sábado, 16 de julio de 2016

¿Quién fue el verdadero Jesús en la Historia?

Sin lugar a dudas, una de las preguntas más frecuentes es, “¿Quién fue Jesús?” No hay duda de que Jesús tiene, por mucho, el nombre más reconocido del mundo. En total, una tercera parte de la población mundial – cerca de 2,500 millones de personas – dicen ser cristianos. El Islam, que abarca alrededor de 1,500 millones de personas, reconoce a Jesús como el segundo profeta más grande, después de Mahoma. De los restantes 3,200 millones (aproximadamente la mitad de la población mundial), la mayoría o ha escuchado el nombre de Jesús, o sabe acerca de Él. 

Si uno tuviera que hacer un resumen de la vida de Jesús desde su nacimiento hasta su muerte, sería algo breve. Nació de padres judíos en Belén, un pequeño pueblo al sur de Jerusalén, mientras el territorio estaba bajo la ocupación romana. Sus padres se mudaron al norte, a Nazaret, donde Él creció; por lo que comúnmente se le conoce como “Jesús de Nazaret.” Su padre era carpintero, así que es probable que Jesús aprendiera el oficio en sus primeros años. Alrededor de los treinta años, comenzó su ministerio público. Eligió a una docena de hombres de dudosa reputación como sus discípulos y trabajó en las afueras de Capernaúm, un pueblo grande de pescadores, y centro de comercio en la costa del Mar de Galilea. De ahí, Él viajaba y predicaba por toda la región de Galilea, haciendo frecuentes incursiones entre los vecinos gentiles y samaritanos, con intermitentes viajes a Jerusalén. 
Sus inusuales enseñanzas y su metodología sorprendieron y molestaron a muchos. Su mensaje revolucionario, aunado a milagros y curaciones milagrosas, le generó gran número de seguidores. Su popularidad entre el populacho creció rápidamente, dando como resultado, la aprehensión por los bien arraigados líderes de la fe judía. Pronto, estos líderes se llenaron de celos, resintiendo grandemente su éxito. Muchos de estos líderes encontraban ofensivas sus enseñanzas, y sintieron que sus establecidas religiones y ceremonias tradicionales estaban siendo amenazadas. Por eso tramaron junto con los gobernadores romanos, cómo matarlo. Fue durante este tiempo cuando uno de los discípulos de Jesús lo traicionó con los líderes judíos por una miserable suma de dinero. Poco después de eso, mandaron arrestarlo, y armaron apresuradamente una serie de farsas de juicio, decidiendo sumariamente ejecutarlo por crucifixión. 

Querer, Creer Y Lograr

Cuando leí el enunciado: “Usted tiene en potencia el poder de ser lo que quiere ser…. si está dispuesto a pagar el precio…”, que destacaba en la contraportada de aquel primer libro de superación personal que cayó en mis manos, debo confesar que me produjo angustia, ansiedad y más preguntas:
-¿Contaría yo con ese poder?
-¿Qué era eso?
-¿Qué significaba pagar el precio?
Estaba parada justo en el punto en que el ser humano adolece de discernimiento, madurez y claridad de metas. En la etapa en que lo rosa se ve oscuro, y aún lo más viable parece imposible.
El escritor Samuel A. Cypert, inspirado en la filosofía de Clement Stone y Napoleón Hill, dos hombres de empresa y éxito, decía que para alcanzar el éxito se requiere disciplina, una actitud mental positiva y lo más importante, creer en que uno mismo es capaz de lograr todo: posición económica, poder, felicidad y bienestar.
Había llegado la hora de iniciar el ascenso de la montaña existencial, y solo tenía dos alternativas; quedarme como estaba, o arriesgarme y atreverme a cambiar mi vida, mi manera de pensar y de hacer.
Hoy por hoy, afirmo, ha valido la pena el  esfuerzo.
“Porque con el corazón se cree”.

La religión ha cambiado el concepto de Jesús

Y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Mateo 1: 21
Para muchos Jesús es un nombre más. Para otros es un profeta. ¿Y para ti? Necesitamos tener bien claro que Jesús es el Hijo de Dios, el cual se entregó en la cruz para redimirnos del pecado. Que estemos seguros del poder que hay en Su Nombre, el cual es sobre todo nombre. Él venció a las potestades, los gobernadores, los principados y las huestes de maldad de las regiones celestes. Por eso, cuando decimos “JESÚS” con convicción, sabemos que hay un respaldo en el mundo espiritual.

La religión ha cambiado el concepto de JESÚS mostrándonos a uno vencido, dando más poder a imágenes hechas por manos de hombres. Pero la palabra de Dios dice que “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8;32
JESÚS es el verbo hecho carne. Se despojó de toda Su gloria para hacerse hombre y padecer por nosotros para que fuésemos salvos; anuló el acta de los decretos que había en contra de nosotros, cuando arrebató las llaves de la muerte y resucitó ascendiendo al Cielo; luego se sentó a la diestra del Padre para interceder por nosotros.

JESÚS es nuestro abogado, el cual está dispuesto a defendernos de todo y protegernos del mal. Por eso, no podemos seguir sin conocer la autoridad que hay en Su Nombre. Solo tenemos que decir ¡JESÚS, JESÚS! para ser testigos del poder que hay en Él.

Seremos desafiados

Aceptar los desafíos trae consigo dudas y temores. Diariamente tenemos desafíos, unos grandes y otros pequeños, incluso podemos tener desafíos al pretender lograr el éxito en un tema determinado. Pero el desafío más grande proviene de Dios, porque Él nos llama para aceptar riegos principalmente de fe. Él quiere que dejemos de ir a lo seguro y que demos pasos de obediencia, aunque al hacerlo se generen incertidumbres en la vida.
DESAFIOSQuizá se pregunte ¿pero si tengo a Jesús como mi Señor, por qué tengo situaciones desafiantes?; la respuesta es que el Señor nunca nos ha prometido una vida sin retos; por lo tanto, todos seremos desafiados. Ya sea mediante complejas relaciones, trabajos difíciles o situaciones que requerirán tener más fe; sea cual sea la situación, la realidad es que al final Dios nos ensanchará espiritualmente.