos cielos, está indicando más bien que todo el universo será creado nuevo: una nueva tierra, nuevos cielos, un nuevo espacio exterior. Parece como si el “cielo” de Dios también será recreado, para dar a todas las cosas en el universo un “nuevo comienzo”, ya sea físico o espiritual. ¿Tendremos acceso a los nuevos cielos en la eternidad? Posiblemente... pero tendremos que esperar para averiguarlo. ¡Dejemos que la Palabra de Dios dé forma a nuestra comprensión del cielo!