Aleluya, aleluya. Nuestro Dios Salvador reina hoy.
Aleluya.
¡Santo ¡Santo! Eres Todopoderoso, Dios,
digno de loor, digno de loor, eres Santo.
¡Santo! Eres Todopoderoso Dios,
digno de loor, digno de loor.
Amén.
Aleluya.
¡Santo ¡Santo! Eres Todopoderoso, Dios,
digno de loor, digno de loor, eres Santo.
¡Santo! Eres Todopoderoso Dios,
digno de loor, digno de loor.
Amén.
Este cántico, cuya letra y música fueron compuestas por Michael W. Smith, está inspirado en el texto de Apocalipsis 19:6 que dice: “¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!”.
Si, Dios sigue hoy salvando y reinando. Salva vidas que están deshechas, restaura existencias vitales por las que ni el mejor terapeuta apostaría una sola sesión; por eso, porque además es parte de lo que cantaremos en el cielo, decimos “¡Aleluya!”. Y como bien enseña la Escritura, como bien atestiguan tantas vidas hechas pedazos que Dios las ha hecho nuevas criaturas, como testifican tantos que hemos visto la misericordia del Eterno desde que hemos nacido, Él es digno, dignísimo de loor; en el cielo, en la eternidad estaremos alabando y glorificando a Aquel que reina por los siglos de los siglos, a Aquel que un día, antes del comienzo de los tiempos, pensó en cada uno de nosotros.