martes, 13 de enero de 2015

Síntomas De Una Iglesia Disfuncional

El Christian Post, periódico cristiano, recientemente ha publicado un análisis para conocer si una iglesia se puede considerar realmente enferma.
En primer lugar, la definición de una iglesia disfuncional o enferma, dice, se refiere a una congregación en la que ya no se llevan a cabo correctamente, los propósitos bíblicos fundamentales y esenciales. En otras palabras, la iglesia no funciona correctamente; por lo que se le puede aplicar el término de disfuncional. 

Explica que, por desgracia, no se tuvo que buscar mucho para encontrar más de 20 ejemplos actuales de iglesias claramente disfuncionales. 
En esa búsqueda, se encontraron seis síntomas coincidentes en todas ellas”. 

En concreto, en cada una de esas veinte congregaciones se manifestaban claramente, como mínimo tres de esos seis síntomas. Este artículo se queda “cojo” al referirse solo al estado negativo de muchas congregaciones, pero adelanta que también se está editando otro con las respuestas a un análisis en busca de posibles soluciones. En cuanto se publique, lo difundiremos, dicen. 

Y ahora, los seis síntomas de una iglesia disfuncional: 
1. ERRORES TEOLÓGICOS GRAVES OMNIPRESENTES EN LA IGLESIA. 
No se refiere, explica, a diferencias sobre cuestiones de los tiempos de la escatología (creencias y doctrinas referentes a la vida de ultratumba)“Los errores fundamentales tratan sobre la negación de las verdades esenciales de la fe cristiana. En algunos casos, el liderazgo ya no predica la exclusividad de la salvación por medio de Cristo”. 
2. LA IGLESIA ES CONOCIDA COMO “DEVORADORA DE PASTORES” 
La congregación puede acabar con la labor pastoral de una manera abrupta. Puede que los pastores no siempre sean formalmente expulsados o cesados en su cargo, pero sí claramente presionados para que se vayan.

 Por este motivo y como norma, se trata de un tipo de iglesias en las que el tiempo de labor pastoral de una misma persona suele ser corto. 
3. LA CONGREGACIÓN VIVE UN CONFLICTO GRAVE. 
 Cualquier grupo social es proclive a tener que afrontar algún tipo de conflicto a diferentes niveles, sean grupos familiares, de compañeros de trabajo, grupos de estudiantes, y por supuesto, las iglesias. Esto en sí mismo no es ningún síntoma muy negativo. 

Pero las iglesias disfuncionales tienen conflictos a un nivel alto, que a menudo se refleja en frecuentes explosiones emocionales entre miembros y líderes. 
4. CASI NADIE EN LA ZONA, SABE QUE EXISTE ESA IGLESIA.
 Uno de los sencillos pasos de su estudio, es visitar las empresas que se encuentran dentro de un radio de un kilómetro alrededor de la iglesia. En esa visita, simplemente se les pregunta cómo llegar a esa iglesia concreta. “Si nadie ha oído hablar de la iglesia en ese círculo próximo, es que algo está mal”, afirma. 
5. LA IGLESIA DISMINUYE, MIENTRAS LA COMUNIDAD CRECE.
 Un simple ejemplo es la mejor forma de explicar esto. Supongamos que una iglesia ha disminuido en cuanto a la asistencia al culto en un 3% en los últimos dos años. Ahora, supongamos también que la comunidad en la que se encuentra esa iglesia, ha crecido un 4% en los últimos dos años.

“El contraste entre las dos tasas de crecimiento es llamativo y un claro síntoma de una iglesia disfuncional”, dice Christian Post. 
6. LA IGLESIA ES “DE PROPIEDAD Y GESTIÓN FAMILIARES“. 
Una familia en particular, incluso aunque se trate de una familia muy extensa, es la que realmente toma todas las decisiones importantes en la iglesia. Nada se hace sin su visto bueno, y generalmente esto incluye la aprobación del patriarca o la matriarca de la familia. Si esto ocurre, en definitiva “la iglesia existe en gran medida, para satisfacer las necesidades de una familia”.

¿Por qué debemos leer / estudiar la Biblia?

Debemos leer y estudiar la Biblia, sencillamente, porque es la Palabra de Dios para nosotros. 2 Timoteo 3:16 dice que la Biblia es “inspirada por Dios”. En otras palabras, es la Palabra de Dios dirigida a nosotros. Hay muchas preguntas que se hacen los filósofos y la gente en general, que Dios las responde en las Escrituras: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿De dónde vengo? ¿Existe vida después de la muerte? ¿Cómo puedo ir al cielo? ¿Por qué está el mundo tan lleno de maldad? ¿Por qué me cuesta tanto trabajo hacer lo bueno? Adicionalmente a estas “grandes” preguntas, nos proporciona un sin número de consejos prácticos en diversas facetas, como: ¿Qué debo buscar en mi pareja? ¿Cómo puedo tener un matrimonio exitoso? ¿Cómo puedo ser un buen amigo? ¿Cómo puedo ser un buen padre/madre? ¿Qué es el éxito y cómo puedo alcanzarlo? ¿Cómo puedo cambiar? ¿Qué es lo más importante en la vida? ¿Cómo puedo vivir para que no tenga que arrepentirme en un futuro? ¿Cómo puedo complacer a Dios? ¿Cómo puedo obtener Su perdón? ¿Cómo puedo manejar las circunstancias adversas y sucesos injustos de la vida para salir victorioso?...

Debemos leer y estudiar la Biblia porque es totalmente confiable y sin error. La Biblia es única entre los muchos libros calificados como libros “sagrados”, porque no solo ofrece enseñanzas morales y dice “confía en mí”; también nos ofrece la oportunidad de probarla, corroborando las cientos de detalladas profecías que contiene, verificando los eventos históricos que relata, y comprobando los hechos científicos que describe. Aquellos que dicen que la Biblia tiene errores deben tener sus oídos cerrados a la verdad. Jesús preguntó una vez, “¿Qué es más fácil, decir: tus pecados te son perdonados o decir: levántate y anda?” (Lucas 5:23) Entonces, Él probó que tenía el poder de perdonar los pecados (algo que no podemos ver físicamente) curando al paralítico (algo que los que lo rodeaban pudieron atestiguar con sus ojos). De manera similar, tenemos la seguridad de que la Palabra de Dios es verdad, cuando se discuten aspectos espirituales que no podemos atestiguar con nuestros sentidos físicos, pero mostrando su veracidad en todas aquellas áreas que sí podemos verificar con exactitud histórica, científica y profética.


Debemos leer y estudiar la Biblia porque Dios no cambia y porque la naturaleza humana tampoco lo hace. Es tan actual para nosotros, como lo fue cuando fue escrita. Mientras que por un lado y continuamente, se generan grandes cambios tecnológicos a nuestro alrededor, por otro, los deseos y naturaleza de la raza humana no cambian. Tú encontrarás, mientras lees las páginas de la historia bíblica, se trate de relaciones interpersonales o entre sociedades, que no hay nada nuevo por descubrir que en ella no esté escrito. Y mientras la raza humana en su totalidad, continúa buscando amor y satisfacción en todos los lugares equivocados, Dios, nuestro buen y misericordioso Creador, nos dice que en ella encontraremos 
un gozo ETERNO. Su Palabra revelada, las Escrituras, son tan importantes que Jesús dijo respecto a ellas, “...No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4:4) En otras palabras, si quieres vivir una vida plena, como es la voluntad de Dios, escucha y sigue la Palabra de Dios escrita... ¡es más importante que comer!

Eres de los buenos

Si, de acuerdo, recapacitemos y entendamos la gran riqueza que obtenemos en el cielo cada vez que ayudamos a alguien. Pero actuaríamos de otra manera, si pensáramos que es más importante actuar siempre y solamente, a favor de nosotros mismos y dejando de lado las necesidades de los demás. Aunque en realidad, tenemos un perfecto ejemplo en Jesús quien vivió y sirvió a  los demás.
A los buenos los pondré a mi derecha, y a los malos a mi izquierda.  Entonces yo, el Rey, les diré a los buenos: ¡Mi Padre los ha bendecido! ¡Vengan, participen del Reino que mi Padre preparó desde antes de la creación del mundo!¨ Mateo 25:33-34 (Traducción en Lenguaje Actual).
Tenemos esta tendencia de recompensa, heredada desde antes que existiera todo lo que está a nuestro alrededor. Dios no ha hecho nada de forma improvisada, y es muy clara esta promesa: SOLO para los buenos, para aquellos que cuando Él tuvo hambre, le dieron de comer; cuando tuvo sed, le dieron de beber, cuando no tenia refugio, le brindaron alojamiento; cuando no tuvo ropa, se la ofrecieron para vestirse; y cuando estuvo enfermo y en la cárcel le fueron a visitar (Versos 35-36).
clamandoPorque ser bueno no está solo en llamarse cristiano, en tener la mejor apariencia y que salgan las grandes palabras; la bondad está en nuestra actitud, en nuestra personalidad, va en la relación que tengamos con Dios y con los demás, porque si no tienes buena comunión con Dios, posible pero muy difícilmente, la tendremos con el prójimo.
¨Y los buenos me preguntarán: Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿Cuándo tuviste sed y te dimos de beber? ¿Alguna vez tuviste que salir de tu país y te recibimos en nuestra casa, o te vimos sin ropa y te dimos qué ponerte? No recordamos que hayas estado enfermo, o en la cárcel, y que te hayamos visitado.” Mateo: 25 37-39 (Traducción en Lenguaje Actual).
Obviamente, Jesús no se va aparecer como caído del cielo y nos va a pedir ayuda, pues para eso tenemos a nuestro prójimo, pero Dios, en su palabra, nos da un mandamiento muy importante, y es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Quien no lo hace y no tiene amor no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Cada vez que se nos presente alguien con una dificultad, sea un amigo, vecino, compañero de estudio, de trabajo o un familiar, tenemos que brindarle la mano, porque lo estamos haciendo para el Señor. Pensemos que, en algún momento de nuestra vida, podemos pasar por esa misma situación que no solo tiene que ser necesidad física y material.

No temas, yo te ayudaré

Una de las principales causas por las que desistimos en la lucha por ese anhelo o deseo que tanto quisiéramos ver realizado, es el temor. El temor a equivocarnos, la opinión o desaprobación de otras personas, el miedo a llevarnos una decepción al no obtener el resultado deseado, son cosas que poco a poco, si las sentimos, nos van haciendo personas inseguras e incapaces, tanto que sin darnos cuenta, vamos dejando de lado lo que con tanto entusiasmo nos habíamos propuesto.

El temor se disfraza de muchas maneras, comienza de forma sutil, como una pequeña duda o algo de inquietud; después viene en forma de inseguridad y desánimo, para luego hacerte creer que eres incapaz, logrando que abandones el camino a la meta que tú mismo te habías trazado.
Puede ser el caso de que ya comenzaste a recorrer el camino que te lleva a la realización de tu deseo, pero mientras caminabas te topaste con alguno de tus miedos que te hizo dudar sobre seguir adelante o detenerte, que te hizo pensar si realmente eres bueno para llegar a esa meta que aunque cercana, por algunos momentos ves alejarse.

Amanecer y Ocaso

Algunas de las lecciones más profundas de la vida pueden recibirse en los lugares menos esperados, si tan solo nos tomamos el tiempo preciso para mirar a nuestro alrededor y ver con nuestros corazones tanto como con nuestros ojos.
Un día, mientras viajaba hacia el trabajo, presencié uno de los más espectaculares amaneceres de mi vida. Una de las ventajas de mi viaje diario era la oportunidad de ver al sol salir y ponerse en el esplendor de las colinas de Texas. En aquella particular mañana, me tomé el tiempo necesario para detenerme en la cima de una colina y observar el cambio de colores, mientras el gran cuerpo celeste se asomaba sobre el horizonte y florecía en toda su gloria, imposibilitándome mirar directamente sus cegadores rayos. El recuerdo de aquel amanecer me acompañó todo el día.
Al dirigirme a casa por la tarde, iba anticipando particularmente la puesta del sol. ¡No fui decepcionado! No solo observé aquel ocaso, también lo experimenté. Tuve una vista panorámica de él mediante los espejos retrovisor y lateral del coche, además de mi vista en dirección al noroeste. ¡Qué vista tan hermosa e impresionante! Una vez más, detuve el coche para aprovecharme de la espectacular puesta de sol. Estando sentado observando los siempre cambiantes colores, me di cuenta de que lágrimas de puro gozo corrían por mis mejillas. Sin embargo, lo mejor estaba todavía por venir en aquella forma de luminiscencia. Mientras los brillantes y vibrantes colores del ocaso comenzaban a desvanecerse en los más hermosos colores pasteles, mezclándose y combinándose en colores inimaginables, me di cuenta de que Dios me había concedido uno de los más grandes regalos de toda mi vida: una vista de la vida de comienzo a fin.