viernes, 5 de julio de 2019

¿Cuál es el significado de Jesús es el Hijo del Hombre?

Resultado de imagen de ¿Cuál es el significado de Jesús es el Hijo del Hombre?Jesús es llamado “Hijo del Hombre” 88 veces en el Nuevo Testamento. El primer significado de la frase “El Hijo del Hombre”, es referente a la profecía de Daniel 7:13-14 “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de Él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará y su reino uno que no será destruido”. “Hijo de Hombre” es un título Mesiánico. Jesús es Aquel a quien le fue dado el dominio, la gloria, y el reino. Cuando Jesús usaba esta frase en relación a sí mismo, se estaba adjudicando la profecía del “Hijo del Hombre”. Los judíos de esa época debieron haber estado íntimamente familiarizados con la frase y a quién hacía referencia. Jesús estaba proclamándose como el Mesías. 

Un segundo significado de la frase el “Hijo del Hombre”, es porque verdaderamente Jesús era un ser humano. Dios llamó al profeta Ezequiel “hijo de hombre” 93 veces. Simplemente estaba llamando a Ezequiel un ser humano. Un hijo de un hombre, es un hombre. Jesús era totalmente Dios (Juan 1:1), pero también era un ser humano (Juan 1:14). 1 Juan 4:2 nos dice, “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios”. Sí, Jesús es el Hijo de Dios – Él es en esencia Dios. Sí, Jesús también era el Hijo del Hombre – Él es en esencia un ser humano. En resumen, la frase el “Hijo del Hombre” indica que Jesús es el Mesías, y que Él es verdaderamente un ser humano. 



¿Responde Dios las oraciones?

La respuesta a esta pregunta es definitivamente "¡Sí!" 
Dios ha prometido que, cuando pedimos por cosas que son conforme a su voluntad para nuestras vidas, Él nos dará lo que pedimos (Ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho 1 Juan 5:14-15). Sin embargo, hay una condición que añadir a esto: no siempre nos va a gustar la respuesta.
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Oramos por un montón de cosas, unas buenas, otras malas, y otras realmente inútiles. Pero Dios escucha todas nuestras oraciones, independientemente de lo que pidamos (Mateo 7:7). Él no ignora a sus hijos (Lucas 18:1-8). Cuando hablamos con Dios, Él ha prometido escuchar y responder (Mateo 6:6Romanos 8:26-27). Y su respuesta será alguna variación de "sí", "no" o "espere, ahora no".


Tenga en cuenta que la oración no es que Dios vaya a hacer las cosas tal como queramos. Nuestras oraciones deben centrarse en cosas que honren, glorifiquen a Dios y reflejen lo que la biblia claramente revela que debe ser la voluntad de Dios (Lucas 11:2). Si oramos por algo que deshonra a Dios o que no es su voluntad para nosotros, es improbable que Él nos dé lo que pedimos. Además, la sabiduría de Dios supera la nuestra, y debemos confiar en que sus respuestas a nuestras oraciones son las mejores soluciones posibles.

¿Contesta Dios las oraciones? - Cuando Dios dice "sí".
En los dos primeros capítulos de 1 Samuel, Ana ora y le pide a Dios que le dé un bebé. Ella no había podido concebir, sabiendo que en los tiempos bíblicos esto era considerado como una marca de vergüenza para la mujer. Ana oró tan fervientemente que un sacerdote la vio y pensó que estaba borracha. Pero Dios escuchó a Ana, y le permitió dar a luz a un niño.
Jesús dijo, "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (Juan 14:13). Si ha orado específicamente por algo y Dios se lo ha concedido, puede estar seguro de que es su voluntad. Nada sucede sin que Dios permita que ocurra (Romanos 8:28).

Es necesario nacer de nuevo

Resultado de imagen de es necesario nacer de nuevo bibliaY había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un gobernante de los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche y le dijo: —Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro porque nadie puede hacer estas señales que tú haces a menos que Dios esté con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: —De cierto, de cierto te digo que, a menos que nazca de nuevo, uno no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: —¿Cómo puede nacer un hombre si ya es viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? 5 Respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que, a menos que nazca de agua y del Espíritu, uno no puede entrar en el reino de Dios.” Juan 3:1-5  (RVA-2015)
¿Por qué es necesario nacer de nuevo? Porque al nacer de nuevo, aunque seas viejo físicamente, eres un niño espiritualmente hablando, y solo a los niños les ha sido revelada esta palabra. Una palabra escondida para los sabios y entendidos.
¿Y cómo fue escondida? Fue escondida de tal forma que solo naciendo de nuevo puedas entenderla, no hay otra manera. Entonces trasciende lo que Jesús le decía a Nicodemo en Juan 3:10 “Tú que eres el maestro de Israel, ¿no sabes esto? Se lo dijo porque le era necesario nacer de nuevo. Nicodemo pensaba que había que volver a entrar al vientre de la madre y volver a nacer. Pero Jesús se refería a lo espiritual.
Por eso las personas que se creen sabias deben nacer de nuevo y poner a Jesús por delante en lo que hagan, ya no su propia sabiduría. La gente creía que para llegar al cielo era necesario hacer lo que decían los sabios: que había que cumplir todos los mandatos cabalmente, pero si fallabas en uno solo, entonces eras culpable de todos.
Por lo cual nadie pudo hacer esto en toda la existencia humana, solo Jesús, y ahora Jesús dice: Te es necesario nacer de nuevo para así poder entender las cosas de Dios. Los pequeños creen cosas, lo creen todo, pero los adultos no.
Las mentes de Adán y Eva eran de niños prácticamente cuando fueron engañados, y ahora se nos da la oportunidad de que siendo niños espiritualmente, seamos reivindicados al Reino de los Cielos.
Recuerda, debes nacer de nuevo del agua y del Espíritu. No te avergüences de hacerlo, solo así podrás a empezar a entender a Jesús en tu vida.